
Tiene usted que dolerse y lamentar que los percibe como tales, porque la imagen distorsionada que ve no es otra que el resultado de su propia corrupción que los contempla con ojos que no están corregidos. Todo el mundo es un reflejo de lo que usted lleva por dentro. En su interior usted tiene todos los vicios del mundo. Si usted ve pobres, enfermos y corruptos, eso testifica tan sólo de su propia corrupción. De otra forma vería un mundo lleno de bondad.
¿Si el Creador es bueno y hace el bien, cómo podría haber mal en el mundo? Es porque no existe bondad dentro de usted, de otra forma vería un mundo fulgurante. La persona no necesita corregir el mundo, sino sólo su visión de éste. No hay a nadie a quien corregir sino a usted mismo. Tan pronto lo logre, verá que el mundo está lleno de Luz. Es el Mundo del Infinito, abundante y perfecto. No podemos verlo, sin embargo, porque somos corruptos. Está oculto de nosotros detrás de 125 cortinas que ahora tenemos que ir eliminando.
Autor: Michael Laitman
No hay comentarios:
Publicar un comentario