LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

16.11.10

Segula


Introducción al Libro del Zohar, La noche de la novia”: Existe un libro del recuerdo delante del Creador acerca de los pecados y las transgresiones que suceden en el mundo. Pues Él lo necesita para el día en que Él realizará un milagro (Segula).

¿Qué es una Segula?

Respuesta: La Fuerza Superior, o el Creador, o la Luz, se encuentra dentro del grupo. Puedo recibir las correcciones sólo si estudiamos de las fuentes primarias junto al grupo.
Esto es Segula: los medios especiales, las obras de los cabalistas, que hacen posible unir a una persona, al grupo y al Creador en un todo. Su unidad es posible sólo bajo la condición de que el sistema en que se encuentran se utilice correctamente.
Incluso ahora somos parte de esto. Los mundos y Partzufim todos están aquí, pero para que  irrumpan tenemos que evocar la influencia de las fuerzas espirituales en nosotros. El deseo por sí mismo no es suficiente. Necesitamos un medio que ponga en marcha al sistema para que empiece a operar en mí a través del grupo.
El sistema se pone en marcha con la ayuda de las fuentes primarias. Es debido a esto que estudiamos las obras de Baal HaSulam, Rabash, Ari, y Rashbi. Sin esto no puedo establecer una conexión con el sistema espiritual y ponerlo en marcha.
(26563 – De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 15 de noviembre 2010 – El Zohar.)

Este es mi Faraón que sufre

Hemos adquirido algo grande y precioso durante la Convención: hemos descubierto por primera vez que el Faraón está sentado en nuestro interior y nos odia, y tenemos que librarnos de él, huir, salir de Egipto… pero somos incapaces de hacerlo.
Nunca hubiéramos podido darnos cuenta que debemos correr lejos de él. Esperábamos que pudiéramos revelar la espiritualidad en nuestro egoísmo, “en Egipto”. Pero ni siquiera pensamos que este es “Egipto”. Sin embargo, ahora empezamos a entender que debemos escapar de él.
Nuestro egoísmo, el Faraón, recibió un golpe, y esta desilusión pasó a través de él. Ahora vemos que tenemos que distanciarnos del deseo en el que revelamos la decepción y la amargura.
Sin embargo, si no hubiéramos ido hasta el final, no habríamos sentido la desilusión; hubiéramos sentido que verdaderamente algo nos está deteniendo. No existe el término medio en la espiritualidad; tenemos que llegar hasta el fin.
Por consiguiente, ahora una nueva sensación se manifiesta en nosotros. Esa misma desilusión, la fuerza del sufrimiento que ahora sentimos (pues he invertido tanto esfuerzo, tenía tantas esperanzas y nada sucedió) es mi Faraón que recibió una paliza y ahora está sufriendo.
Sin embargo, el Faraón tiene que sentir las palizas pues de otra forma no podremos huir de él. En realidad, solamente escapamos del mal.
Si revelo mi deseo egoísta, mi naturaleza como mala, quiero escapar de esto. Y tal vez tenga que experimentar muchos más golpes antes que decida que debo hacerlo. Literalmente tengo que salir fuera de mi piel, salir de mi “cuerpo”. Esto se llama el Faraón que recibe golpes, las “diez plagas de Egipto”.
Hemos logrado esto solamente porque a pesar de todo nos unimos. Uno siempre se descubre frente el otro, como está escrito, “En Tu Luz veremos la luz”. Gracias a esta unificación y a nuestra preparación, nos damos cuenta que sufrimos debido a nuestra naturaleza egoísta. ¡Y esto es un gran logro!
Millones de personas que participaron en la Convención virtualmente estuvieron junto a nosotros. Ellos también pasaron por los mismos estados.

(26438 – De la lección sobre la Porción semanal de la Torá el 12 de noviembre 2010.)

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