LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

31.1.11

Sintonízate con la onda del otorgamiento


Si yo realmente deseo que la Luz venga a mí, tengo que pedir la transformación de toda mi vasija espiritual (Kli): desde Kéter a Máljut. En la espiritualidad no puede haber ninguna decisión parcial, en la que estoy “casi dispuesto”, pero no del todo. Debo demandar esta corrección para todas mis “diez Sefirót” o los cuatro niveles del deseo: inanimado, vegetativo, animado, y hablante.
Una vez que conozco mi maldad en todos los cuatro niveles, entonces puedo atraer la Luz que Reforma. Mi deseo para que esto ocurra tiene que ser tan intenso que lo sentiré con cada fibra de mi ser, “con mis huesos”.
Sin embargo, si me despierto por mí mismo ahora y comienzo a demandar la Luz Circundante, gritando, y pidiendo la corrección, es genial, pero no ayudará. El deseo al cual la Luz responde debe residir entre las almas, en sus relaciones entre sí.
En otras palabras, necesito inspirarme al cantar con los demás, al danzar, y llevar a cabo ciertas acciones para que todo esto me ayude a participar en el grupo: unido con el entorno y al demandar que él me sintonice con el otorgamiento. Déjalo que me dé el deseo de estar en el otorgamiento y ser uno con los demás.
En la medida de mi afán por la unión con el entorno, recibiré una reacción, un deseo de él. Y si uso este nuevo deseo para apelar a la Luz Circundante, entonces tengo la oportunidad de tenerla trabajando en mí.
Por lo tanto, tengo que motivarme para apelar ante el grupo y en retorno recibo la inspiración de él, lo que me impresiona. Entonces, puedo dirigirme a la Luz Circundante. Después de todo, si apelo al grupo, es un signo de lo siguiente:
1.Me di cuenta de que no puedo lograr nada por mi cuenta,
2.Yo deseo otorgar más que recibir,
3.Los valoro a ellos más que a mí mismo.
En otras palabras, es una petición correcta, esta me forma correctamente en la dirección espiritual. Si yo estoy dispuesto a aceptar todo lo que ellos me dan por medio de la fe por encima de la razón y la emoción, como si fuera de la fuente más espiritual, eso significa que estoy preparado para ser transformado. Lo cual quiere decir que me he elevado por encima de mi egoísmo, haciéndome consciente de que soy un cero total, y ahora deseo la corrección. Y la única corrección que quiero es ser capaz de otorgar.
Dicha petición será contestada definitivamente por la Luz Circundante, puesto que ella corresponde con su naturaleza, “la Luz que reforma”, precisamente. ¡Y pido ser devuelto a ella!
(33677 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 25/01/2011, Talmud Eser Sefirot)

No hay desarrollo sin las mujeres

Con las mujeres todo es evaluado según el grado en el que ellas desean estar juntas y apoyar o rodear la parte masculina. Las mujeres tienen que ejercer presión sobre los hombres. Este es su carácter. Sólo deben utilizarlo realmente bien, sin sentir vergüenza. Las mujeres dependen del grupo de los hombres y dependen de ellos. El grupo de los hombres no se moverá hacia adelante sin las mujeres.
La inclinación femenina es primaria, mientras que la inclinación del hombre es secundaria. Así es como toda la naturaleza está construida. Si no fuera por las mujeres, los hombres se pasarían la vida jugando fútbol. Sin embargo, la inclinación de las mujeres los obliga a crear una familia, al trabajo, a volver a casa y a arreglar algo. Todo esto es el deseo femenino, no el masculino. Un hombre no tiene nada de esto. Él es como un niño toda su vida.
Es por eso que las mujeres tienen que organizarse de inmediato y poner presión e influencia sobre los hombres. Y los hombres tienen que entender esto. Somos adultos y tenemos que utilizar nuestra naturaleza, tanto la femenina y como la masculina, con el fin de alcanzar la meta. El objetivo es alcanzado mutuamente. Es como el nacimiento de un nuevo bebé que pertenece a ambos.
Por lo tanto, deben tomar esto en serio y de manera mutua. No es una coincidencia que hayamos sido creados precisamente de esta manera. Nos fijamos en todo como un hecho accidental, pero en realidad tenemos que recolectar todo dentro de nosotros al máximo y combinarlo de la manera correcta. Entonces, adquiriremos un deseo en el que el Creador será revelado. Nada puede hacerse aquí sin la inclinación femenina.
El mundo se compone de 60% de mujeres y ellas son la parte más estable en el mundo. Del mismo modo, el grupo es absolutamente inestable, sin la parte femenina. Un grupo fuerte de mujeres es la garantía para una parte de hombres estable. Este es más estable. Al actuar correctamente, suavizan y amortiguan todos los problemas, todos los vaivenes de nuestra embarcación común.
Las mujeres tienen que entender esto claramente y llevar a cabo su función. Los hombres también tienen que entender esto y dar a las mujeres las oportunidades que correspondan, además de valorarlas. Sin esto, no lograremos nada. La parte masculina “se desviará” de inmediato sin la parte femenina. La presencia de las mujeres suprime todos los problemas técnicos.
Incluso a Abraham le fue dicho: “Escucha lo que Sarah te dirá”. La base de las mujeres en el desarrollo lo más importante inicialmente. El completo deseo que tenemos que corregir es el deseo femenino, que es expresado a través de una mujer. Por lo tanto, deben organizarse de la manera correcta. Donde haya una parte femenina, tienen garantizado un gran éxito.

(33988 – De la lección en Moscú del 16 de Enero del 2011, Escritos de Rabash)

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