LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

14.4.11

HAGAMOS FIESTA


Adelante, celebrarla, ¿cuál es el problema? ¿Por qué no puedes relacionarte con esta? Después de todo, perteneces a “Israel”, al deseo que aspira directamente al Creador (Iashár-El).
Además, puedes celebrar esta festividad en honor al hecho de que solía haber un grupo de cabalistas que pasaron por el camino completa de las correcciones y luego se rompió con el fin de ayudarnos hoy a volver a ascender de nuevo. Al celebrar la Pascua, nos sumamos a este grupo: no a una nación, sino a saber, a un grupo de cabalistas.
Cada persona que desee ascender de la situación actual al mundo espiritual tiene que respetar y valorar este grupo, que ha pasado a través del camino y ha escrito libros con instrucciones para nosotros que podemos utilizar para avanzar también hacia adelante. Celebramos y honramos a nuestros maestros, sin ninguna conexión con la pertenencia nacional. Nosotros pertenecemos a este grupo y queremos estar relacionados con él.
Más tarde, cuando entramos en el mundo espiritual, descubriremos que estamos junto a ellos, que nuestro grupo no sólo incluye a los amigos de todo el mundo, sino también a ellos. La mayoría de ellos son todos los cabalistas de todas las generaciones que una vez se apartaron de Babilonia, para tomar el camino espiritual. Y estamos en su grupo.

(40579 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/13/11, Escritos de Rabásh)

El punto de entrada a la espiritualidad




¿Por qué está escrito que “este mundo no está creado para nadie excepto para Israel” antes que para las naciones del mundo, no obstante la corrección de ellos es la meta de la creación?
Respuesta: Necesitamos seguir las definiciones científicas de la sabiduría de la Cabalá. El “mundo” (Olám) significa “ocultamiento” (Alamá). El ocultamiento es creado sólo para Israel, aquellos que aspiran “directo al Creador”. Aquellos que desean llegar al Creador necesitan pasar por ocultamientos, sufrimiento, y golpes con el fin de construir dentro de sí mismos una forma negativa, opuesta al Creador y entonces desear alcanzar la cualidad del Creador: otorgamiento en desapego a la recepción.
Este es el punto que necesitamos alcanzar. Mientras tanto, nuestro deseo no debe ser similar al del Creador con todo su poder ¡En absoluto! Puedes tener un deseo que pese sólo una onza, ¡pero debe ser el correcto! Un deseo correcto significa que sientes lo que significa estar en desapego de la recepción. Esta cualidad es muy importante, y necesitamos experimentarla.
Después de todo, por el momento somos capaces de dar sólo si vemos un beneficio. Como está escrito, “cambiamos una vaca por un burro”, al recibir lo que consideramos preferible. Por ejemplo, un libro es más importante que el dinero para mí. Entonces doy dinero y recibo un libro. Esto es llamado una adquisición.
¿Pero por qué es una adquisición? ¿Acaso no pagaste? ¿No diste tu dinero? No. Lo que di es menos importante para mí comparado a lo que recibí. Si hubiera necesitado dar algo de igual valor en el intercambio, hubiera sido incapaz de hacerlo. Necesito siempre imaginar que lo que recibo es más preferible para mí que lo que doy. Y mientras más grande sea la diferencia entre ellos, más me satisface ya que obtengo una ganancia de ello: “¡Mira lo que encontré! ¡Fue casi gratis!”
Así es como vives: tu llenado debe ser el mayor posible en relación con lo que das a cambio. Y entonces no es llamado otorgamiento.
¿Cómo siente uno la separación de la recepción para dar y no para recibir nada a cambio? Estoy dispuesto a trabajar sin recibir nada a cambio si creo que mediante esto me gano el mundo por venir. Es como si abriera una cuenta en el futuro y depositara cuotas ahí. Esto es incluso más confiable: Nadie se la llevará y nada se perderá como en este mundo.
¿Pero cómo sentir que estás completamente desapegado del resultado del otorgamiento, que no obtienes ninguna ganancia de ello, y está completamente aislado de ti? Trabajas arduamente toda tu vida, y nadie, incluyendo al Creador sabe nada sobre ti. Pero tú lo sabes; trabajas y deseas permanecer sólo en esto. Sin embargo, si trabajas para no sentirte culpable, este es tu pago.
¿Entonces cómo podemos arrancarnos los deseos de recepción? Necesitas sentir este desapego en una cantidad tan pequeña como una onza, y eso es todo; no necesitas más que eso. Entonces estás listo para la revelación. Después de todo, esa es ya una imagen de la genuina cualidad de otorgamiento, una imagen del Creador.
(40367 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/11/2011, El Zohar)


¿Quién sufre por las plagas de Egipto?


:”Un hombre con un corazón” es ya una corrección que podemos lograr sólo si el Creador es revelado. Él lleva a cabo esa corrección en nosotros ¿Cómo pueden ser obligados a unirse como un hombre con un corazón las personas que aun están en “Egipto”, en su deseo egoísta?
Si aun estoy inmerso en mi egoísmo y aun no he escapado del Faraón, ni me he elevado por encima de mi ego, ¿Cómo puedo unirme con otros como un hombre? Escapo de Egipto con la ayuda de la Luz, debido a mi deseo de salir de ahí, ¡de saltar fuera de mi ego! Existe un punto en mí con el cual deseo salir y con el cual me quiero relacionar, identificarme sólo con ello. Deseo conectarme con otros sólo a través de esos puntos. Por ahora solamente quiero esto, pero aun no estoy en este punto.
Corremos hacia la salvación juntos. Sin embargo, aun no hay ninguna unificación entre nosotros; todo este escape es llevado a cabo con la fuerza de Arriba. No entendemos que aun no estamos haciendo nada por nuestra cuenta. Sólo nos estamos preparando tanto como nos sea posible.
Está escrito: “¡Y los hijos de Israel lloraron por este trabajo!” Estamos ante el Faraón y las plagas egipcias, y no hay salida: Esos golpes llegan a nosotros y nos ayudan a separarnos de nuestro ego ¿Quién sufre por esos golpes? El Faraón dentro de nosotros, nuestro egoísmo, sufre. Y he sufrido tanto por esto que estoy dispuesto a escapar de él.
Imaginen qué sucedería si algunas de las plagas de Egipto sucedieran en nuestro mundo y no hubiera nada para comer o beber, ni aire que respirar, ¡Sería imposible recibir algo si actuamos de manera egoísta! Y entonces no habría otra opción que huir, sin saber hacia dónde, en la oscuridad, con los ojos cerrados, sólo para ser salvados de un estado completamente sin esperanza. Hemos destruido la Tierra y la sociedad humana y hemos llegado a un estado en el que cada momento que vivimos nos causa un dolor terrible. Es entonces cuando estamos listos para correr.
Por ahora es sólo una huida general por la salvación, y no por la unidad. Entendemos que necesitamos unirnos como un hombre con un corazón, pero por el momento no somos capaces de imaginar qué es eso. Para entenderlo, aun necesitamos llegar al Monte Sinaí (la montaña del odio) y atravesar el Mar Final (Iám Suf) en el camino.
(40240 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/10/2011, Escritos de Rabásh)

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