Esos libros tienen importancia espiritual porque hablan realmente de la espiritualidad. Al leerlos, una persona atrae la espiritualidad sobre sí misma.
Tiene más ventajas leer esos libros en el grupo cuando todos se reúnen con la intención de atraer la Luz Circundante. Aparte del entorno, es decir del grupo y de los libros, no hay nada en nuestro mundo.
Recomiendo altamente que siempre tengan un libro donde estén. Si tienes unos minutos libres, pequeños descansos en el trabajo, abre un libro y lee un pequeño extracto. Poco a poco comenzarás a darte cuenta que te atrae más, que avanzas más, y que todos tus pensamientos están cambiando. Comienza a acostumbrarte.
Yo crecí con Rabásh de manera muy simple: No había computadoras entonces, y siempre tenía un libro en mis manos. Donde fuera, llevaba un libro conmigo. Así es como repasé todos los libros muchas veces. Incluso solía llevar El Estudio de los Diez Sefirót conmigo, un libro que es difícil leer a mitad de la calle. Pero contiene una sección con preguntas y respuestas, y las leía. También leía los artículos del Libro del Zohar.
Hoy tenemos gran cantidad de libros. Pienso que cada uno debe tenerlos en casa. Cada mes puedes leer un libro diferente, no por completo, sino en la página en que lo abras. Esto es lo que Rabásh me enseñó a hacer.
Durante nuestras caminatas, si se cansaba, solíamos sentarnos por algunos minutos en una banca. Siempre llevaba un libro conmigo. Él lo abría al azar y comenzaba a leer. Después de algunas líneas, cerraba el libro y continuábamos caminando ¡Así era todo el tiempo!
Háganlo: Tomen una porción de la Luz Circundante por media hora o una hora, y luego háganlo una y otra vez. Tiene que haber un libro en sus manos. Es por eso que estoy a favor de publicarlos en formato de bolsillo.
(40172 – De la Lección 4, Convención WE! del 4/2/2011)Envía esta pregunta Imprimir esta entrada
El entorno en vez del Creador
No podemos decir nada acerca del Creador como tal, pero los cabalistas que lo alcanzan Él dicen que “No hay nadie aparte de Él, quien es el bien que hace el bien” y que no hay ningún cambio en Su actitud hacia nosotros. En otras palabras, ellos llegan al alcance de la fuerza superior que lo contiene todo.Nuestra percepción actual es opuesta a la auténtica puesto que no percibimos al Creador como Él es, en Sus propiedades, incluso en lo más mínimo, sino que lo sentimos de una manera absolutamente opuesta. Y no podemos alcanzar ni siquiera este lado inverso de Él.
En otras palabras, la realidad que vemos ahora es, de hecho, el Creador. Y yo, tú, y el mundo entero son también el Creador, pero percibido en órganos de percepción corruptos, rotos. No obstante, cuando corregimos nuestros deseos, los órganos de percepción, entonces descubrimos la fuerza superior, al Creador, más y más, hasta que Lo descubrimos por completo en Su forma real.
A pesar del grado de “este mundo” que recibimos como el estado inicial, somos incapaces de alcanzar algo si no adquirimos la equivalencia con el Creador, si no igualamos nuestras propiedades. La vasija defectuosa debe corregirse por medio de la adquisición de la forma del Creador y de haberse acercado a Él.
Las propiedades del Creador son otorgamiento y amor. Por lo tanto, se nos da la oportunidad desde Arriba de trabajar en el grupo, y en nuestras relaciones alcanzar la equivalencia con el Creador. El grupo debe ser percibido por todos como el Creador en relación con uno mismo.
La actitud hacia los amigos debe ser tratada como la actitud hacia el Creador. Y entonces, a pesar de que el Creador se oculta, seremos capaces de alcanzarlo por Sus acciones y continuar acercándonos a Él, después de haber puesto al entorno correcto ante nosotros mismos, a quienes anhelan al Creador, en vez de Él.
Sabiendo que al engañar al amigo, engañas al Creador, al tratar el mal amigo, ¡tratas al Creador mismo de esa manera! Este es el orden de nuestro trabajo. Por lo tanto, cuando dentro del grupo se desarrollan el mal y el odio, esta es la revelación del estado roto, y entendemos que estamos rompes y que somos opuestos al Creador.
Tal estado roto, el odio, es considerado como “este mundo”. Y antes de eso, sólo hay existencia animada. El grado humano comienza con la revelación del odio.
Si la persona se da cuenta que tiene que corregirse a sí mismo, a los deseos en los cuales uno comienza a percibir al Creador, hay una oportunidad para hacerlo en el grupo, para alcanzar al Creador por medio de Sus acciones: comenzar a adquirir el conocimiento de Él aún más, a sentirlo a Él en el grado de ser reformado.
Debemos caminar constantemente a lo largo de esta línea donde: Israel (una persona dirigida directamente al Creador), la Torá (la Luz que Reforma), y el Creador se unifiquen en un todo. La persona se adapta al grupo y en él se revela el Creador.
El grupo se convierte en la vasija espiritual de uno para revelar al Creador. Si una persona se relaciona con el amigo con otorgamiento, él descubrirá la fuerza de otorgamiento que llena sus relaciones, que es considerada como el Creador. Por ello, el Creador se llama Boré, “ven y ve” (Bo y Re), puesto que Él es alcanzado a través de Sus acciones.
(40078 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/8/2011, Escritos de Rabásh

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