La humanidad está enfrentando un gran problema de estructura social. La sociedad formada correctamente es la sociedad de iguales. Ahora, la dificultad yace en el hecho que la naturaleza nos hizo a todos diferentes. Por lo tanto, no tiene sentido ponernos a todos en las mismas condiciones: un día de ocho horas, igual sueldo, y así sucesivamente. Nuestra diferencia natural resultan en una situación en la cual para una persona esto es demasiado, mientras que para otra muy poco. Su soy flojo, será muy difícil para mí trabajar ocho horas al día, pero para una persona emprendedora, no es un problema.Entonces ¿por qué diferimos tanto uno del otro, porque somos opuestos unos de otros y porque no podemos llevarnos bien? Cada uno de nosotros tiene sus gustos individuales, fuerzas, reglas, capacidades, características innatas y alcance de la vida, y es por eso que no nos entendemos unos a otros.
De hecho, no seremos capaces de establecer igualdad. Parece que una sociedad igualitaria es la respuesta a las guerras y problemas de los cuales podría salvarnos, pero no es lo que la naturaleza planeo. Su plan es que nos demos cuenta de que nunca vamos a encontrar la igualdad en ningún lugar, en ninguna cosa. Nunca tendremos oportunidad de dividir algo por igual entre todo. Si lo hiciéramos hoy, mañana tendríamos una guerra.
La distribución equitativa se intento en Rusia; en los Kibbutzim (comunidades) en Israel, los cuales fallaron. La naturaleza desea que nosotros usemos todo nuestro poder egoísta para que nos reformemos y para que coincidamos con la naturaleza misma: el otorgamiento total. Entonces no me importará quien obtiene algo, ni cuánto obtiene. Mi única preocupación será dar lo mejor de mí, al cien por ciento. No significa una distribución “igual y justa” sino una distribución sin ningún monitoreo.
En este caso, todos reciben de acuerdo con su nivel de desarrollo, tanto como lo necesiten. Y, como resultado, la persona evolucionara al grado en el que él o ella estén recibiendo solo tanto como sea necesario para su existencia, mientras ellos usaran el resto para servir a otros, sin medir a quién, ni que tanto dan.
Es por esto que la gente no entiende cuando nosotros les explicamos lo que dice la Cabalá acerca del futuro de la humanidad. Parece muy fanático para ellos, muy utópico. Ahora, de lo contrario, la humanidad no sobrevivirá ya que cualquier otra distribución es injusta. No puedo medir los esfuerzos individuales del otro para evaluar cuanto es que él o ella deberían ganar. La naturaleza nunca permitirá al hombre reconciliar las dos fuerzas, positiva y negativa, en esta forma.
Por eso, cuando nosotros comenzamos a implementar esta idea, debemos diseminar la sabiduría de la Cabalá utilizando un sistema totalmente diferente. Por ahora, necesitamos unirnos en los grupos que constan de gente que ya ha recibido el deseo y la necesidad por ello y quienes ya entienden que no hay una salida, ya que esto es a lo que la Naturaleza nos está llamando. Esta gente tiene dos fuerzas: el poder de su egoísmo personal y el poder del Creador, la chispa que los empuja hace el desarrollo positivo. Cuando estas dos fuerzas se encuentran en una persona, él o ella comienzan a escuchar y a procesar lo que explica la sabiduría de la Cabalá.
El proceso es gradual y ajusta el desarrollo interno de un individuo. Nosotros experimentamos los grados inanimado, vegetativo, animado y humano de este y mientras nos desarrollamos, las dos fuerzas chocan en nosotros con la intensidad alguna vez creciente, mientras creamos una resistencia entre ellas, un dispositivo de “resistencia”. Al poner entre estas dos fuerzas nuestro corazón y mente, las sostenemos en oposición: Por una parte domamos nuestra fuerza egoísta, mientras que por la otra engranamos la fuerza de otorgamiento. Al emplear estas dos fuerzas juntas, trabajamos en el entorno y entonces nos sentimos como si fuéramos un “circuito de resistencia” en un sistema integral, es una parte en desarrollo.
(43691 – De la 2º lección, Convención de Roma del 21 de Mayo del 2011)
La Cabalá es pura práctica
El desarrollo ocurre en virtud de la fuerza “eléctrica” que circula en el sistema. Cuando me conecto a este con las dos fuerzas que tengo, la egoísta y la altruista, su fuerza comienza a circular a través de mí también. En ese caso, el sistema está trabajando en mí, y siento la “corriente” que impregna todos sus elementos; descubro su programa y propósito y me involucro en este cada vez más.Así asciendo los grados espirituales, elevándome de regreso a la Fuerza unificada. Más y menos, positivo y negativo, unificamos, y encontramos nuestra vida eterna y el propósito final de nuestra existencia. Tal es el programa.
Esto nos permite ver la causa de la crisis y sus consecuencias. Entendemos por qué no recibimos la sabiduría de la Cabalá y no descubrimos al grupo hasta que nuestro egoísmo ha crecido hasta el límite. Sólo ahora sentimos, día con día, cómo todo está cambiando alrededor. Muchas cosas están pasando en el mundo, todas las cuales están diseñadas para revelar la crisis y mostrar nuestra desesperada situación así como la imposibilidad y falta de entendimiento que prevalecen en el mundo. Día con día, a un ritmo muy rápido, daremos pasos en este camino.Entonces, muy pronto, necesitaremos mostrarle al mundo que entendemos el plan de la creación. Obviamente, no lo sabemos todo ya que lo alcanzamos escalando los peldaños del desarrollo. Y aun así, sabemos cómo llevarlo a cabo y cómo comenzar este proceso. Con respecto al resto, lo estudiamos sobre la marcha.
Entre nosotros, no hay individuos que hayan llegado a la línea final, lo cual no hace ninguna diferencia de todas formas. En esencia, aprendemos de cabalistas que nos hablaron acerca de todo este proceso, la historia entera de la humanidad. Aparte, nos dieron esta información hace milenios, pero hasta este día, sus palabras siguen siendo verdaderas.
Por lo tanto, sólo debemos escuchar qué leyes obedecer para rápidamente llegar a ser parte del sistema integral. Justo al revelarme como tal parte, todas las leyes comienzan a funcionar a través de mí. Comienzo a entender y experimentar qué está sucediendo en nuestro mundo. Veo a través de ello, las fuerzas que se ejecutan a través de mí; descubro qué las está causando, así como la esencia de su trabajo.
Está escrito, “Por tus acciones Te conoceremos”. La sabiduría de la Cabalá es un método puramente práctico que aplico solamente en mí mismo. No estudio ningún insecto en un microscopio, tampoco estudio el mundo externo. Por el contrario, revelo la sabiduría de la Cabalá y toda la creación en general en mí mismo. Ninguna ciencia es más práctica y experimental que la Cabalá.
Los cabalistas explican qué leyes deben seguirse para convertirnos en una parte activa de una totalidad más grande. Después de todo, la humanidad es simplemente una pequeña parte del enorme sistema del mundo del Infinito. Ellos hablan de leyes simples que necesitamos observar en el grupo. Debemos estructurarlo como un modelo en miniatura de una realidad integral, inmensa de manera que dentro de este modelo busquemos una oportunidad y nos esforcemos por actuar de acuerdo con las leyes básicas de la creación, propias de nuestro egoísmo y de la Fuerza de creación positiva.
Entonces el grupo llegará a ser un “área de construcción” para mí, una especie de “laboratorio” donde examino a los amigos y a mí mismo, donde nosotros, todos juntos y entre nosotros, trabajamos, construimos, creamos, y damos forma al mundo futuro, al mundo superior, y a la humanidad del mañana. Nuestros actos están en sincronía con el consejo de los cabalistas, y actuamos sólo experimentalmente, poniendo a prueba y verificando los resultados de nuestro trabajo.
(43710 – De la 2º lección, Convención de Roma del 21 de Mayo del 2011)
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