¿Qué sucede “tras los bastidores” de mis acciones, cuando durante la lectura del Libro del Zóhar estoy esforzándome más y más para volver a la intención y estos esfuerzos me parecen inútiles?Respuesta: De tus esfuerzos dependen tus cualidades de percepción, tu sensibilidad y entonces haces la revelación. Todo está ante de ti, solo la falta de sensibilidad no te permite descubrir este sistema de conexión entre las almas de la que habla el Libro del Zóhar. Tus esfuerzos y tu plegaria construyen dentro de ti los instrumentos de percepción para percibir este sistema.
Pregunta: Cada vez estoy intentando reconstruir mi intención, pero me parece que estoy aplicando los mismos esfuerzos y estoy sintiendo lo mismo que hace una semana, como si no se cambiara nada…
Respuesta: Supongamos que me encuentro entre músicos. Veo como están escuchando cada sonido, distinguen la combinación de los diferentes sonidos, veo cuanta importancia tiene esto para ellos. Mientras los miro, aprendo de ellos el modo de tratar los sonidos. Entonces, como resultado de mis esfuerzos, estoy sensibilizándome y empiezo a distinguirlos.
Después pregunto a los músicos y ellos me explican, pero yo no entiendo sus explicaciones. “La cuarta”, “la quinta”, “glissando”, “forte”, estas palabras no me dicen nada, igual que los incomprensibles términos del Libro del Zóhar.
¡Pero yo quiero comprenderlos! Y por lo tanto intento ser más receptivo a esto, sentirlo. Entonces, gracias a que nos encontramos en un sistema especial, singular; según mis esfuerzos, mi deseo, mi intención, empiezo a percibir. Así se desarrolla un niño: el quiere ser mayor, él juega sin descanso, investiga todo a su alrededor.
Nos asombramos: ¿Cómo pueden ver los niños el mismo dibujo animado, el mismo cuento miles de veces? Miles de veces lo es para nosotros, porque ya no estamos en desarrollo. Pero el niño vive en este cuento. Hoy está escuchando la Caperucita Roja y para él es un cuento totalmente nuevo, distinto al de ayer. Lo miras: “Bueno, te lo contaré, que se tranquilice, que disfrute…” ¡Pero él escucha este cuento cada vez renovado! Y aunque él también lo sabe de memoria, al repetirlo junto contigo, lo vive de nuevo. Digamos que tienes que comer hoy, aunque has comido ayer. ¡Lo mismo le sucede a él!
Por eso todo nuestro trabajo está en el desarrollo de la sensibilidad para obtener las nuevas cualidades de la percepción.
(De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 6/23/11, El Zohar)
Enciende la chispa de Luz
Baal HaSulam, “Matan Torá” (la entrega de la Torá): Aquí, ante nosotros hay una ley clara, que en todas las 612 Mitzvot (mandamientos) y en todos los escritos de la Torá no hay ninguno que se prefiera al mandamiento “Ama a tu amigo como a ti mismo”. Sólo el hombre existe en este mundo, y si él quiere corregir su relación con otro ser humano, entonces revela en sí mismo 613 formas de esta relación, lo que representa 613 deseos corruptos. Entonces, comienza a corregirlos a través de la Luz que Reforma por medio del estudio del sistema corregido. La Torá habla sólo sobre los estados corregidos, sobre el llenado de los “mandamientos”, es decir sobre las correcciones que hay que pasar.
La “Introducción al Libro del Zohar”, explica que la Torá se divide en 613 consejos y 613 depósitos. Se trata de 613 Luces que corrigen en nosotros los 613 deseos egoístas dirigidos a otro.
No estamos hablando ni de nosotros ni del mundo, sino sobre la relación con el otro. Al desear acercarme a él, alcanzarlo, revelo 613 deseos corruptos: Esta es la realización del mal. Entonces, yo quiero corregirlos y en respuesta a cada deseo viene una Luz correspondiente y realiza la corrección. Cómo lo hace exactamente, no lo sé, y este no es asunto mío. Sólo quiero revelar el mal y corregirlo en bien, pero le dejo los “detalles técnicos” a la Luz.
Como resultado, mis deseos se corrigen (obtengo la intención de otorgar en vez de la intención inicial de recibir) y se llenan con esta intención altruista. Esto significa que la Luz está presente en ellos.
En realidad, ¿Con qué puede ser llenado el deseo corregido? Puede ser llenado sólo con lo siguiente: yo quiero, y realmente puedo otorgar al otro. Este es el llenado que llamamos NRNHY. En principio, desde el lado del Creador quien creó el deseo de recibir, sólo le fue dada la pequeña Luz de Nefesh, una chispa, una pequeña Luz, que actúa en la realidad.
Hay sólo una chispa y el punto del deseo creado como “existencia a partir de la ausencia”. Todo lo demás, sin excepción, proviene sólo de la relación entre el Creador y la criatura, quien quieren encender la llama del amor entre ellos. De acuerdo con la ley del amor, esto es suficiente para dar al menos una fracción a quien me ama, y mi actitud añadida a este regalo hace que sea infinito.
Debemos darnos cuenta que al identificar los 613 deseos que se revelan en relación con el otro y al corregirlos de recepción hacia otorgamiento, obtenemos una gran vasija de otorgamiento. Y esto se basa en el mismo punto de “existencia a partir de la ausencia” que siente sólo su deseo por el placer. Tenemos este punto, y por encima de él, podemos construir una vasija enorme que es toda actitud, otorgamiento y amor.
Su esencia es ese mismo punto. La expansión, al ser imbuido con sensaciones, el deseo sigue siendo el mismo. Todo lo que tiene es la sensación de qué, cómo y de quien la recibe. En otras palabras, es la percepción de la actitud del Creador hacia ello. En las cuatro fases de la Luz Directa, sólo hay el deseo y la Luz de la primera fase. Todo lo demás proviene de la reacción, la respuesta de la criatura mientras percibe al Dador antes de ser llenada. Una vez que la primera fase (un punto del deseo con la pequeña chispa de la Luz de Nefesh) comienza a sentirse a sí misma por lo menos un poco, inmediatamente empieza a desarrollarse en relación con el Dador.
Por lo tanto, debemos entender que toda la vasija espiritual, el mundo espiritual entero, está basado en la interrelación entre la criatura y el Creador. Si anulamos esta relación, ya sea por nuestra culpa o no, permanecemos en nuestro pequeño y oscuro deseo, que es nuestra realidad.
(45924 – De la 5º parte de la lección diaria Cabalá del 6/21/11, “Matan Torá (la entrega de la Torá)”)
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