El ser humano es lo que hay por dentro
Publicado en 15 abril, 2013 a las 10:13 pm
Pregunta: Hay varios niveles de deseo en la persona. ¿Cómo clasificarlos?
Respuesta: Hablando en general, nosotros medimos las cosas de acuerdo a las Luces que entran en las vasijas cuando yo supero mi ego. Después de todo, no quiero estar en contacto con los demás en absoluto. Yo no quiero ni verlos, pero me supero y recibo, “compro” el deseo del otro, de la misma forma que el superior hace con el inferior para atraer el MAN sobre ellos (una petición por la corrección) y recibir MAD (en respuesta a esta petición) y pasarla a ellos. De esta manera yo me desarrollo, al desempeñar el rol de superior para los demás.
Pregunta: ¿Y cómo ocurre eso? En nuestro mundo de una vaca no se convierte en ser humano ni las hojas no crecen de las rocas…
Respuesta: Imaginen la vida de una persona: Ella se gradúa de la escuela y va a la universidad, se convierte en ingeniero, y luego en científico, y finalmente tiene el reconocimiento de todos. Si no obstante miramos su cuerpo, ocurre lo contrario, puesto que la persona se agota con el tiempo: Una vez tuvo gran cantidad de cabello y ahora no lo tiene, una vez fue potente y saludable, y ahora que está enferma.
Nosotros no vemos qué se le añadió en el nivel humano, dado que ella ha recibido eso de los demás. En nuestro mundo es imposible ver que desde aquí todos somos iguales en nuestra forma física, y que el ser humano en nosotros es nuestro nivel interno.
Para elevarnos a él, ustedes tienen que conectarse con los demás, con los amigos, en contra de su voluntad, en resistencia. Con el fin de hacer eso, yo tengo que elevarme por encima de mi ego y empezar a actuar en beneficio de los demás. Entonces empiezo a sentir al otro y pueden recibir sus deseos. Así establecemos nosotros la conexión del superior y del inferior, y yo puede desarrollarme y pasarle a él la Luz, el llenado.
(104755)De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 4/11/13, “Introducción al Libro del Zóhar”
Respuesta: Hablando en general, nosotros medimos las cosas de acuerdo a las Luces que entran en las vasijas cuando yo supero mi ego. Después de todo, no quiero estar en contacto con los demás en absoluto. Yo no quiero ni verlos, pero me supero y recibo, “compro” el deseo del otro, de la misma forma que el superior hace con el inferior para atraer el MAN sobre ellos (una petición por la corrección) y recibir MAD (en respuesta a esta petición) y pasarla a ellos. De esta manera yo me desarrollo, al desempeñar el rol de superior para los demás.
Pregunta: ¿Y cómo ocurre eso? En nuestro mundo de una vaca no se convierte en ser humano ni las hojas no crecen de las rocas…
Respuesta: Imaginen la vida de una persona: Ella se gradúa de la escuela y va a la universidad, se convierte en ingeniero, y luego en científico, y finalmente tiene el reconocimiento de todos. Si no obstante miramos su cuerpo, ocurre lo contrario, puesto que la persona se agota con el tiempo: Una vez tuvo gran cantidad de cabello y ahora no lo tiene, una vez fue potente y saludable, y ahora que está enferma.
Nosotros no vemos qué se le añadió en el nivel humano, dado que ella ha recibido eso de los demás. En nuestro mundo es imposible ver que desde aquí todos somos iguales en nuestra forma física, y que el ser humano en nosotros es nuestro nivel interno.
Para elevarnos a él, ustedes tienen que conectarse con los demás, con los amigos, en contra de su voluntad, en resistencia. Con el fin de hacer eso, yo tengo que elevarme por encima de mi ego y empezar a actuar en beneficio de los demás. Entonces empiezo a sentir al otro y pueden recibir sus deseos. Así establecemos nosotros la conexión del superior y del inferior, y yo puede desarrollarme y pasarle a él la Luz, el llenado.
(104755)De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 4/11/13, “Introducción al Libro del Zóhar”
La primera respiración
Publicado en 15 abril, 2013 a las 8:45 pm
Baal HaSulam, “El secreto de la gestación es el nacimiento”: Y esta es la señal de que una criatura es digna de la Luz de vida, ya que ella tiene el poder de realizar al menos una contracción por alguna razón, desde entonces, la Luz de vida aparece y realiza la expansión y se crea el primer movimiento de la vida. Por lo tanto, este movimiento no se detiene y la criatura cobra vida y movimiento.
Este primer movimiento es llamado un alma, es decir el espíritu de vida que uno respira, como se nos dice: “Y Él soplará en su nariz el aliento de vida”.
Pero los niveles inanimado, vegetativo y animado de la naturaleza no tienen el poder de realizar una contracción interior de ninguna manera. Por lo tanto, la Luz de vida no puede investirse en ellos ni llevar a una expansión.
Él dio una ley que no puede romperse, que sin las contracciones y expansión, la vasija no será capaz de extenderse más allá de sus límites. Por lo tanto, los niveles inanimado, vegetativo e animado de la naturaleza, están condenados a la muerte eterna.
El hablante es de hecho totalmente apto para la vida, pero él nace muerto, puesto que necesita una causa y un factor para operar en ella, y para llevar a cabo al menos la primera contracción, que es causada por el aire frío que viene de la Torá y las buenas obras.
La humanidad está dividida en los niveles: inanimado, vegetativo, animado y hablante, de acuerdo a las raíces de las almas en Maljut de Ein Sof (Infinito), según los cuatro niveles de la profundidad del deseo de ellos desde la primera fase la cuarta. Sólo si la cuarta y última fase se despierta en la persona, es una señal de que ella puede participar en el trabajo espiritual de manera activa e independiente.
Las otras personas que tienen un deseo en el nivel inanimado, vegetativo, y animado de la naturaleza, no puede despertarse para trabajar de forma independiente. Ellas son llevadas por la corriente de acuerdo a su nivel.
El nivel del hablante en la persona es llamado el punto en el corazón. Pero incluso si la persona ya ha nacido con un punto en el corazón y después de sus vidas anteriores ya está preparada para el trabajo espiritual, esto no quiere decir que puede despertarse por sí misma. Ella necesita algún factor externo que la obligue a realizar la contracción, como resultado de las presiones, la desesperación, y diferentes eventos desagradables que hacen que la persona se sienta bajo presión y amenazas. Estas presiones la obligan a pensar acerca de cómo puede trascender su naturaleza.
Así que un grupo de cabalistas pasa por diferentes estados desagradables. Las personas que ya han sido preparadas son incorporadas al grupo y quieren avanzar. Ellas no huyen de los problemas ni miran simplemente las cosas desde el costado, sino que participan activamente en la vida del grupo. Ellas sienten un viento frío, como resultado de los acontecimientos desagradables y los temores que las obligan a realizar la contracción.
El viento no es un estado inerte. Este saca a la persona del nivel inanimado de la naturaleza, al nivel vegetativo. El viento mismo es aire, pero su origen es Bina, el alma que la llena. De esta forma prueba primera vez la persona lo que es aire, lo que es la sensación en el nivel de Ruaj.
Este evento desagradable fuerza al viento frío en la persona, el cual hace que ella se contraiga. Pero al superar la contracción ella misma se expande, es decir que realiza la acción opuesta. Quiere recibir el aire frío sin congelarse y contraerse con temor, más bien expandiéndose en Jassadim y otorgamiento. Con el fin de hacer eso, ella tiene que elevarse por encima de este estado por medio de la fuerza de otorgamiento en adhesión con el Creador, y entonces, por primera vez puede realizar una respiración espiritual. El viento ha sido puesto en ella por la fuerza, y ya lo exhala y está lista para la nueva acción.
Después de varias acciones que podrían llamarse las plagas de Egipto, la persona empieza a “respirar” de forma independiente. Incluso podría estar lista para realizar por sí misma la “contracción”, lo cual es llamado “Yo despierto el amanecer y no es el amanecer el que me despierta”. Esto significa que ella no espera una razón externa, sino que empieza a respirar por sí misma. Por lo tanto ella se convierte en un alma viviente (Nefesh Jaya).(104770)De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 4/11/13
Este primer movimiento es llamado un alma, es decir el espíritu de vida que uno respira, como se nos dice: “Y Él soplará en su nariz el aliento de vida”.

Él dio una ley que no puede romperse, que sin las contracciones y expansión, la vasija no será capaz de extenderse más allá de sus límites. Por lo tanto, los niveles inanimado, vegetativo e animado de la naturaleza, están condenados a la muerte eterna.
El hablante es de hecho totalmente apto para la vida, pero él nace muerto, puesto que necesita una causa y un factor para operar en ella, y para llevar a cabo al menos la primera contracción, que es causada por el aire frío que viene de la Torá y las buenas obras.
La humanidad está dividida en los niveles: inanimado, vegetativo, animado y hablante, de acuerdo a las raíces de las almas en Maljut de Ein Sof (Infinito), según los cuatro niveles de la profundidad del deseo de ellos desde la primera fase la cuarta. Sólo si la cuarta y última fase se despierta en la persona, es una señal de que ella puede participar en el trabajo espiritual de manera activa e independiente.
Las otras personas que tienen un deseo en el nivel inanimado, vegetativo, y animado de la naturaleza, no puede despertarse para trabajar de forma independiente. Ellas son llevadas por la corriente de acuerdo a su nivel.
El nivel del hablante en la persona es llamado el punto en el corazón. Pero incluso si la persona ya ha nacido con un punto en el corazón y después de sus vidas anteriores ya está preparada para el trabajo espiritual, esto no quiere decir que puede despertarse por sí misma. Ella necesita algún factor externo que la obligue a realizar la contracción, como resultado de las presiones, la desesperación, y diferentes eventos desagradables que hacen que la persona se sienta bajo presión y amenazas. Estas presiones la obligan a pensar acerca de cómo puede trascender su naturaleza.
Así que un grupo de cabalistas pasa por diferentes estados desagradables. Las personas que ya han sido preparadas son incorporadas al grupo y quieren avanzar. Ellas no huyen de los problemas ni miran simplemente las cosas desde el costado, sino que participan activamente en la vida del grupo. Ellas sienten un viento frío, como resultado de los acontecimientos desagradables y los temores que las obligan a realizar la contracción.
El viento no es un estado inerte. Este saca a la persona del nivel inanimado de la naturaleza, al nivel vegetativo. El viento mismo es aire, pero su origen es Bina, el alma que la llena. De esta forma prueba primera vez la persona lo que es aire, lo que es la sensación en el nivel de Ruaj.
Este evento desagradable fuerza al viento frío en la persona, el cual hace que ella se contraiga. Pero al superar la contracción ella misma se expande, es decir que realiza la acción opuesta. Quiere recibir el aire frío sin congelarse y contraerse con temor, más bien expandiéndose en Jassadim y otorgamiento. Con el fin de hacer eso, ella tiene que elevarse por encima de este estado por medio de la fuerza de otorgamiento en adhesión con el Creador, y entonces, por primera vez puede realizar una respiración espiritual. El viento ha sido puesto en ella por la fuerza, y ya lo exhala y está lista para la nueva acción.
Después de varias acciones que podrían llamarse las plagas de Egipto, la persona empieza a “respirar” de forma independiente. Incluso podría estar lista para realizar por sí misma la “contracción”, lo cual es llamado “Yo despierto el amanecer y no es el amanecer el que me despierta”. Esto significa que ella no espera una razón externa, sino que empieza a respirar por sí misma. Por lo tanto ella se convierte en un alma viviente (Nefesh Jaya).(104770)De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 4/11/13
Crecer para ser humano
Publicado en 15 abril, 2013 a las 7:07 pm
Nuestro deseo de recibir está dividido en cuatro niveles: inanimado, vegetativo, animado y hablante. Ellos son muy diferentes en su capacidad de análisis. En la parte inferior del nivel inanimado, la persona todavía no entiende lo que está haciendo. Después de eso, cuando se eleva a los planos más altos de este nivel, ella ya entiende, siente y concuerda con que todo su trabajo debe construirse sobre la anulación de sí misma. De modo que trata de percibir de alguna manera que el Creador está actuando dentro de ella y de identificarse con Él con el corazón y el alma.
Este no es un nivel simple, si estamos hablando de una persona que anhela realizar este estado. Aun cuando yo no haya alcanzado todavía una sensación, una comprensión y una percepción de la espiritualidad, de todas maneras la deseo. Yo quiero sentir cómo el Creador me activa y me controla en cada célula, en cada deseo, en cada pensamiento. Quiero sentirme yo mismo “investido” en Él y por supuesto no sentir ninguna resistencia a esto, sólo un acuerdo total con esta “servidumbre”.
Esto es lo que nosotros logramos en el estado “embrionario” y de aquí continúa el desarrollo.
Por otro lado, en el nivel vegetativo, yo ya alcanzo activamente la sensación de identificación con el Creador. Experimento un período de falta de deseo, de oposición y de dependencia del tiempo, movimiento y ubicación, del tipo de llenado. Yo mismo debo llevarme a un acuerdo, y este acuerdo es siempre en contra mi naturaleza. Por lo tanto, me construyo yo mismo de modo que al final sea capaz de ser humano y a lo largo del camino atravieso las etapas apropiadas, pequeñas, inmaduras.
El nivel hablante es completamente diferente de los niveles anteriores. Aquí, yo estoy listo por mí mismo para incrementar mi deseo a través de los demás, no como antes cuando sólo actuaba personalmente. Yo estaba por mí mismo dentro de mi naturaleza y sólo desarrollaba esto cada vez más. Ahora, empiezo a crecer más allá de esos niveles que recibí de la naturaleza. En todo momento, tengo las posibilidades de recibir, de adquirir deseos y deficiencias desde el exterior y transformarlos de una intención egoísta a una intención altruista. Este es el nivel humano.
Por consiguiente, nosotros no vemos este nivel en nuestro mundo porque es diferente al nivel animado anterior y no se encuentra dentro del cuerpo. Mi cuerpo lleva una existencia bestial pero si trabajo y adquiero deseos sociales del entorno y yo los lleno a través del otorgamiento, entonces, gracias a ellos crezco y por tanto comienzo a ser como el Creador. Esta habilidad de atraer las deficiencias del otro, de hecho, hace posible que yo los transforme en otorgamiento en el mundo espiritual y en el mundo físico nosotros intercambiamos nuestros deseos mezquinos, los cuales sólo traen problemas, destrucción y crisis.
(104758)De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 4/11/13, “Introducción al Libro del Zóhar”
Este no es un nivel simple, si estamos hablando de una persona que anhela realizar este estado. Aun cuando yo no haya alcanzado todavía una sensación, una comprensión y una percepción de la espiritualidad, de todas maneras la deseo. Yo quiero sentir cómo el Creador me activa y me controla en cada célula, en cada deseo, en cada pensamiento. Quiero sentirme yo mismo “investido” en Él y por supuesto no sentir ninguna resistencia a esto, sólo un acuerdo total con esta “servidumbre”.
Esto es lo que nosotros logramos en el estado “embrionario” y de aquí continúa el desarrollo.
Por otro lado, en el nivel vegetativo, yo ya alcanzo activamente la sensación de identificación con el Creador. Experimento un período de falta de deseo, de oposición y de dependencia del tiempo, movimiento y ubicación, del tipo de llenado. Yo mismo debo llevarme a un acuerdo, y este acuerdo es siempre en contra mi naturaleza. Por lo tanto, me construyo yo mismo de modo que al final sea capaz de ser humano y a lo largo del camino atravieso las etapas apropiadas, pequeñas, inmaduras.
El nivel hablante es completamente diferente de los niveles anteriores. Aquí, yo estoy listo por mí mismo para incrementar mi deseo a través de los demás, no como antes cuando sólo actuaba personalmente. Yo estaba por mí mismo dentro de mi naturaleza y sólo desarrollaba esto cada vez más. Ahora, empiezo a crecer más allá de esos niveles que recibí de la naturaleza. En todo momento, tengo las posibilidades de recibir, de adquirir deseos y deficiencias desde el exterior y transformarlos de una intención egoísta a una intención altruista. Este es el nivel humano.
Por consiguiente, nosotros no vemos este nivel en nuestro mundo porque es diferente al nivel animado anterior y no se encuentra dentro del cuerpo. Mi cuerpo lleva una existencia bestial pero si trabajo y adquiero deseos sociales del entorno y yo los lleno a través del otorgamiento, entonces, gracias a ellos crezco y por tanto comienzo a ser como el Creador. Esta habilidad de atraer las deficiencias del otro, de hecho, hace posible que yo los transforme en otorgamiento en el mundo espiritual y en el mundo físico nosotros intercambiamos nuestros deseos mezquinos, los cuales sólo traen problemas, destrucción y crisis.
(104758)De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 4/11/13, “Introducción al Libro del Zóhar”
No hay comentarios:
Publicar un comentario