LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

29.4.16

¿Qué son las “Diez plagas de Egipto”?


Respuesta: El propósito de la creación es llegar al siguiente nivel de existencia, al mundo superior. Mientras vivimos en la Tierra, tenemos que sentir el mundo superior, sentir el sistema de dirección, al Creador de todo lo que existe en este mundo y que está oculto.
El egoísmo, que es nuestra base, la fuerza enorme de la naturaleza que debemos trascender, es lo que nos “guía”. Por una parte, el ego nos eleva; por otra, no nos libera. Después de todo, si nos fuera a guiar, como de costumbre, dentro de sí mismo, a través de todas las configuraciones y estructuras por las que hemos pasado en el transcurso de la evolución humana -la era primitiva, la era de la esclavitud, la era feudal, la era capitalista y la era socialista- no quedaría claro hacia dónde continuar.
Pero el egoísmo pone un “muro” frente a nosotros, no podemos movernos más allá; así, la fase actual es llamada “la última fase del desarrollo humano en la Tierra”. En otras palabras, por una parte el egoísmo requiere que nos conectemos, que nos unamos, pero por otra, no nos deja unirnos. Por lo tanto, la única solución a la que podemos llegar es trascender al “faraón” (egoísmo), por encima de Egipto hacia el siguiente nivel de existencia, al sistema más elevado de dirección.
Esto es de lo que habla la sabiduría de la Cabalá. Esto es lo que debemos alcanzar. Las “Diez plagas de Egipto” existen con el fin de romper completamente con el egoísmo. Es así porque nuestro egoísmo tiene diez partes, que son las diez Sefirot: Keter, Jojma, Bina, Jesed, Gevurá, Tiferet, Netzah, Jod, Yesod y Maljut. Cada una nos “describe” un tipo particular de existencia dentro del ego.
Debemos, gradualmente, liberarnos de esas diez Sefirot, de esos diez modos de existencia. Eso sucede cuando comenzamos a ver que todas son finitas, incompletas, que nos llevan a un callejón sin salida, sin darnos ninguna esperanza de continuar nuestra existencia dentro del ego.
La fase final de cada uno de esos diez niveles, esas características, esas partes de nuestro ego, son las diez plagas de Egipto. Después de ellas ya no es posible permanecer dentro del ego. En su lugar debemos levantarnos y huir de ellas a ciegas. En el nivel presente, no podemos ver el siguiente nivel. Por eso, la huida de Egipto sucede a media noche, en oscuridad total.
Las diez plagas de Egipto son, de hecho, la separación de nuestro egoísmo, cuando huimos en la oscuridad y no es claro hacia dónde vamos ¡Lo principal es que huímos! Y, gradualmente desarrollamos una nueva vida, un nuevo mundo, dimensiones nuevas, eternas, infinitas y perfectas.
Pregunta: ¿Es posible arreglárnoslas sin las diez plagas?
Respuesta: No. En realidad no es dolor sino descubrimiento, iluminación ¡Las plagas pasan sobre nuestro ego y en esos estados nos elevamos sobre él!
Comentario: Resulta que si me identifico con el ego, siento las plagas. Pero si me elevo por encima, es decir, me identifico con Moisés que nos guía, no las siento.
Respuesta: Así es como funcionan las plagas. Obligan a la persona a elevarse por encima de ellas y entonces, deja de sentir el ego. Si la persona es elevada por encima del ego, deja de sentirlo. Así comienza una nueva vida, relajada.
Entonces de hecho, las diez plagas no son realmente plagas. Son el obsequio más grande que el Creador le da a una persona, la saca del egoísmo por la fuerza Entonces, ¡adelante, huyamos y ganemos un nuevo mundo!
[181795]De Kabtv “Noticias con Michael Laitman” 12/abr/16

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