LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

2.11.09

El Rezo que debemos elevar.


El rezo,
la carencia que yo alzo
Extracto de la lección diaria de Cabalá

28.10.2009
Rezo se le llama a la parte del deseo que yo quiero corregir.
El rezo no es bla, bla, bla, bla, palabras... ni gritos, suplicas, golpear el corazón...

Rezo es una carencia clara, examinada que yo alzo hacia lo alto mientras digo “corrígemelo porque ya no lo puedo aguantar”.
Sí.
Estudiante:
¿Cómo uno puede averiguar la parte con la que sí puede trabajar y la parte con la que no puede trabajar?



Rav: Haz un intento con el 100% de tu deseo. ¿Qué problema tienes?
Trata de trabajar con el 100% de tu deseo, cuanto puedas, en todas sus expresiones,
con todas las codicias, todos los deseos, todos los llenados, todas las posibilidades,

y luego...

...pero ¡hazlo con respecto al grupo! No así nomás en tu vida... sino, hacia el grupo, en el lugar donde hubo rompimiento... no así nomás donde se me ocurre.
Tú no tienes que sobreponerte a un pedazo de pollo en tu plato...
Tienes que sobreponerte a tu propio rechazo de los amigos, sólo a eso...
con el pollo no tuviste ningún rompimiento...espero... no sé....
La rotura es con tus amigos... con las almas... con el ajeno...
No está escrito, “ama a tu pollo como a ti mismo”, sino, “ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Estudiante:

¿Y esa es la parte que alzamos hacia el Superior?

Rav: La parte que quieres que sea corregida y que esté conectada con la sociedad, es lo que tú elevas al Superior, la parte que tú quieres que se haga para otorgar. Y con las demás partes, no. No puedes hacerlo. Las restringes.
Trabajar hacia el grupo
Antes de la rotura, todo era yo.
Después del rompimiento y como resultado de ello, se hizo en mí una imagen interna donde existo yo, y hay algo por fuera de mí.
Cuando yo me siento a mí mismo y a lo que yo siento por dentro, se le llama ESTE MUNDO.
Lo que yo siento como a mí mismo ahora, son mi parte animal y el punto en el corazón,
que está de todas maneras vestido en mí ahora, en mi parte corporal.
Pero mi alma entera, está por fuera de mí.

Es todo el mundo, TODO EL MUNDO, todos los demás deseos existentes -inmóvil, vegetal, animal y hablante- a parte de mí, todos ellos constituyen mi alma.
Yo tengo que conectármelos a mí, como si fueran míos, entonces aquí ya trabajo en contra de mi ego que los rechaza, y que se opone de una manera muy intensa.
Y yo tengo que conectármelos a mí en contra del rechazo, es decir, superarlo.
Y lo que voy a sentir en la conexión que se establezca por encima de esta superación, es lo que vamos a llamar ESPIRITUALIDAD, el Mundo Espiritual.
Así que todo mi trabajo se realiza respecto al grupo.
Suplicar al creador
Estudiante:

¿Dónde está la súplica al Creador en el dibujo? ¿Acaso se realiza cuando nos volcamos hacia el grupo?
Rav: El pedido siempre tiene que ser: llegar al Creador a través del grupo.
El Creador tiene que ser primero en mis intenciones. Y el entorno, como un medio para lograrlo, como el estímulo.
La adhesión con el Creador es el objetivo.
Ahora, para que podamos adherirnos a Él, el Creador rompió el alma en muchos fragmentos. Para que en nuestro trabajo recíproco estemos constantemente pensando “nosotros ahora podemos adherirnos a Él, en el trabajo entre nosotros es posible de realizar”.
Entonces, te resulta que “Israel, la luz y el Creador son uno”. Tienes que mantener estos tres juntos todo el tiempo. Esto es imprescindible.
Sino, ¿para qué necesito el grupo, así nomás? No.
Está escrito: “ama a tu prójimo como a ti mismo es una gran ley (o colectividad) en la Tora”. Que es un total, una inclusión colectiva, abarcadora, ya es un Kli, una vasija para la Luz. ¿Entiendes?
Y no así nomás “ama a tu prójimo como a ti mismo”, como se usa por los grupos de “almas generosas”...

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