El aceite es nuestra materia, el deseo de disfrutar, el contenido del recipiente (Kli). No puede inflamarse sólo con la Luz que atraemos desde fuera. Solamente es posible con la ayuda de la mecha que debe estar sumergida en aceite, pero una parte tiene que sobresalir porque la mecha simboliza la pantalla que construimos fuera de nuestro deseo egoísta (fuera del aceite).
La única parte del deseo egoísta que puede brillar (estar en contacto con la Luz Superior) es la parte que podemos incluir dentro de la pantalla, o sea, únicamente el aceite que empapó la mecha puede arder. Pero esto sólo puede suceder a condición que el aceite no impregne la mecha; únicamente un parte de la mecha sube por encima del nivel del aceite (el egoísmo), se eleva hasta Bina, al encuentro con la Luz, el otorgamiento. Sólo así será posible que brille.
La Luz emana de la parte superior de la mecha en donde ésta sobresale y pierde contacto con el aceite, el egoísmo. La Luz Reflejada es el fuego que se eleva y alcanza a Keter de los diez Sefirot de la Luz Reflejada. Allí casi si existe alguna conexión entre la Luz Reflejada y la fuerza del deseo de recibir, el egoísmo, del cual procede la fuerza para inflamarse. El aceite sube por la mecha y sólo allí se logra el contacto, la semejanza de las cualidades entre el aceite de la mecha y la Luz. Es precisamente unidos que pueden brillar. La Luz no puede manifestarse hasta que no se une con la mecha y el aceite dentro de ella.
Imaginando la vela encendida se puede entender el trabajo interno de una persona en el camino espiritual y lo que tenemos que hacer para que nuestra alma alcance la semejanza con la Luz, el Creador. El deseo no desaparece, sino que debe estar totalmente adherido a la pantalla, a la mecha. De ella creamos la línea media dentro de nosotros, a tal punto de que somos capaces de introducir el aceite (el deseo) dentro de la mecha.
La pantalla puede incluir sólo una pequeña porción del deseo. La mecha simboliza el eje, la línea fina, con la cual se mide la similitud entre nuestro deseo y la Luz. La pantalla, o la línea media, se construye con estas dos fuerzas: el aceite y la mecha, la línea izquierda y la derecha. La línea derecha es el otorgamiento, la Luz, y la izquierda es la recepción, el aceite.
La línea media, que creamos de las dos Cualidades Superiores de recepción y otorgamiento, se llama el alma.
El milagro es la conexión que no entiendo entre una acción y un resultado; es cuando mi acción de pronto provoca un resultado totalmente improbable pero maravilloso. Esto es lo que significa el versículo, “Me afané y encontré”. Debemos esforzarnos durante los estudios y tratar de descubrir dentro de nosotros todo lo que se está discutiendo. Pero lo que encontraremos será totalmente inesperado, aunque hablamos sobre ello y estamos a la espera de que suceda. Cuando lo recibamos, nos sorprenderá que no hayamos podido imaginar este descubrimiento. Por eso es que decimos que se trata de un milagro.
¿Qué es la vasija de aceite que tengo que encender? Se refiere a las cualidades que tengo que descubrir dentro de mí. El aceite es mi deseo de disfrutar. Tengo que entender la forma de encenderlo, cómo crear una nueva mecha con mis esfuerzos para que la mecha sobresalga. La mecha es mi rechazo a utilizar mi deseo directamente, recibir para mi propio beneficio; quiero usarlo igual que lo hace la Luz. Por esto es que extraigo una mecha del deseo, que incluye un poco de mi deseo de recibir, pero sólo lo suficiente para que pueda ser semejante a la Luz y cancelar mi egoísmo. Estoy preparado para consumirlo por el bien de los demás.Por ahora, sólo estoy dispuesto a otorgar una delgada y fina mecha. Y constantemente tengo que verificar y asegurarme que no estoy haciéndolo para mi mismo. Todo el tiempo creo que lo he logrado, pero resulta que no es así. Eso sucede una y otra vez, porque constantemente revelo nuevos deseos egoísta en mi interior. Así es como gradualmente los discierno todos y finalmente creo una mecha dentro de mí: una línea fina (Kav Dav) de mis deseos, tendiéndose hacia el Creador. El extremo superior o cualidad de esta mecha es semejante a la Luz y así es como se enciende y la oscuridad brilla como la Luz.Si puedo imaginar este estado dentro de mí, dentro de mis deseos y cualidades, significa que ya estoy allí. Significa la llegada de Januka, la festividad de la Luz. Una velita se enciende dentro de mí. Dentro de mi enorme deseo egoísta, allí se encuentra una diminuta parte en donde se enciende el otorgamiento.Esta parte de mi deseo anhela disfrutar con la Luz que puede brillar en él y que se llama mi alma. Es muy pequeña por ahora, pero al continuar corrigiendo mi gran deseo, gradualmente lo convierto en Luz.Todo nuestro trabajo espiritual radica en descubrir estas cualidades en nuestro interior.
(Extracto de la lección sobre la Carta de Rabash, correspondiente al 13 de diciembre 2009).

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