Los cabalistas han elegido el lenguaje de las ramas, porque nos encontramos en el egoísmo y nos imaginamos el mundo material.
Si queremos elevarnos de lo material a las fuerzas —a la imagen verdadera de la realidad—, entonces, recibimos la posibilidad de aplicar esfuerzos y tratar de imaginar las cualidades espirituales detrás de cada palabra de El libro del Zohar.
Por este esfuerzo de ver lo espiritual, expresas tu deseo de cambiarte, para que llegue cierta fuerza, la Luz Superior, que actuará sobre ti y te cambiará.
Entonces, sentirás que tus propiedades interiores se corrigen y ganan sobre lo material, comenzarás a vivir en el mundo interior, es decir, en el mundo de las fuerzas y las cualidades del alma.
Aunque de ellas se cuenta con las palabras de este mundo, como si se tratara simplemente de lo material…
Todos los cinco mundos —desde mundo del Infinito y hasta nuestro mundo—, son semejantes por su estructura. La diferencia está sólo en la materia de cada mundo, no en los detalles particulares y en la forma de unión entre las materias.
En realidad, hay sólo un sistema: el mundo del Infinito. Todos los otros mundos son el mismo mundo del Infinito, pero con enlaces deteriorados entre sus elementos.
Cada mundo consiste de las mismas partes, que están conectadas entre ellas por los mismos enlaces. Pero estos enlaces se hacen más débiles en cada mundo, desde el superior al inferior.
Por eso, cuando nos cuentan sobre algo con palabras de este mundo, es necesario tratar de aplicar todo este relato al mundo más alto.
Aunque no recibiré ningún conocimiento real sobre este mundo, sino que simplemente desearé discernir algo superior detrás de todas estas palabras. Esto ya será suficiente para atraer Luz Superior desde aquel mundo; allí esta Luz es interior, pero para mí es circundante.
Esta Luz comienza poco a poco a corregirme y me ayuda a elevarme en mis sentimientos y mi comprensión sobre aquel mundo, desde el que llega la Luz. Así trabaja esto.
(Extracto de la lección sobre El libro del Zohar, correspondiente al 08 de marzo 2010).
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