El autor es el dueño del libro. La unión del autor y el libro se descubre como “el relato”.
Es necesario “recibir el relato”, o sea la Torá junto con el Dador de la Torá.
¿Nos percibimos en alguna realidad y debemos descubrir lo que significa?
¿Es una ilusión o la verdad?
En mí se desarrolla algún programa en una cadena de causa y efecto, pero ¿quién es su autor? ¿Podré conocer al autor de la historia que estoy leyendo dentro de mí?
El mismo libro (toda esta realidad) ya existe antes de que empezara a leerlo y descubrirlo.
Pero todos los descubrimientos están en mí, dependen de como leo esta historia, de como paso por este libro de principio a fin, y de mis impresiones.
Y dentro de este relato, en la media de mi conocimiento e inclusión en él, descubro al autor del libro.
Entro dentro de este libro, y su historia empieza a construirme y me prepara además para ser su autor (escribano).
La historia es la Torá que nos lleva al descubrimiento completo de todo el libro, en el cual nos encontramos junto con el Dador de la Torá.
Cada uno de nosotros descubre el libro de nuevo individualmente, pero necesita al maestro que le ayuda a leerlo.
En nuestro mundo, el adulto lee el libro al niño hasta que este aprende a leer solo.
Igual en la ciencia de la Cabalá, el adulto(espiritualmente) tiene que ayudar al niño, porque es imposible descubrirlo solo. Esto se produce únicamente por la transmisión del maestro al alumno.
Así, cada uno de nosotros aprende a leer este libro, y pasa a través de toda la historia para descubrir en él a su autor.
Hasta que no aprenda a leer solo y no termine todo este camino, no descubriré el libro y a su autor, ya que sólo es posible en la semejanza a Él.
Poco a poco yo mismo me convierto en autor porque escribo la Torá en el material de mi deseo, que cada vez adquiere las nuevas formas de las letras.
Aunque el libro ya está escrito por su Autor, yo mismo me convierto en su autor. Pasando este relato de principio a fin, me comparo y me uno con el libro, con su autor y la historia.
Nota: En hebreo existe la palabra Sofer que significa el escritor (el autor) y el escribano.
Se considera que el autor es sólo el Creador, el cual escribió un único libro que incluye todo, la Torá.
Nosotros tan sólo la copiamos (descubrimos), cada uno dentro de sí mismo.
El descubrimiento siempre es personal y no lo podemos recibir de nadie, sólo podemos aprender a leer de él.La lectura y la escritura pertenecen al nivel humano. Cuando empezamos a leer, nos encontramos en el nivel animal. Por esto necesariamente alguien debe enseñarnos a leer.Necesitamos a alguien que se encuentre en el escalón del “hombre”, que nos ayude a subir hasta el nivel humano y nos enseña a leer y escribir.El libro es toda la creación, desde su plan inicial hasta su última acción.Pero para descubrir este plan, el hombre debe pasar a través de la historia y escribirla en su corazón (“Escribe toda la Torá en tu corazón”), preparando sus vasijas espirituales.Leyendo la Torá el hombre aprende del superior, y escribiéndola se convierte en semejante y empieza a entenderle. Así sube al escalón de la idea de la creación, al final del libro.El libro es la idea de la creación que se conoce al final. El relato lo leemos y reescribimos en nosotros mismos, cambiando nuestros deseos y construyendo de ellos las letras.Así nosotros mismos nos convertimos en autores al descubrir su Autor. Hacemos una copia del libro, en esto consiste todo nuestro trabajo.El autor no inventa el libro de su cabeza, ante él ya está un libro completo de los cielos, y lo copia.No trabaja con su propia mente, ni siquiera sabe leer y escribir y tiene que primero aprender.Pero si aprendemos a leer y escribir y copiamos en nosotros mismos toda la creación —detrás del Creador—, recibiremos el titulo de autor.¡El Creador no es el autor porque Él no ha escrito nada! Todo se realizo en su único pensamiento.Pero nosotros descubrimos su idea en nuestros deseos corregidos. Por eso, su pensamiento se separa para nosotros en el libro, el autor y el relato.Si aprendo a leer, su pensamiento empieza a descubrirse en mi material. Y yo lo leo en mí en la medida de mi aproximación con este pensamiento, copiándolo sobre mi mismo.La idea de la creación es la línea derecha, mi material es la línea izquierda, y yo en lalínea media copio esta idea a mi línea izquierda.El libro, el autor y el relato son el Creador, la creación y la relación entre ellos, que se llama Torá.
(Extracto de preparación a la lección sobre el libro Shamati, correspondiente al 18 de abril 2010).
No hay comentarios:
Publicar un comentario