Publicado en enero 30, 2012 a las 8:30 pm
Baal HaSulam, “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot”: Un ocultamiento significa que él cree en la Providencia de recompensa y castigo. Aun así, por la acumulación de sufrimiento, él algunas veces llega a pensamientos de transgresión. El deseo egoísta presiona a la persona y la leve revelación de la parte posterior del Creador no es suficiente para él. Pero él aún se contiene tanto como puede.
Esto porque aun cuando él cree que el sufrimiento vino a él como un castigo, aun es como alguien que ve a su amigo desde atrás, y puede dudar y confundirlo con otro. Y esos pecados son sólo errores, ya que, como un todo, él si cree en la Providencia de recompensa y castigo. ¿Entonces qué son esos estados? Supongamos que el deseo egoísta de la persona pesa 100 kg y la Luz le da sólo 50 kg de poder de resistencia. Si restamos los 100 kg de maldad de los 50 kg del poder de la Luz, el resultado será igual a menos 50 kg. Esos 50 kg de ego operan dentro de la persona y la rebajan al nivel de los errores. Si todos los 100 kg de ego fueran dejados libres dentro de nosotros, la persona podría encontrarse en el nivel de los pecados. Si estoy totalmente bajo control de mi deseo egoísta, este es el nivel de los pecados. Aquí están mis vasijas, las que reciben y las que otorgan, operan con la intención con el fin de recibir. Pero si algunas de mis vasijas pueden restringirse sin temor, entonces estoy en el nivel de los errores. Todo depende de la revelación del Creador, de la manera en la que Él aparenta ser para mí. Este mecanismo no funciona en nuestro mundo. Aquí sólo nos contiene la amenaza de un golpe al ego: ya sea una sensación de vergüenza, o que nuestro orgullo puede ser herido, o incluso un daño físico. Por otra parte, en el mundo espiritual el castigo es la incapacidad de otorgar. La amenaza de la incapacidad de otorgar contiene a la persona.Baal HaSulam, “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot”: Un ocultamiento significa que él cree en la Providencia de recompensa y castigo. Aun así, por la acumulación de sufrimiento, él algunas veces llega a pensamientos de transgresión. El deseo egoísta presiona a la persona y la leve revelación de la parte posterior del Creador no es suficiente para él. Pero él aún se contiene tanto como puede.
En total, todo depende de cuánto me influya la Luz, en cuántas de mis vasijas quiero otorgar. En correspondencia, estoy en el nivel de un “justo” o de un “malvado”.
¿Tengo libre albedrío aquí? Depende de si puedo demandar que la Luz me influya tanto como sea posible.
Por ejemplo, tengo un deseo egoísta “cruel” que pesa 100 kg y estoy dispuesto a corregirlo sólo 10 kg porque simplemente no puedo pedir una corrección mayor; no puedo resistirme a todos los placeres y ponerlos bajo la intención de otorgar. Incluso si estoy incorporado en el grupo, no estoy dispuesto a deshacerme de todo mi egoísmo. Cuando mucho, estoy dispuesto a “cortar los bordes”, a deshacerme de la “grasa que sobra”, y no más que eso; es todo lo que puedo pedir ¿Entonces qué sigue? ¿Mi petición será aceptada en esa forma tan egoísta?
Cada uno debe tratar de responder esta pregunta por sí mismo.
(67602 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/25/12, “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot”)
El auto sacrificio por encima del amor y del odio
Publicado en enero 30, 2012 a las 8:00 pm
Todo nuestro trabajo es escalar los niveles, donde cada nivel está totalmente separado del previo. Tal escalera es creada durante la cascada de arriba hacia abajo, en el que Maljut del superior se convierte en Keter del inferior. Y así es como tiene lugar la transición de un estado a otro, incluso si aún no es un ascenso en los grados espirituales. Es una verdadera transformación, y el cambio por el que pasa nuestra materia es tan exhaustivo y completo, que dejamos de entendernos durante la transición de un estado a otro. Esto es porque todos esos estados están hechos del cambio en la cantidad de Luz que evoca nuestro deseo de recibir, y ambos, la Luz y el deseo, dan a luz a un nuevo nivel, a un nuevo estado.
Cuando estamos en el nivel nuevo, no nos quedamos con nada del estado previo excepto por las Reshimot (genes de información) que hicieron surgir este nuevo estado. Estas también están ocultas. Esto significa que no hay nada del estado previo en el nuevo estado espiritual. Sentimos que sucede de esta manera incluso antes de entrar al mundo espiritual; tenemos que estar de acuerdo con todas las etapas por las que pasamos, y aprender de ellas qué es realmente la transición espiritual al movernos de un mundo a otro. Cada nivel es en realidad un mundo en sí mismo. El problema es que hay dos elementos en cada nivel: el deseo de recibir y el deseo de otorgar, que son dos opuestos que se contradicen, las líneas derecha e izquierda, cada una con su propia cáscara. Tenemos que convertirnos en la línea media que conecta las dos en ella, que las controla y que está por encima de ellas. La cascada de arriba hacia abajo tiene lugar de la siguiente manera: Jojma (en la derecha), Bina (en la izquierda), y después Da’at (sabiduría) (abajo, en la mitad). Y así se forma un triángulo con un vértice hacia abajo. Durante el ascenso de abajo hacia arriba está Jojma (en la derecha) y Bina (en la izquierda) y después Keter (en la parte superior, en el medio), porque sólo queremos elevarnos. Cada vez es el resultado de Jojma y Bina, Jassadim y Guevurot, temor y amor, y siempre por encima de ellos. Y entonces siempre hay un problema de cómo combinar esos dos componentes que se contradicen entre sí, hasta que el tercero llega y decide. El tercer componente viene de Arriba en la forma de la revelación del Creador, luego que la persona ve que no puede reconciliar los dos en absoluto. Por lo tanto, se requiere del auto sacrificio tanto en temor como en amor. En el temor es más difícil de alcanzar que en el amor, porque el amor también absorbe el alma y ambos actúan de la misma manera. Si amo a alguien, estoy totalmente dedicado a él y deseo conectarme con él. Así es como nos parece en este mundo, porque amamos lo que le gusta a nuestro deseo de recibir. Pero en el mundo espiritual amo lo que es odiado por mi egoísmo, como se dice: “el amor cubrirá todos los pecados”. Esto significa que el auto sacrificio también es difícil en el amor, pero en el odio es totalmente imposible. Odiar y dar mi alma es llamado usar mis vasijas de recibir con el fin de otorgar ¿Entonces cómo puedo unir a mis más odiados enemigos que también me odian, y otorgarles a todos el bien que sólo puedo hacer a las personas que más amo y que son más cercanas a mí?
Esto sólo puede hacerse por alguna meta adicional que justifica todo lo demás. Pero si la meta es la acción en sí, es simplemente imposible. Esto significa que se espera aquí un ascenso muy difícil, por encima de todas las cuentas personales. Nos acercamos a ello gradualmente, tal vez no mediante la Luz, que es el camino más corto y agradable, sino en un camino más largo que incluye sufrimientos y que es llamado “Derej Eretz”, (el camino de la tierra). Eventualmente, sin embargo, llegamos a la meta, porque la Luz superior opera en cada acción que llevamos a cabo y decide entre las dos partes que rivalizan.
Por lo tanto, aun cuando tengo que dar mi alma tanto en temor como en amor, estos llegan alternadamente, hasta que nos elevamos y somos capaces de conectarlo todo. Entonces puedes estar en un estado de auto sacrifico también en el temor, justo como en el amor.
(67721 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/26/12, Shamati # 219)
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