LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

18.3.16

¿Para qué necesito este mundo?

Hay dos fuerzas en la naturaleza: la recepción y el otorgamiento.Estas dos fuerzas forman imágenes en nuestro deseo de disfrutar, como en una pantalla de ordenador. Proyectan la imagen del mundo, que se compone de mí y de todo a mí alrededor. Como escribe Baal HaSulam, en la parte posterior de nuestro cerebro hay una pantalla, a través de la cual se percibe una imagen del mundo.
Esta imagen se ha creado con la ayuda de dos fuerzas: una de recepción (izquierda) y otra  de otorgamiento (derecha). La combinación de ambas sobre mi material egoísta muestra la imagen completa de lo que es la realidad para mí. Puedo sentirlo, veo una imagen, por así decirlo, y tengo la impresión de que esta imagen, esta realidad, existe fuera de mí. Yo mismo proyecto mi imagen interna frente a mí. Así es como “veo el mundo.” Es como si la recuperara desde dentro de mí mismo y la proyectara hacia fuera.
¿Por qué estoy construido de esta manera? ¿Por qué veo mi mundo interior en una forma externa? Es para que podamos tratarlo egoístamente, con  abandono y hostilidad. De esta manera, recibimos la oportunidad de estudiar nuestro mundo interior y corregirnos a nosotros mismos.
Si yo lo sintiera como dentro de mí, nunca sería capaz de corregirme porque me relacionaría con todo de una manera positiva, con bondad, pero únicamente de forma egoísta. Sin embargo, ahora que mi ego sale al exterior y creo que es extranjero, me relaciono con mi “yo externo” como con un extranjero, egoístamente, de una manera negativa, en lugar de positivamente, como es mi interior. Por lo tanto, tengo la oportunidad de entender lo que  “externo” e “interno” significan para mí.
El mundo fue dividido en dos partes: yo y los demás. No puedo convencerme de que algo que existe fuera de mí, en realidad es mío. Me dan la oportunidad de ver mi esencia interior en la imagen exterior: “Ven y mira quién eres y cómo tratas a los que te rodean. Así es como eres por dentro. Puedes decir: “¡Mira qué fea es ésta, qué vago el otro, qué tonto el de más allá!  ¡Les odio tanto!” Pero, todas estas cualidades están en ti y no en los demás.
Estas revelaciones me ayudan. De lo contrario, nunca sería capaz de revelar por completo la  “inclinación al mal” (el deseo egoísta, el odio por todo el mundo) y más tarde, entender que éstas son mis cualidades internas, las cuales se proyectan en el exterior.
Entonces, empiezo a entender cómo me ayuda el Creador, dándome esta percepción de la realidad: ver mis entrañas expuestas ante mí. Empiezo a entender lo mucho que esto me ayuda, y que sin ello, estaría completamente bloqueado dentro de mí y nunca sería capaz de entender lo que es el “yo”. Mientras tanto, hay algo aquí, “algo en mí que no considero como ‘yo’”.
Por lo tanto, todo nuestro trabajo se reduce a la unificación de nuestro ser interior con nuestro yo exterior, con el mundo exterior y, en particular, con el grupo. Podemos practicar con el grupo. Después de todo, cuando empiezo a trabajar con el grupo e intento tratar a los amigos como yo, veo que soy incapaz de unirme; no importa cuánto trate de convencerme de que todo esto que está fuera de mí, soy también yo. Ni siquiera puedo tratar una pequeña parte de la humanidad, el grupo, cuyo objetivo está cerca del mío, como yo. No puedo relacionarme con él por encima de mi mente egoísta.
En este sentido, empiezo a ver este egoísmo como algo que fue creado artificialmente por el Creador, en concreto para su anulación. Sin embargo, no puedo hacerlo por mi cuenta, sólo puedo desearlo y, después, pedir al Creador que lo haga desaparecer (el egoísmo). ¿Por qué se pide? Con el fin de recibir una conexión con el Creador.
“¿Cómo puede ser esto?” ¡Entiende que ellos eres tú! Trátalos con amor, puesto que son partes de tu alma.
“¡Pero no puedo!” Ellos son tus amigos, tu prójimo. Están avanzando hacia la misma meta que tú. ¿Qué les separa de ti, después de todo?
“Nos separa la fuerza de la ruptura. El Creador lo puso como un obstáculo, y no puedo superarlo”. Es entonces cuando le pides al Creador que corrija esto en particular. Pides por la corrección y por poder incorporar a todo el mundo dentro de ti.
(Extracto de la segunda parte de la Lección Diaria de Cabalá 24/6/10, El Zohar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario