Nosotros nos encontramos en una parte de la naturaleza, la parte receptora, y tenemos que alcanzar la otra parte, la parte otorgante. Hoy esa parte es completamente difusa para nosotros porque la transición de un nivel a otro nunca es clara. En dialéctica esto fenómeno es llamado “la ley de la doble negación”.
El grado siguiente es una mente diferente, sentimientos diferentes y una visión diferente. De hecho, todo es diferente, al tener parámetros completamente nuevos. No estamos hablando de algo ligeramente mayor a lo que tenemos ahora, sino de un nuevo grado cualitativo. En general, en el camino espiritual, cada nivel es completamente diferente del anterior, al despojarnos totalmente de él y obtener las diez Sefirót nuevas.El orden de ascenso es como sigue a continuación: Nos sumergimos dentro de nuestro deseo egoísta, digamos que una pulgada de profundidad, y lo evaluamos como la maldad de nuestra existencia, deseando corregirlo hacia el bien. Después nosotros ascendemos una pulgada por encima, lo que significa que nosotros comenzamos a avanzar hacia la dirección del otorgamiento, comenzando a ver un mundo completamente nuevo.
Entonces descendemos una vez más, pero esta vez dos pulgadas de profundidad. Al principio todo está bien: Usamos el mundo, es decir el estado a nuestro favor. Pero después gradualmente comenzamos a descubrir un cuadro horrible y una vez más comienza la transformación del mal en otorgamiento. Una vez que nos deshacemos del mal, ascendemos dos pulgadas y otra vez vemos el mundo del otorgamiento, el cual es completamente distinto al conocido anteriormente.
Mientras más profunda es la inmersión, más grande es el ascenso. Los niveles adyacentes están divididos unos de otros por el descenso y cada uno de sus contenidos es absolutamente diferente. Nosotros continuamente revelamos un nuevo mundo, sin conocimiento de cómo actuar de un estado al próximo. Los estados son completamente diferentes, incluso cuando nos parecen iguales y creemos que “ya hemos estado aquí”.
Entonces, ¿cómo podemos hacer la elección? ¿Cómo puedo elegir una dirección y el próximo estado?
Para esto se requiere una acción simple: Entre todos los estados posibles, yo elijo el más complejo, el más difícil para mí ahora, el estado más repulsivo contra mi naturaleza. Así es como yo actúo con relación a mis amigos, en contra de mi naturaleza, y así es como asciendo al próximo estado.
Yo debo, elegir continuamente el estado espiritual opuesto al máximo a mi estado actual. De esta manera, recepción y otorgamiento crecen uno a partir del otro. Esta es la ley de la doble negación. Esta ley es el fundamento para la vida vegetativa, del crecimiento de las células vivas, el camino de nuestros pensamientos, y otros. Todo se desarrolla cuando tenemos estados opuestos crecientes, uno a partir del otro.
¿Qué nos hace cambiar nuestras acciones?
¿Por qué incluso cuando una persona sabe lo que es bueno para él, aún así va y hace cosas que lo dañan?
En realidad, no cambiamos al ser castigados. En general, no hay tal cosa como recompensa y castigo como lo entendemos. Nunca aprendemos bajo la influencia de las desgracias del destino. Simplemente crecemos hasta que superamos nuestras Reshimót. Entonces las nuevas emergen en nosotros y el entorno circundante cambia, y cambiamos nosotros también bajo su influencia. Sólo cambiamos de la confrontación de dos parámetros: los datos de información internos (Reshimót) y la sociedad que nos rodea. Mientras interactúan entre sí, ellas determinan nuestro estado.
Tenemos que llevar nuestras Reshimót al equilibrio con el entorno. Esto es a lo único que aspiramos. Es la ley fundamental del universo: similitud, balance, equilibrio. Todo aspira a ello en la naturaleza de forma automática. Es por eso que tan pronto surge el desequilibrio con el entorno dentro de nosotros, entonces de manera consciente o no (dependiendo del desarrollo de una persona) inmediatamente ponemos toda nuestra energía para tratar de llevarnos al equilibrio.
Por ejemplo, cuando entras en una determinada sociedad o un grupo determinado de personas, siempre te ajustas, puesto que deseas ser similar. Así es como se construyen las cosas, es la ley de equivalencia, la ley inicial que el Creador puso a la cabeza de todo. Después de haber creado una naturaleza opuesta a Él, el deseo de disfrutar, Él desea que este gradualmente alcance la equivalencia con Él, el deseo de otorgar. Es así porque el crecimiento crea una mente dentro del deseo, y entonces la creación de gana conciencia, sensaciones, y revela al Creador, al volverse igual e idéntico a él.
Una persona se diferencia de cualquier otra creación inanimada por el surgimiento de una mente que conscientemente dirige la creación hacia la semejanza con el Creador. Por lo tanto, nuestra entera libertad de elección yace en crear constantemente un entorno circundante para nosotros mismos que “nos jale hacia arriba” hacia el Creador. Eso significa que tenemos que cuidar del entorno para que esté en un nivel más alto del que estamos nosotros. En ese caso, queremos llegar a ser semejantes a él, y por lo tanto seguiremos avanzando hacia el Creador. Al imaginar que el grupo está más alto, mayor, y más ideal que nosotros, avanzamos hacia adelante.
Por lo tanto, todo depende de la creación de un entorno adecuado, porque este nos habilitará para jalarnos hacia delante de forma automática. Allí yace toda la ley de crecimiento.
(De la lección en Moscú del 1/17/11, Shamati)
Cada uno tiene su propio Infinito
Baal HaSulam, Shamati #4, “¿Cual es la razón de la pesadumbre que uno siente al anularse ante el Creador durante el trabajo?”: Debemos saber que nunca conoceremos la verdadera medida de la importancia de la conexión entre el hombre y El Creador porque uno no puede evaluar su verdadero valor. Ahora bien, si algo me parece ilimitado e infinito, es solamente en relación conmigo. Por ejemplo, si tú llenas un vaso de 8 onzas hasta su tope, será infinito en relación con la vasija (Kli). ¡Es ilimitado e infinito ya que lo recibió todo!
En otras palabras, todo es medido en relación con el deseo de una persona. Si yo existo en el estado del Infinito en mi nivel actual, entonces luego yo revelaré incluso un deseo egoísta mayor, y de repente descubriré que carezco de todo. Pero ¿para donde se fue mi anterior estado de Infinito? Tú lo sentiste en el deseo con la capacidad de 8 onzas, pero ahora, cuando tu deseo ha sido expandido a 50 onzas, no sientes más el llenado.
(32874 – De la lección diaria de Cabalá del 31/12/2010, Shamati # 4)
La pregunta que nos eleva por encima de este mundo
Rabash, Shlavéi HaSulám (Los Peldaños de la Escalera), “¿Qué es la fiesta del novio?”: Las fuerzas de separación traer pensamientos que hacen que uno se sienta separado del Creador.
Pregunta: ¿Qué son estos pensamientos? ¿Son pensamientos contra el trabajo espiritual o algún pensamiento distractor?
Respuesta: Simplemente pensamientos irrelevantes que no tienen nada que ver con la separación. Quieren decirme que estoy desconectado del propósito y que estoy en un estado de “este mundo“, en el nivel de desarrollo inanimado, vegetativo o animado.
Si el pensamiento de llegar a ser como el Creador está completamente ausente de mi mente, significa que aún no he alcanzado el grado de humano (Adám) y que estoy en el estado preliminar, junto con el resto del mundo. Religión, política, filosofía, ciencia, negocios, cultura, educación, o cualquier cosa en la cual se ocupa una persona en este mundo, pertenece a este mundo, todo ello sirve a este mundo.
Sin embargo, si tengo un punto en el corazón, y ha surgido de manera clara y de manera diferente la pregunta de por qué y para que vivo, llevándome hacia arriba, hacia el propósito, entonces esto pertenece al grado humano en mí. Esto significa que estoy atravesando el período de preparación antes de entrar al mundo espiritual.
(32388 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 01/10/2011: “¿Qué es la Fiesta del novio?”)



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