LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

20.1.11

¿Cómo podemos unirlos opuestos?

Las cosas opuestas solo pueden unirse a través de la resistencia que está entre ellas. Y no importa en qué consiste esta resistencia, ella solo debe estar presente y solo ella puede unir dos fenómenos opuestos.
Por ejemplo: dos personas, el marido y su esposa no se llevan bien. Entonces se dirigen a un especialista, un sicólogo, y él une estas personas. ¿Cómo? Sin ponerse de acuerdo con ninguno de ellos. Él está en medio.
Debemos tener dentro de nosotros un juez como este: no conecto dos cosas contrarias sin la tercera, porque la conexión entre ellas es imposible. Y si intento hacerlo, entonces recibo un corto circuito, destrozo mi mente. Esto también se relaciona con la conexión entre el marido y su mujer. Por causa del creciente egoísmo ellos se sienten a sí mismos como opuestos, y ente estas contrariedades debe existir un conector más elevado. De este modo Zeir Ánpin y Máljut (ZON) del mundo de Atzilút puede conectarlos solo con la condición de que ellos asciendan al Partzúf Aba ve Ima. Antes no tienen ninguna conexión. Esta conexión se hace solo para lograr el ascenso, el alcance del Creador. Y también en el futuro, la familia va a existir solo por una meta espiritual sublime en la vida y por este alcance, los cónyuges se apoyarán uno al otro.

(33003 – De la lección diaria de Cabalá del 12/10/10, Talmud Eser Sefirót)

Encender las luces de Januca.

Aspiramos a otorgar y amar al prójimo, y esto es lo que deberá ser para nosotros la Luz que nos llena de placer. Si todos nos conectamos como un hombre con un solo corazón, vamos a empezar a sentir el mundo espiritual, al Creador, la vida eterna. Esto se conoce como encender las luces de Januca.
Januca todavía no es el final de la corrección, sino sólo una parada en el camino. Nosotros adquirimos la propiedad de Bína, otorgar por el bien de otorgar, nos salimos de nuestro egoísmo, lo cual significa elevarnos de Máljut a Bína.
Por ahora, sigo sin poder descender de nuevo de Bína y comenzar a usar Máljut. Sólo me elevo por encima de la razón. Esto se conoce como Januca. Esta es la razón por la que se supone que no usamos esta Luz, sólo podemos mirarla.
Después, cuando alcanzamos la festividad de Purim, tomamos la Luz y la usamos en nuestro deseo de recibir placer, para que “las tinieblas brillen como la Luz”. Entonces, todos los poderes de Bína descienden a Máljut, y Máljut por si misma comienza a brillar.
Este es el final de la corrección, mientras que Januca (Janu-Ko “ellos se detuvieron aquí”) sigue siendo una parada, un descanso en medio del camino. Es como una generación vagando en el desierto y haciendo discernimientos de la forma de elevarse por encima del ego.

(28334 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/01/2010, Escritos de Rabash, Carta 43)


Las vibraciones eléctricas del otorgamiento

Tenemos que tratar de construir un estado de una convención sin fin y estar impresionado constantemente con muchos miles de personas que están reunidas en un solo lugar. Tengo que sentir las mismas “vibraciones eléctricas” en cualquier momento y en cualquier lugar. La distancia no afecta este campo de fuerza espiritual. Depende de nosotros, podemos hacer de este, un estado de existencia permanente.
Este campo único de conexión espiritual y dirección es lo que se llama un grupo de cabalistas. En él, cada uno conserva la influencia no sólo de los 7.000 amigos, sino de los millones de nuestros amigos de todo el mundo.
En primer lugar, creamos el grupo de varios miles de nuestros estudiantes, en el que todos ellos están conectados entre sí dentro de nuestra red integral. Si una parte de este grupo alcanza el estado de Arvút (garantía mutua), este comienza a proyectar la iluminación exterior, y no puede ser detenido nunca más.
Esto es lo que se llama la circulación auténtica de la Cabalá. Todos tendrán la oportunidad de venir, ver, aprender, y examinar si se ajusta a él o no, y si no se ajusta a él hoy en día, tal vez será mañana.
Esta convención tiene que mostrarnos un ejemplo de tal estado, y tiene que volverse permanente para que podamos ascender más y más alto. Esto es lo que se convertirá en el impacto del entorno en una persona, y es nuestro trabajo crearlo.
Si el ambiente determina mi futuro entero y la velocidad de mi progreso espiritual, entonces debo ocuparme únicamente de cómo hacer este entorno más fuerte para que constantemente me inspire y me tire “de la oreja” hacia adelante.
En ese caso, iré definitivamente a la convención. Después de todo, ¿qué más puede avanzarme hacia adelante? No poseo ningún otro medio, sino este. Iré, pero tenemos que seguir proveyendo el mismo tipo de influencia todo el tiempo. Por supuesto, no hay ningún otro motor que fomente el crecimiento espiritual.

(25958 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 04/11/2011, “Exilio y Redención”)


la esencia de nuestro trabajo espiritual.

Recibo la fuerza para llegan a la espiritualidad desde el entorno, y esta es una fuerza única. Llegamos a la sabiduría de la Cabalá con un deseo por espiritualidad, pero este deseo es egoísta: obtener tanto el mundo presente como el futuro.
Este enorme deseo empuja a la persona hacia adelante, pero cuando el intenta unirse con los amigos, tiene que anularse y aumentar la importancia del amigo. De tal modo, que eleva su actitud hacia el amigo a un nivel espiritual mínimo. Se anula, desea unirse, y reconoce al amigo como el importante.

Es una tarea muy desagradable, repugnante, pero no hay otra opción: Debemos unirnos. Y si lo hacemos, recibo del amigo la importancia de la meta, la fuerza para ascender. Esta fuerza es espiritual. Después de todo, a fin de volverme hacia el amigo, me anulado y elevo su valor. Puesto que me relacioné con él de acuerdo a la norma espiritual, la importancia del amigo, recibí de él la fuerza para ascender a pesar del hecho de que él es igual a mí.

Incluso si actúo fuera de la desesperación, porque quiero obtener el mundo espiritual de manera egoísta, recibo el verdadero poder del amigo, el cual me eleva por encima de mí mismo. Actuando de esta manera con los amigos, adquiero el enfoque correcto hacia la espiritualidad. Por otra parte, los amigos pueden no prestar atención a esto, ni siquiera ser conscientes de lo que me alimenta con poder espiritual. Lo adquiero por medio de la realización de un acto egoísta, anulándome en relación con ellos a pesar de la fuerza del resentimiento.

Es muy difícil, pero si logro superarme a mí mismo, recibo de los amigos la fuerza para seguir avanzando. Esta es la esencia de nuestro trabajo, y este es el objetivo de la próxima convención.



(25865 – De la lectura del Día de la Unidad del 10/31/10)





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