LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

26.5.11

“Las cosas que vienen del corazón, entran al corazón”
Shamati #25: En lo referente a las cosas que llegan del corazón, entran al corazón… El hecho es que cuando uno escucha de su maestro las palabras de la Torá, inmediatamente concuerda con él y resuelve observar las palabras de su maestro con corazón y con su alma. Pero más tarde, cuando sale al mundo (a un entorno diferente), ve, codicia, y se le adhieren una multitud de deseos que deambulan por el mundo, hasta quedar anulados ante la mayoría su corazón, su mente, y su voluntad.
… Uno se mezcla con sus deseos y así es dirigido al igual que el rebaño al matadero. No tiene alternativa, es forzado a pensar, a desear, a anhelar, y a exigir todo lo que la mayoría reclama. En cambio sólo hay un consejo útil aquí, que es adherirse a su maestro y a los libros (en el nivel interno). Esto es conocido como “(ser alimentado) de boca de los libros y de boca de los autores”.
Una persona que nace y vive en este mundo material se desarrolla en un entorno que está lejos de la espiritualidad, y obviamente no puede entender nada en el camino espiritual. Incluso si tiene una aspiración por la espiritualidad, este punto está inmerso en el deseo egoísta, que está rodeado por la sociedad egoísta. Por lo tanto, no tiene ninguna oportunidad de desarrollarse correctamente.
Sólo una persona que se cuela en el entorno adecuado, merece el desarrollo espiritual. Este es un entorno que tiene un maestro y un grupo que lleva a cabo el consejo del maestro. Aparte, este grupo debe estudiar las auténticas fuentes cabalísticas, pero este es ya un resultado de la forma en que aceptan la guía del maestro.
Por lo tanto, el fondo de esto es que el desarrollo del grupo depende del maestro, el Rav (que significa “grande”). Según el grado en que los estudiantes sean capaces de cancelar su opinión ante la opinión del Rav, así se desarrollarán. Eso es porque el entorno espiritual está basado en la opinión del maestro, en su pensamiento, y método, así como en el reconocimiento de la autoridad del maestro.
Una condición necesaria para el estudiante es revisar constantemente quién y qué determinan su opinión. Después de todo, él está bajo la influencia de dos fuerzas y debe siempre decidir que la opinión del maestro tiene una fuerza más grande que su propia opinión. Y si no siente ninguna lucha o resistencia, significa que no lleva a cabo esta verificación en absoluto y en su lugar piensa que todo está bien de la manera en que está.
Algunas veces el estudiante va en contra de la opinión de su maestro y piensa que tiene un mejor entendimiento de cómo debe actuar desde el punto de vista de su lógica y razón. Es decir, no se anula a sí mismo. Pero anularse a uno mismo significa que él va en contra de su deseo, en contra de su lógica.
Si soporta esta resistencia, significa que elige el camino espiritual y progresa en este. Pero si no hay oposición y lucha interna, entonces surge una pregunta: ¿Tal vez ni siquiera entiende que siempre está siguiendo su propia opinión, mientras piensa que está avanzando correctamente?
(43949 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 25 de Mayo del 2011, Shamati)

Viendo el mundo a través de los anteojos del deseo
El Zohar, capítulo “Truma” (Ofrendas), ítem 4: … Jacob, que era pleno, trajo amor a los dos mundos, es decir se casó con las dos hermanas, Leah y Raquel, los dos mundos, Bina y Maljut.
Pregunta: ¿Cuáles de mis deseos internos son llamados hermanas?

Respuesta: Una persona contiene los niveles inanimado, vegetativo, animado, y humano. Todo el mundo que veo es mi deseo, dividido en muchos deseos particulares, cada uno de los cuales forma una cierta imagen terrenal en mi percepción.
Nosotros “vemos” nuestros deseos. Vemos dentro de nosotros, dentro de nuestro deseo que está dividido en partes, en los objetos del mundo. Vemos el mundo en tres dimensiones, como si viéramos a través de anteojos 3-D. Y ni siquiera sentimos que estamos en esta realidad virtual porque no tenemos nada con qué comparar nuestra sensación. Por eso nos parece que existimos en el mundo auténtico.
Es decir, percibimos algo dentro de nuestro deseo, pero parece que lo vemos fuera, frente a nosotros. Sin embargo, si estuviéramos aparte de este mundo, veríamos una realidad diferente, entonces descubriríamos que la realidad de este mundo es relativa. Partes de mi deseo son representadas como imágenes de objetos inanimados, plantas, animales, y personas. Sin embargo, esas no son personas que aparecen ante mí en este mundo, sino mi deseo en el nivel humano, que se divide en muchas partes y veo cada parte de mi deseo en la forma de una imagen de alguna persona.
Tengo también deseos en el nivel animado y por lo tanto veo diferentes animales en este mundo. Más aun, existen deseos que están presentes en mí ahora, así como los que estuvieron presentes en el pasado o que surgirán en el futuro. Es por eso que veo un mundo desarrollándose, especies extintas de animales, o nuevas especies que súbitamente aparecen frente a mí. Esto significa que surgen en mi consciencia y desaparecen. Y lo mismo sucede en los niveles inanimado y vegetativo.
No existe el mundo. Son sólo mis sensaciones dentro de mis deseos cuando ciertas Reshimot (genes de información) salen a la superficie, reemplazando otros, y al percibir la realización de mis Reshimot de esta manera, yo siento que vivo en ellos, en esencia, que vivo en el mundo. Esta es una película interna que me proyecta la Luz constante, que despierta Reshimot que se reemplazan entre sí.
En el proceso del desarrollo de las Reshimot (donde una Reshimo [singular de Reshimot] es un registro de información en mi memoria), una parte de ellas dependen de mi disposición para procesar nuevas Reshimot, mientras que parte de las Reshimot despiertan por sí solas. Todo el proceso de desarrollo, que sucede por sí mismo, es llamado “Beito” (a su debido tiempo). Pero si quiero que se acelere y ser capaz de hacerlo, este camino de desarrollo es llamado Ajishena (acelerar el tiempo).
Sin embargo, en cualquier caso sólo estamos hablando de Reshimot que despiertan en mí, las cuales percibo como el mundo, yo mismo, y el proceso completo de desarrollo.

(43960 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 25 de Mayo del 2011, El Zohar)

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