Nuestros sabios dijeron: “He creado la inclinación al mal, He creado la Torá como una especia” (Babba Batra, 16). La cuestión de la especia es como dijeron nuestros sabios: “Si ellos solamente Me dejan y mantiene Mi Torá, la Luz podría reformarlos” (Yerushalmi, Hagiga, 6b). Así que hay un poder en la Torá que reforma a la persona, refiriéndose a la maldad en el hombre, es decir, para hacer que el deseo de recibir sea para otorgar.
- Rabash, Peldaños de la Escalera, “el hombre es creado en la Torá”
Vemos que el propósito de crear los mundos y las almas fue completamente con una intención: corregir todo a fin de otorgar, lo cual se llama Dvekut [adhesión], “equivalencia de forma”. El Creador dijo acerca de la Torá, “He creado la inclinación al mal, He creado la especia”. En otras palabras, después que una persona recibe la Torá como una especia [medicina], la mala inclinación [egoísmo] es corregida para que esta sea con el fin de otorgar, como está escrito en el Zohar, “El ángel de la muerte [egoísmo] es convertido en un ángel santo” [el del amor].
- Rabash, Peldaños de la escalera, “Qué es la Torá y el trabajo en el camino del Creador”
Un mundo “redondo”
Respuesta: No percibimos el mundo como si fuera “redondo”. Nosotros todavía estamos bajo la ilusión de que es lineal y que podemos tener éxito en él con la ayuda de nuestro ego. Pero el mundo ahora opera bajo un programa diferente, y la única manera de lograr el éxito es a través de la unidad. Este es un algoritmo completamente diferente del mundo, pero todavía “no lo entendemos”.
Durante miles de años el hombre logró un éxito basado en el tamaño de su ego, pero en los últimos 50 años esta tendencia ha seguido su curso. Nos estamos moviendo cada vez más en un mundo integral, y en un mundo integral, aquel que está más conectado con los demás obtiene el mayor beneficio. Vemos que mientras más conexiones uno establezca, con más países se involucra, más exitoso es. La gente siente esto de manera instintiva y gravita hacia soluciones integrales.
Sin embargo, todavía no se dan cuenta de que la solución a nuestros dolores requiere de nuestra conexión a nivel humano, por encima del sistema bancario, de la industria global, y de otros mecanismos mundiales. Esta situación comenzó a materializarse tras la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron fundadas las Naciones Unidas, la UNESCO y otras organizaciones internacionales. Sin embargo, ellos aún se siguen funcionando con los métodos egoístas, en vez de adoptar un integral, un enfoque que lo abarque todo.
En esencia, todos los países necesitan la igualdad. ¿Por qué algunos países tienen el poder de veto sobre cualquier decisión, mientras que otros no? ¿Y qué si alguien es más grande y otro es más pequeño? Por el contrario, en un sistema “rondo”, los más grandes debe estar más comprometidos puesto que de lo contrario, sólo se cuidan a sí mismos.
Nuestro enfoque está completamente torcido, y sin embargo estamos comenzando a sentir que el mundo se está volviendo verdaderamente “redondo” integral e interconectado.
(42770 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/11/2011: “Paz en el mundo”)

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