Por lo tanto, todo el propósito de nuestro trabajo espiritual es alcanzar la unidad, la garantía mutual, volvernos “como un hombre en un corazón”, y unificarnos en un deseo, una vasija espiritual. Nosotros lo estamos haciendo para traernos más cerca de la adhesión con la fuerza única, unida, el Creador, cuando todos nosotros, como un todo y el Creador nos fundamos juntos.
Baal HaSulam escribe acerca de esto en su bien conocido artículo, “No existe nadie más que Él”. Está escrito, “No existe nadie más que Él. Esto significa que no existe ninguna otra fuerza en el mundo que tenga la habilidad de hacer algo contra Él. Y lo que el hombre ve, que hay cosas en el mundo que niegan Su poder Absoluto, la razón es que esta es Su voluntad [mostrarse a Sí mismo en tal condición separada, como si existieran Él y las fuerzas en Su contra].
Por esto, se nos da una oportunidad para ganar poder y recrearnos, mientras vencemos la confusión que nos hace dudar de la fuerza, del Creador y tratar contantemente de encontrarlo solo a Él en la imagen presentada ante nosotros. Esto es lo que nuestro trabajo implica.
(42433 – De la Lección 8, Convención WE! del 4/3/2011)
La necesidad de unirnos
Hoy la humanidad está tratando de unirse. Las personas entienden instintivamente que es mejor todos juntos que solos. Los distintos países están tratando de hacer acuerdos una y otra vez, para entrar en una unión que los hará más fuertes y exitosos. Pero, ¿tienen éxito al hacerlo? Al final vemos que esto lleva a conflictos e incluso a guerras. El problema sigue siendo: No sabemos cómo unirnos.Esta unión que no ha acrecentado ninguna debilidad, finalmente nos llevará a problemas tan enormes que la naturaleza misma nos mostrará la necesidad de unirnos. Se nos revela que tenemos que fusionarnos en una totalidad única, global, integral, para completarnos plenamente el uno al otro, para llegar a ser perfectos, enteros, y aceptar el “mundo redondo” donde todas las partes están interconectadas.
Si la naturaleza pone el reto de esta manera, entonces, ¿cómo debemos construir ahora la sociedad humana? Después de todo, el problema del egoísmo se concentra sólo en la sociedad humana. Este es el único lugar donde el egoísmo trabaja contra la unidad. Como resultado de ello, descubrimos que somos incapaces de unirnos.
¿Por qué el Creador puso tropiezo frente a nosotros, haciéndonos diferentes y disimiles uno del otro? Si fuéramos iguales, todo estaría claro: Cada persona da cierta cantidad y recibe cierta cantidad, y el asunto está resuelto.
Sin embargo, somos diferentes, y por lo tanto tenemos que ascender por encima del egoísmo y activar la intención por el bien del otorgamiento, sin ninguna conexión con el beneficio personal. Sólo con esta condición será capaz el hombre, por completo, de unirse con otros. Entonces llegará el otorgamiento por el bien del otorgamiento, y luego, la recepción por el bien del otorgamiento. Sólo si cada persona toma este camino, surgirá la perfecta unidad entre nosotros.
Por esta razón no fuimos creados iguales: porque de lo contrario podríamos resolver el problema en lo material, en el nivel de animado y nos convertiríamos en equivalentes a las hormigas en un hormiguero.
(De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/12/11, “La Paz”)
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