Accidentes programados en el trabajo

Publicado en 12 marzo, 2013 a las 10:00 pm

Rabash, “¿Qué significa la prohibición de bendecir una mesa vacía, en el trabajo”: La persona debe creer que todos los descensos que experimenta se deben a que cada descenso aumenta la necesidad en la persona de la ayuda del Creador, puesto que la necesidad es llamada una vasija, dado que es esta vasija la que el Creador llena con Luz … la persona debe creer que el Creador sabe cuán grande debe ser la vasija, de acuerdo a la necesidad y el deseo de uno, y cuando el Creador ve que la vasija ya puede aceptar la Luz, entonces Él inmediatamente la llena tanto como puede. Y la persona no debería ser impresionada por los descensos, sino más bien decir: “la ayuda de Dios es inmediata”, y ella debe creer que cada descenso es suficiente para que ella pueda ser una vasija y para que el Creador pueda llenar este deseo de inmediato…

Todas las interrupciones no son obstáculos, sino realmente “ayudan en contra”. Cada problema debe ser visto inmediatamente como el llamado del Creador, que quiere con ello acercar a la persona hacia Él, evocando así la sensación de que Él está distante.

Entonces, ustedes pueden elevarse por encima de su sensación de deficiencia, por encima de la interrupción, y anhelar la adhesión, el otorgamiento. Después de unos cuantos casos así, ustedes acumulan suficiente fuerza para ser llenados con la Luz de la revelación del Creador.

Por otro lado, si ustedes trabajan constantemente de esa manera, esto es trabajar en la “línea izquierda”. Puesto que trabajan sólo por encima de su deficiencia y esto es indeseable. Ustedes tienen que trabajar de esta manera solo si caen en esta trampa, no deben anhelar solamente una deficiencia y buscarla, sino sólo si ustedes no tienen ninguna otra opción. Mientras que este tipo de “accidentes” no ocurran, ustedes tienen que trabajar en la línea derecha y anhelar la plenitud constantemente.

Plenitud significa que ustedes no sienten deficiencia en nada y que están constantemente en un estado de Jafetz Jesed, en el otorgamiento absoluto. Es el Creador quien les trae este tipo de accidentes en el trabajo, la sensación de deficiencia en los diferentes deseos.

Este es nuestro trabajo: Ustedes siempre dan un paso hacia adelante con el pie derecho hasta que el Creador los obligue a dar un paso con el pie izquierdo, así alcanzan eventualmente un único deseo. En el momento en que ustedes alcancen una vasija completa, inmediatamente descubrirán en ella la Luz.

(102331 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 10 de marzo del 2013)

 

 

 

 

Ustedes tienen todas las cartas en sus manos

Publicado en 12 marzo, 2013 a las 9:00 pm

En cada estado espiritual de los niveles espiritual, hay Luz Interior y la Luz Circundante. Sin embargo, en nuestro estado, en tanto que no alcancemos restricción y un Masaj (pantalla), podemos ser asistidos sólo por la Luz Circundante.

La fuerza de la Luz Circundante depende de cuánto la valoremos, de nuestra apreciación del superior, de un nivel superior, es decir del Creador. Pero nosotros no podemos valorarlo a Él. Sólo se nos dieron un par de medios a través de los cuales podemos desarrollar una sensación interna de la grandeza del superior. El superior para nosotros es el grupo, el maestro y los libros, es decir, el estudio que nos habla del mundo espiritual y el Creador que se oculta detrás de todos estos medios.

Nosotros comenzamos a valorar al superior que es externo a nosotros, a través de todos estos medios: del grupo, del maestro, de los libros, y de la intención de alcanzar la equivalencia de forma con el Creador, para darle contento a Él. A pesar de que no lo sentimos por el momento, incluso si sólo hablamos de ello tratando de sentirlo de vez en cuando, elevamos la grandeza del superior en nosotros por medio de eso. Entonces, en determinado momento Él se vuelve tan importante que nos permite sentir Su presencia junto a nosotros.

Esto se debe a que todo lo que es externo a la persona es la Santa Shejiná, la presencia divina. Pero todo depende de cuánto lo valoremos a Él. Todas las otras reglas de comportamiento en el grupo en cuanto a como por ejemplo cómo debemos hablar, qué demandar de éste, y cómo tratarlo, se derivan de esta condición, de la necesidad de valorar al superior.

En consecuencia, la Luz Circundante brilla sobre la persona. Esta es la Luz superior real, pero mientras tanto, ella opera sobre el inferior como Luz que Reforma, es decir que produce cambios en nosotros al acercarnos gradualmente hacia el otorgamiento. Entonces, finalmente esto nos dará la “restricción” y el Masaj, lo cual significa la capacidad para trabajar espiritualmente.

Entonces, comenzaremos a entender dónde estamos y qué nos está pasando, pero al mismo tiempo, tenemos que trabajar en fe por encima de la razón y valorar al superior a pesar de todos los problemas que el superior nos envía y todas las razones para una actitud opuesta. Este es nuestro trabajo, que está basado en nuestra gran apreciación por el superior hasta que nos adhiramos a la parte posterior del superior como si se tratara de Su rostro. Entonces veremos que ésta nunca fue Su parte posterior, sino en que Él siempre ha vuelto hacia nosotros Su rostro lleno de Luz. De esta manera nosotros dejamos el exilio y alcanzamos la redención.

Al principio era como si estuvieran inconscientes, pero luego ustedes empiezan a sentir que están en el exilio, así que, paso a paso, comienzan a acercarse a la redención y finalmente dejan el exilio y entran en la Luz. Estos son los niveles de ascenso de acuerdo a su apreciación del superior, y posteriormente a su adhesión con Él.

Disponemos de todos los medios, todos los caminos están abiertos, y todo depende de nosotros. No necesitamos nada más. El Creador nos ha dado todas las oportunidades posibles y todo lo demás depende de la persona. No seremos perdonados y no hay concesiones desde Arriba si no hacemos nuestro trabajo, dado que de lo contrario no construiremos nuestras vasijas espirituales.

(102235 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 8 de marzo del 2013)

 

 

 

El lenguaje de comunicación con el Creador

Publicado en 12 marzo, 2013 a las 8:00 pm

Baal HaSulam, “La Paz”, aclaración de la frase de la Mishná: “Todo está en depósito, y una fortaleza se extiende por sobre toda la vida”: Todo está en depósito, y una fortaleza se extiende por sobre toda la vida. La tienda está abierta y el tendero vende por pago diferido, el libro está abierto y la mano escribe. Y todos aquellos que deseen tomar prestado pueden venir y pedir, y los recaudadores regresan con regularidad, día tras día, y le cobran a la persona a sabiendas y sin saberlo. Y ellos tienen en qué confiar, y el juicio es verdadero, y todo está listo para la fiesta.

Pregunta: ¿La frase “y el juicio es verdadero”, se refieren al juicio del alma?

Respuesta: Por supuesto. Nosotros nos acercamos por medio de los atributos de Din (juicio) y de misericordia, al sentir “amargura” y “dulzura”. Ellos nos enseñan y nos desarrollan para que seamos capaces de sentir al Creador. Él es quien nos muestra la actitud de “amargura” o “dulzura”, es decir que Él habla el “lenguaje” que nosotros podemos entender. De la misma manera, los padres tienen que explicarles las cosas a los niños de diferentes maneras, ya sean agradables o no.

Aunque no se trata del verdadero “lenguaje” de placer y sufrimiento, es gracias a estos que yo alcanzo una adhesión interna entre las dos partes que están aparentemente están por detrás de mí.

Hay algo en el Creador, y Él quiere crear algo similar en el ser creado. Entonces crea en Sí mismo y en el ser creado un sistema de comunicación, que es Su “lenguaje” que utiliza términos de recepción y otorgamiento.

Todo esto es así para que de alguna manera nosotros operemos la conexión interna mutua entre nuestras partes iniciales. Estas no pueden conectarse sin un “adaptador”, sin un “lenguaje” de placeres y sufrimientos, de “amargura” y “dulzura”, de verdad y mentira, de otorgamiento y recepción.

Entonces, allí no hay más recepción u otorgamiento, sino más bien algo más profundo y más interno que no podemos describir con palabras.

(102239 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 8 de marzo del 2013, “La Paz”)