Hay que leer El Zóhar una y otra vez, hasta que la Luz empiece a actuar sobre nosotros. Al comienzo de la lectura del Zóhar, el hombre experimenta una gran inspiración que dura los primeros dos meses. Todavía no entiende nada, pero se encuentra fuertemente impresionado por lo que está sucediendo. Después, esta impresión desaparece y todo le parece muy seco.
En el estudio del Zóhar esto se percibe muy rápido: de repente nos parece que no tenemos a qué aferrarnos y lo leemos comprendiendo que, simplemente, tiene que ser así, como si no nos importara que lo que leemos nos parece insípido, incluso repelente. Así es como se nos revela un deseo egoísta adicional, que hace más pesada nuestra conexión. El Zóhar nos ilumina sólo en la medida de nuestra conexión.
En el mismo comienzo se nos da la conexión entre los puntos en el corazón. Y, cuando empezamos a leer El Zóhar con esta conexión adicional, nuestros puntos, incluso aquellos que estaban ocultos, se despiertan y desean revelar algo nuevo y desconocido. El mismo nombre: El libro del Zóhar nos impresiona.
Cuando empezamos a leer, nos alumbra la Luz Circundante que nos ayuda a elevar estos puntos del corazón por encima de nuestro egoísmo habitual, dejándolo abajo. Y por eso sentimos, al principio, la conexión entre nosotros y el deseo hacia una meta espiritual común. Todo gracias a la Luz Circundante (Ohr Makif – O”M), que llega y nos crea este estado.
Y en un par de meses, gracias a la actuación de la Luz, crece nuestro deseo egoísta. Por un lado, la Luz nos trae la inspiración, por el otro, nuestro egoísmo se vuelve más grande y, como resultado, cada uno dentro de sí mismo, siente una carga y una fuerza que le arrastra hacia abajo. La salvación está sólo en uno mismo; en reforzar la unión entre todos nosotros. Nada más nos podrá ayudar.
Hay que intentar por todos los medios, incluso artificiales, de renovar de algún modo esta conexión. Si la refuerzo, aunque sólo sea un poco, podré subir por encima de la pesadez en el corazón y por encima de mi egoísmo.
Se me ha revelado un poco mi enfermedad, mostrándome hasta qué punto estoy alejado de los demás. Si actúo en contra de ella, inmediatamente volverá la impresión e inspiración del Libro del Zóhar. ¡Esto funciona inmediatamente!
Cuando sientas la pesadez en el corazón, intenta, inmediatamente, reforzar la conexión con los demás – incluso, simplemente, dentro de ti; empieza a pensar cómo deseas unirte a ellos y estar cercano; cómo unirte con las almas.
Es suficiente, incluso, una pequeña intención o una contra fuerza. Enseguida sentirás cómo te influye con más fuerza la Luz. La pesadez desaparece y vuelve la misma inspiración y júbilo del Libro del Zóhar que sentiste en las primeras clases.
Así funciona. Hay que hacer todos los esfuerzos necesarios; no habrá ninguna concesión en esto. El esfuerzo radica en el hecho de que debemos intentar unirnos entre nosotros hasta que tengamos que gritar que necesitamos la Luz Circundante. Porque sólo ella puede darnos ese poco de inspiración necesaria para que sintamos otra vez la grandeza del Libro del Zóhar. Entonces este texto, de repente, se convierte en algo vivo para nosotros.
¡Y así cada vez, devolviéndome de nuevo a la vida!
(Extracto de la clase nocturna sobre El libro Zóhar, correspondiente al 25 de febrero 2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario