El Zóhar, Capítulo Ki Tissa, Punto 16: 16) “Todos los abrasados en ira contra ti se avergonzarán y confundirán”. El Creador hará para Israel todo ese bien, que Él ha manifestado a través de los profetas de la verdad. Israel ha sufrido grandemente en el exilio, y de no haber sido por todo ese bien que esperan ver, lo cual está escrito en la Torá, no hubieran podido tolerar y resistir el exilio.
Esto significa que una persona obtiene un gran deseo de corrección, llamado “Isra-El” (directamente al Creador), anticipando el bien y la abundancia que le llegará más adelante. Además, su deseo crece aún más fuerte cuando obtiene una conexión inicial con ese bien.
En nuestro mundo, una persona siente como que él sabe que recibirá una recompensa futura por sus sufrimientos. Pero en la espiritualidad, este no es el caso. Allí, una persona no recibe alivio psicológico al pensar que el mal se convertirá en bien. Quien estudia Cabalá se relaciona a esto en forma distinta. Cuando una persona está en el camino de la verdad, él sabe que el mal está allí para ayudarlo a alcanzar el bien. Él ve que el mal está en realidad dentro de él y que él tiene que corregirlo, en lugar de sencillamente soportarlo. Entonces, en lugar de sentir el mal, él siente el bien.
Una persona no espera un golpe de suerte que llegue después de uno malo, pero sabe que el “golpe de suerte malo” que experimenta es la revelación del mal dentro de él, que tiene que revelar y después corregir. De esta forma, él alcanza el bien dentro de sí. No es que el sufrimiento suceda en un lugar y la recompensa llegue a otro, o que él hace un esfuerzo aquí y recibe el pago allá. Más bien, al llevar a cabo la corrección, él transforma la inclinación al mal en inclinación al bien y eso es la recompensa.
Por eso una persona se regocoja cuando “los malvados se revelan”, porque esto le da trabajo por hacer y corregirlo. Es gracias a este trabajo que él alcanza la espiritualidad, el Creador, el atributo de otorgamiento. Sin embargo, todo sucede en el mismo lugar: el deseo de disfrutar.
(Extracto de la clase sobre El Libro del Zóhar correspondiente al 8 de febrero 2010)
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