El Zóhar, Capítulo Miketz, Punto 161: “Y los reunió bajo custodia por tres días”. Estos tres días corresponden a los tres días de Shejem, tal como está escrito, “Y sucedió que al tercer día cuando sentían dolor”.
El tercer día está siempre conectado con el dolor. Es el día más difícil en el proceso de corrección porque es el día en que ocurre la inclusión mutua de las líneas, la derecha y la izquierda. No es como el primer día, cuando se trata de la línea derecha y cuando podemos armarnos con el poder del otorgamiento, ni es como el segundo día, que es acerca de la línea izquierda, cuando verificamos cuál de nuestras partes podemos conectar con el deseo de otorgar. El tercer día es sobre la inclusión recíproca de una propiedad dentro de otra, que resulta en la creación de una propiedad nueva, intermedia.
La inclusión recíproca existe solamente en la espiritualidad, nunca sucede en nuestro mundo. En este mundo existe solamente un tipo de conexión, cuando dos objetos se unen. Por ejemplo, el primer objeto contribuye con su intelecto, mientras que el otro dona sus emociones. Ellos se conectan y se llenan uno al otro. Esto sucede porque en nuestro mundo todo posee una sola propiedad, el deseo de recibir. Por lo tanto, toda inclusión en nuestro mundo ocurre solamente dentro de esta única propiedad, que toma varios aspectos y formas.
La inclusión mutua en la espiritualidad, sin embargo, significa que algo nuevo surge – una tercera entidad constituida de las primeras dos. Esto es, de hecho, un fenómeno totalmente nuevo que no existía anteriormente. Este “algo” se llama el Alma, el Humano o Adam.
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