LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

31.12.11

Los polos de mi elección
Hemos nacido y nos hemos desarrollado en una sociedad humana con nuestras cualidades innatas y las cualidades arraigadas en nosotros por la sociedad: padres, guardería, escuela, barrio, etc. Todas las cualidades las hemos adquirido en el trascurso de nuestras vidas y todas nuestras acciones son determinadas por el programa interno e inicial, esto no es lo que nosotros somos.
No hay nada particular o independiente en esto, nada cultivado y determinado por la propia persona que vive la situación. Al final, esto se refiere a una combinación de cualidades innatas que se desarrollan en la persona y en las influencias externas.
Todo rueda como debe ser, con excepción de un momento, que nosotros no podemos entender. El hombre aprende que él puede elegir un entorno que lo desarrolle en una dirección específica.
La primera pregunta que aparece es: ¿Por qué es extraño? ¿Por qué se le llama libertad de elección?
Por ejemplo, si quiero aprender música, me rodeo de músicos. ¿Está mi “yo” presente en todo esto? ¿Es esta mi libertad de elección?
Yo conozco gente nueva en mi ambiente musical y avanzo a través de ellos. ¿Me doy cuenta de mi libertad de voluntad de esta manera? Se me ha dicho que “no”, que estoy siendo impulsado por un deseo que se originó en mí. No hay nada “tuyo” aquí. Simplemente el primer impulso te ha dirigido a este entorno, y eso es todo. Esto les pasa a todos.
¿Dónde está el libre albedrío entonces? Es claro que me siento inspirado por los deseos del entorno; ellos me encienden; yo caigo bajo la influencia del ambiente y deseo crecer como músico. Pero nada de esto habla de libertad.
La verdadera libertad se manifiesta cuando me resisto al entorno, cuando me opongo a lo que representa, cuando me niego a realizar mi deseo en el, sin embargo, en la desesperación, yo entiendo que es el único lugar para realizarlo. Debo conectarme con mis amigos para alcanzar la meta, pero al mismo tiempo los odio, soy rechazado por ellos, y yo no quiero actuar a través de ellos. En presencia de estos dos polos ha nacido mi elección; en el espacio libre entre estos dos extremos opuestos.
Es posible que esto sólo ocurra cuando tengo un punto en el corazón, cuando el Creador está delante de mí, y la inclinación al mal está contra mí. En este caso el grupo es el área donde debo realizarme.
Si todo debió ser puesto en su lugar, entonces mi libertad de elección, el tercio medio de Tifferet, se encuentra precisamente en el grupo, en la unidad de los amigos que me ayudan a elevarme hacia el Creador. Pero cuando la persona sólo vive en nuestro mundo, no tiene libertad de elección.
A partir de este momento y al realizar nuestra libre elección cada vez, subimos los escalones de la escalera espiritual y adquirimos la estructura del llamado “hombre” (Adám), hasta que lo construyamos en su volumen máximo en el grado de Maljut del mundo del Infinito, en el final de la corrección.
Todo esto se realiza a través de la elección del mejor entorno: Cada vez que nos sumergimos más profundo en el grupo, nos conectamos mejor y así crecemos.
(64432 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/27/11, Baal HaSulam, La Libertad”)
Acercándonos al centro del otorgamiento

En primer lugar, nosotros nos desarrollamos a nivel de este mundo, en nuestro egoísmo, cuando solo nos preocupamos por eso; hasta que llegamos a ser más sabios y lo vemos como el enemigo más odiado, como el que se interpone en nuestro camino. Pero este no es un obstáculo con respecto a la vida en este mundo, aunque aquí demasiado egoísmo a veces se entierra. El punto principal es que hay personas en las que comienza a crecer un nuevo deseo que está en conflicto con este mundo y con la vida completa de esta persona. Estas personas desean desconectarse de esta vida y llegan a un nivel diferente de existencia, a otra realidad, en vez de la realidad que les ha satisfizo antes.
Así entran en un período llamado el tiempo de preparación para entrar en el mundo espiritual (Lo Lishma, no por Su bien), y comienzan a trabajar sobre sí mismos a través del estudio, del grupo, y del maestro. Ellos tratan de agrandar el punto de su corazón, que es el primer brote del nuevo deseo, sobre todo su egoísmo, por encima del corazón egoísta.
Mientras este nuevo deseo crece, la persona comienza a apreciar su nueva meta aún más y comprende que el objetivo es el otorgamiento, la conexión, la salida de su ego, y el ascenso a nuevos deseos, a la conexión con los demás. Él no ve más a su “yo”, sino que ve el “nosotros”. Por lo tanto, este “nosotros” se infunde tanto que la suma se convierte en “uno”.
Nosotros aspiramos y anhelamos esta nueva dimensión y tratamos de elevarnos desde el nivel egoísta hacia el nivel de conexión, ya que constantemente aumentamos la importancia de la meta, anulándonos a nosotros mismos y conectándonos con los demás, y aceptando la opinión del entorno de que nuestra unidad es más importante que la vida dentro de nuestro ego. La Luz superior nos influye, en respuesta a nuestros esfuerzos y hace que avancemos hacia el cambio interno.
Finalmente, el cambio interno, llamado el nacimiento en el nuevo mundo, se lleva a cabo, mientras cambia la percepción nuestra de recibir a la de otorgar. A partir de ahora empezamos a ver la realidad a través del atributo de otorgamiento, que es totalmente diferente de la percepción anterior.
Ahora vemos la misma parte a la que antes no le prestamos atención: el sistema de otorgamiento que existe en la naturaleza, las fuerzas internas, las conexiones, los niveles espirituales (Partzufim, mundos, Sefirot).
Hasta ahora, sólo vimos los niveles de los niveles inanimado, vegetativo, animado y humano, y de repente se nos revela otra parte de la realidad, que se llama el mundo del otorgamiento, el mundo superior. Entonces comenzamos a estudiar este sistema y de acuerdo a cuanto podamos unirnos, nosotros entramos en él.
Cada vez que conseguimos una conexión más fuerte, nos conectamos más a este sistema, como si estuviéramos dando un paso más adentro en el bosque, en el campo del nuevo mundo. Pero nuestro completo avance se realiza gracias a la conexión. Y así, llegamos a conocer el sistema del otorgamiento.
(63973 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/26/11, Escritos de Rabash)

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