Antes de comenzar a leer o a escuchar un texto que transmita información espiritual, uno debe primero armonizarse espiritualmente con el lugar que se reveló. Está escrito “Del amor por las criaturas (que significa el amor a los amigos) uno llega a amar al Creador”. Por lo tanto, desde el comienzo nosotros debemos imaginar al grupo, la correcta conexión entre nosotros, dentro de la cual nosotros aguardamos la revelación.
Toda la ciencia de la Cabalá está dedicada a la revelación del Creador a las criaturas. Y el éxito depende de cuan correctamente imagine yo el lugar de esta revelación, es decir sus condiciones: la aspiración por ella, una alta evaluación, gratitud, y al mismo tiempo… sufrimiento. Las buenas y las malas impresiones, significan una gran inspiración y una gran desesperación. Todo esto junto.Pero al final, yo me enfoco en una realidad en la cual espero la revelación del Creador, la cualidad del otorgamiento, la cual rige sobre todo el universo desde el ocultamiento. “No existe nadie más que Él” la fuerza del amor y del otorgamiento.
Una vez que yo me armonice de este modo para adherirme a esta cualidad tanto como pueda, que lo imagino con mi alma y corazón entero, en mi corazón y mente, apuntando todos mis pensamientos, deseos y fuerzas hacia esto, yo puedo entonces leer el texto. Esto podría hablarse en términos técnicos tales como Talmud Eser Sefirot, o una historia legendaria eso no importa. Detrás de todo eso, yo intento ver cómo se describen las relaciones entre la fuerza superior del otorgamiento y yo, lo que significa cuánto me correspondo con esta.
Esto es lo que me dice el libro o la voz del lector acerca de eso. No importa cuál sea la forma en la cual yo recibo información acerca de la revelación del Creador, yo estaré listo para percibirla.
Cuando nosotros miramos nuestra vida, en ella también debemos tratar de ver cómo revelar la actitud del Creador, quien se “inviste” en el mundo. Y en primer lugar, obviamente en un grupo. Él nos despierta a todos juntos “día y noche” (esto significa en diferentes estados, ascensos y descensos), entonces nosotros deberíamos finalmente revelarlo a Él en la conexión entre nosotros.
Todos nosotros juntos somos como un instrumento musical que debe estar bien afinado y de la manera correcta para establecer las cualidades adecuadas, las conexiones mutuas, la armonía entre nosotros para que el instrumento suene correctamente. Cuando ese viento sopla, el que tocó en el violín de David, entonces como ese violín, nosotros sonaremos juntos.
En general, la persona debería tratar de ver la expresión de la fuerza superior en todos los hechos de su vida, aun cuando ella no entienda el por qué y cómo suceden las cosas. Por un lado en la vida normal nosotros debemos tratar de actuar normalmente y ser los mismos como todo el mundo. Pero al mismo tiempo, internamente nosotros deberíamos relacionar todo como si esta fuera la revelación del Creador hacia nosotros.
Por ahora esto es como un juego, no es real porque tú no conoces todavía exactamente cómo descifrar la imagen que aparece ante ti, pero aún así tienes que buscarla.
(65183 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/3/12, Escritos de Rabash
)El amor y el perjuicio no son compatibles
Las personas que han alcanzado la espiritualidad conocen las leyes del universo y comprenden la naturaleza de las masas. Ellas no solo tienen el conocimiento, sino la experiencia de su propio desarrollo, el cual también comenzó desde el nivel más bajo, desde el inanimado. Ellas han realizado las correcciones internas, han aprendido a tener compasión, a hacer concesiones, a amar y han adquirido los “instrumentos” necesarios para cuidar de las masas. Ellas actúan en beneficio de la gente y no para su propio beneficio, porque la naturaleza de ellas es distinta, espiritual.
Pregunta: ¿A qué está dirigido su cuidado del mundo?Respuesta: Ellos quieren “educar al niño conforme a su camino”. Precisamente de acuerdo a su camino, pero educar, es decir, poco a poco empujarlo hacia adelante no a través de los sufrimientos, sino a través de estudios, explicaciones y ejemplos. Estos sabios llevan a cabo el mayor trabajo: atraen la Luz, y las masas se benefician de esto .Hoy en día las masas sufren: alguien no tiene trabajo, alguien padece de hambre, tiene problemas con la salud, la familia, los hijos, etc. Y los sabios atraen la Luz que retorna a la Fuente, y educan a las masas de manera sencilla y comprensible. Gracias a esto, la Luz pasa a las masas y las corrige
Como resultado, la gente recibe las Luces de Nefesh y Ruaj, mientras que Neshama, Jaya y Yejida son recibidas por los sabios en sus niveles altos. Esto ocurre de acuerdo con el orden inverso de las Luces y las vasijas Así, las masas reciben el llenado que exactamente corresponde con sus deseos. Las personas quieren tener niños buenos, bienestar familiar, pensiones garantizadas, salud, empleo, vivienda digna, vacaciones agradables, seguridad, etc. Ellas no tienen los deseos del otro nivel y no les necesitan.
Solamente más tarde, en transcurso del proceso general, las masas se unirán a los sabios, y solo entonces su incorporación mutua tendrá lugar. Pero, una vez más, dicha incorporación será pasiva por parte de ellos.
Por lo tanto, las personas grandes descienden con el fin de servir a la gente, pero caen internamente. Precisamente su alto nivel les permite tirar de las masa hacia arriba, grado a grado.
Pregunta: ¿Aquí no existe un peligro de causar daño involuntariamente?
Respuesta: ¿Puede una madre amorosa dañar a su bebé? No ponemos a cada madre un agente de policía. Tal es la naturaleza de una madre: cuidar al niño. Una mamá no solamente cuida, ella está impregnada de sus deseos. ¿Cómo puede ella causarle daño? Después de todo, todos sus pensamientos se centraron en lo que le dará placer, en lo que lo beneficiará. Papilla, la temperatura de la habitación, una botella de agua: una madre no se desconecta de esta ola de amor ni por un instante.
Del mismo modo el superior no tiene deseos propios: Él recibe los deseos del inferior y trabaja con ellos. El amor lo obliga a hacer lo que es bueno por aquel a quién ama. Después de todo, yo puedo amar a alguien o a sí mismo. Y si yo amo al prójimo, entonces, me elevo por encima del amor a sí mismo. Y, entonces, todo lo que tengo, lo uso para servirle y dejo para mí solamente lo necesario.
(65192 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/3/12, “La Libertad”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario