Una oración es un deseo que aparece en el corazón en cada momento. El trabajo principal se encuentra en la comprensión de tu plegaria: qué quiero, qué debo desear, y si mi oración ha alcanzado las alturas de los antepasados. En otras palabras, yo examino lo que mi corazón está sintiendo. Después de todo, yo no soy su dueño, y tengo que poner guardias severos y protectores sobre él para que lo vigilen y construyan un sistema que influya en él.
Sólo mi entorno, mis amigos, rigen sobre mi corazón. Si yo creo este entorno, seré capaz de controlarlo, pero no puedo controlarlo por mí mismo. Esta es mi única libertad de elección.De ello resulta que mi oración depende por completo del entorno, y debe alcanzar con su ayuda mi “media moneda”, un cien por ciento del deseo hacia la Luz, el otorgamiento. Por esta razón, con una actitud correcta hacia el entorno y con una demanda para ellos convenzan mi corazón de sentir el deseo de otorgar (la importancia de esto), se creará en mí la oración correcta. De esta manera terminaré mi media moneda y terminaré mi trabajo. Resulta que en vez de trabajar sobre el llenado y directamente con el corazón, yo trabajo con el entorno, dirigiéndolo para este que influya en mi corazón y haga que quiera el tipo correcto de llenado, es decir, que se llene con la cualidad de otorgar, con el amor al prójimo. Esto es exactamente lo que me falta ahora. Cuando yo complete todo este proceso, encontraré la “segunda mitad de la moneda”, el llenado. Y aquí “lo colectivo y lo privado son iguales”, todo es absolutamente igual. Después de todo, cada elemento es igualmente importante en un sistema analógico integrado. Nadie es grande o pequeño, rico o pobre, cada uno debe ganarse la mitad de la moneda y alcanzar un deseo completo específico que sólo se les atribuye a ellos. Por esta razón no hay nadie más especial que los demás, mayor o menor en este tipo de trabajo, todos los amigos son absolutamente iguales. Después de todo, si falta el más pequeño deseo correcto, no alcanzaremos la mitad perfecta de la moneda. Y es por eso que es necesario cuidar de todos.
(65422 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/5/12, Escritos de Rabash)
Siete mil millones de universos incluidos
Cada uno de nosotros es creado con sus cualidades especiales. Y como parte de todo el enorme deseo común, que representa una cierta forma única de desarrollo que contradice todas las otras formas. Cada alma que existe difiere de las demás en todos los sentidos. Ni siquiera entendemos cuan diferentes o contrario somos unos de otros. Hay un abismo infinito que nos separa a los unos de los otros.
No hay almas que sean cercanas o lejanas unas de otras, todos somos absolutamente diferentes en el espacio espiritual. Somos tan diferentes que no compartimos absolutamente nada en común.Creemos que podemos encontrar ciertas similitudes entre algunos de nosotros, pero somos similares en nuestras cualidades materiales, corporales, animales, no en las espirituales. Ninguna de las cualidades espirituales del alma es similar a las cualidades de otra alma.
Crees que alguno de tus amigos está más cerca de ti, y otro te rechaza, y tú eres incapaz de entenderlo, o ni siquiera puede tolerarlo, debido a su mentalidad, personalidad, apariencia o comportamiento. Pero todo esto pertenece a nuestro cuerpo animal. ¡En el mundo espiritual, ninguna persona es similar a otra, incluso ni siquiera en una de sus cualidades, y nadie puede ser cercano o lejano a mí!
Esto es un milagro, cuán opuestos somos el uno del otro. No podemos ni siquiera imaginarlo, porque en nuestro mundo esto no existe, nosotros todavía encontramos ciertas similitudes en ciertos grupos de personas: una mentalidad común, un comportamiento aceptado, ciertas cosas que vienen de hogares de nuestros padres, y gustos comunes.
Pero no hay similitud en el mundo espiritual. Somos capaces de encontrar diferencias polares entre nosotros en todas nuestras cualidades según la medida de nuestra habilidad para hacer una lista de las cualidades espirituales de cada uno. a cosa es que el espacio espiritual es multidimensional. Hay tres coordenadas en nuestro mundo, pero en el mundo espiritual hay una cantidad infinita de ellas. Y en este espacio multidimensional, cada uno tiene su sistema multidimensional.
Esta es la razón por la cual en el mundo espiritual, cada uno de nosotros existe con su sistema de coordenadas multidimensional. Los astrofísicos están descubriendo los mismos fenómenos en el universo: un universo se incluye dentro de otro, y ambos están incluidos dentro de un tercero, y así sucesivamente. En otras palabras, ellos están de alguna manera acercándose a una forma, en la que es posible imaginar lo espiritual. Los sabios han escrito sobre esto: “Sus opiniones difieren tanto como sus rostros”. En otras palabras, ni siquiera compartimos opiniones, pero puesto que no nos conocemos muy profundamente, pensamos que podemos ser algo similares y cercanos unos de otros.
¡No pienses que te pareces a nadie en absoluto de ninguna manera! Ninguno de ustedes se corresponde con ninguna otra persona. Ustedes son todos tan lejos unos de otros, que ni siquiera comparten una sola cualidad. No hay nada que pueda hacerse al respecto, esto es un hecho.
Lo único que se puede hacer en este caso es elevarse por encima de todas las diferencias. ¡Nunca nos conectaremos sin esto! En este plano, es absolutamente imposible conectar el sistema de coordenadas multidimensional de uno con el sistema multidimensional del otro.
Nunca seremos capaces de conectarnos en el nivel de nuestras cualidades. Cada uno es un universo aparte, con su estructura completa de riqueza dentro de él. Así es como cada uno de nosotros es infinitamente rico y versátil en el interior, y absolutamente diferente a los otros en todos los sentidos. No tienen nada en común.
¡Es por eso que debemos entender que no tenemos otra opción más que elevarnos por encima de nosotros!
(61601 – De la Lección 2, Convención Arvut del 11/18/11)
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