¿Qué haces cuando todos están en lo correcto?

Baal HaSulam, “La Libertad”: Mientras más contradicciones haya entre las opiniones y exista más crítica, más aumenta el conocimiento y la sabiduría, y la materia se vuelve más adecuada para examinarse y aclararse.

La degeneración y las fallas en la raíz de la inteligencia solo provienen de la carencia de crítica y desacuerdo. Así, evidentemente toda la base del éxito físico está en la medida de unidad de la sociedad, y la base para el éxito de la inteligencia y el conocimiento está en la separación y el desacuerdo entre ellos.
Vemos que estos dos opuestos se proveen apoyo mutuo el uno al otro. La separación y la unidad deben estar balanceadas para no se cancelen, sino que se apoyen la una a la otra. Y entonces, entre ellas encontramos la línea media, que contiene ambas en igualdad. No está en la mitad de los dos extremos, sino que toda la separación y toda la unidad deben eventualmente unirse en una.
Estábamos acostumbrados a algo más: Cada persona cede algo en alguna medida o agrega ligeramente, y así alcanzamos un acuerdo superficial. En esencia, esto no es un acuerdo, sino que es simplemente porque no se tiene otra opción, te dejo ocupar un pedazo de mi territorio y tú me das un pedazo del tuyo. Es por esto que sufrimos por no tener otras opciones.
Sin embargo, si creamos la unidad en aras de unirnos con el Creador, entonces tienen que participar dos fuerzas opuestas juntas. Esto es algo que no sabemos cómo hacer con nuestro entendimiento “plano”. Solo la Luz superior puede mostrarnos que es posible hacerlo. Esto requiere de una mente espiritual más elevada, la cual remueve las contradicciones, como está escrito, “Uno y el otro son palabras del Dios viviente”.
La Luz superior trae su tercera fuerza para unir a los opuestos. Sin embargo, nosotros no podemos explicar esto a la gente. Pensaran que esto es religión o misticismo. Por tanto, damos una explicación en otro nivel: todos están en lo correcto o todos están equivocados. Nosotros ya entendemos que no podemos ir con cada uno y que nunca abra paz entre nosotros. Así que establezcamos la paz en un nivel más alto, por encima de nosotros, como está escrito, “El amor cubrirá todos los pecados”.
Uno podría pensar: ¿Cómo puede ser esto? Después de todo, los pecados permanecen. No, nosotros sostendremos un “paraguas de unidad” sobre nosotros y cuidaremos constantemente solo de este. Entonces entenderemos que todas las transgresiones entre nosotros son destinadas precisamente a fortalecer este “paraguas”. Las veremos cómo razones para unirnos y decir, “esto es genial porque sin ellas no necesitaríamos amor. Pero ahora las necesitamos puesto que de otra forma, simplemente nos comeríamos unos a otros”. Esta solución será clara, aprobada y aceptada por el mundo.
Sin embargo, la verdadera solución ya pertenece a nuestro nivel: Nosotros traemos la Luz que reforma al mundo, sin la cual la gente no sería capaz de sostener el “paraguas” común sobre sus cabezas.
Al final del día, no estamos diciendo nada nuevo. Entonces ¿Qué causara que ellos acepten nuestra oferta?
En la situación actual con sus múltiples desacuerdos, conflictos, puntos muertos y armamentos nucleares, con su crisis global, sonamos lógicos. De hecho, no hay razón para buscar quien tiene la razón en la discordia general. Todos están en lo correcto y equivocados al mismo tiempo. Nosotros no aceptamos ninguna opinión separada de alguien, pero en vez de elevar una sola idea, nos unimos por encima de todo, sin ninguna calificación. Porque de otra manera, este será nuestro final.
(65851 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/9/12, “La Libertad”)
Las dos grandes Luces

El Libro del Zóhar, capítulo “Bereshit” (Génesis), ítem 113, Las dos grandes Luces: La luna no estaba en paz con el sol porque que ella estaba avergonzada de sí. … El Creador le dijo: “Ve y disminúyete a ti misma”.

Estamos hablando de la adaptación entre la criatura Maljut y el Creador, de las primeras nueve Sefirot por las cuales el Creador se muestra a los seres creados. De acuerdo al grado en el que Maljut se adapta a las primeras nueve Sefirot, llega a la adhesión a ellas, de conformidad con el principio de “por Tus acciones, Te conoceremos”. La adhesión se realiza por equivalencia de forma, equilibrio u homeostasis entre dos objetos, como lo llamamos en nuestro mundo.
Aunque una de las dos grandes luminarias Maljut no tiene luz propia, sigue siendo grande y brillante, y puede ser tan importante como el sol, el Creador, porque aunque por sí misma habita en la oscuridad, puede llegar a brillar. El deseo de recibir es llamado la Tierra. Su nivel de otorgamiento es la luna. La fuerza que obtiene para otorgar, para corregirse, y brillar en la noche, viene del sol, de Zeir Anpin en el que hay Luz de Bina superior. Por lo tanto, hay dos luces, la luz pequeña y la gran luz. El propósito del desarrollo de la luz pequeña es alcanzar el mismo tamaño, la misma luz de la gran luz, de manera que haya dos grandes lumbreras. De esta manera, el ser creado alcanzará el mismo nivel, percepción y conciencia, y todo lo que el Creador quiere para él. Esta es la adhesión de la criatura con el Creador.
(65721 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/8/12, El Zóhar)