LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

25.1.12

Recuerda que la vara que arrojas se convierte en una serpiente

¿Cómo nos preparamos para la convención en el desierto como se dice, al “cancelarnos completamente?”
Respuesta: Primero, tienes que averiguar qué significa, “eliminarse a uno mismo”. ¿Significa dejar de existir? ¿Qué sucederá después?
“Yo”: Esta es mi razón, emociones, mente, y corazón. Si se me priva de ellos, sólo mi organismo corporal permanecerá ¿Entonces, qué sigue? Mi intelecto y emociones tampoco dependen de mí. Esta es la forma en que crecí y fui criado; fui esculpido de cierta forma: ¿Este soy yo? ¿Esto es lo que realmente soy? ¿Qué puedo eliminar aquí? ¿Dónde está el “yo” que estoy rechazando?
Si no sientes que tienes algo qué cancelar, pero estás trabajando a través del grupo para aferrarte al Creador (como está escrito: “del amor de las criaturas al amor del Creador”), y si descubres rechazo y odio, entonces sabes qué eliminar. Esto es lo que llamamos “yo”, la revelación de la verdadera esencia de este, su resistencia, y nula disposición para conectarse con otros.
Es la fuerza de la ruptura que se oculta en mí, la misma Reshimó, la información que desciende a mí luego que ocurrió la ruptura. Anteriormente, solía estar conectado con otros; ahora detecto mi anterior conexión y me aseguro de que existe. Dependiendo de si siento la conexión con otros o no, de si aún poseo un deseo de conectarme o no, comienzo a dilucidar mis Reshimot (genes de información) rotas.
Mi descubrimiento de que estoy en oposición a otros es la primera revelación del Faraón. Sin embargo, si no aplico un esfuerzo nunca lo discerniré ¿Tal vez aún no estoy en Egipto, o ya estoy ahí pero mis “siete años de abundancia” aún no terminan? Entonces, todavía disfruto de las comidas en común, asambleas de amigos, lugares placenteros, y pasar tiempo con mis cariñosos amigos.
Cuando terminan los siete años de abundancia, surgen disturbios, problemas, discusiones, y desacuerdos, pero la persona se da cuenta de que esto se le ha dado a propósito y no trata de huir de ello. Trata con fuerza de superar su separación, su odio, y desprecio hacia lo que lo rodea.
En este punto (si la persona no abandona el camino), comienza a caer en cuenta de la importancia de tales condiciones y entiende que no hay opción y esta es la forma en que debe ser.
Ahora, se encuentra de frente directamente con el Faraón. Todo se trata de trabajo interno que normalmente no puede ser detectado en el exterior. Es todo un periodo de esfuerzo y de toma de consciencia del hecho de que no hay nada que pueda hacer porque es el Creador quien le revela la fuerza de fragmentación; como está dicho: “Acerquémonos al Faraón, ya que Yo he endurecido su corazón.”
El Creador le muestra a la persona cuán débil es y su rechazo hacia amar a su prójimo. En este momento, la persona está dispuesta a hacer cualquier cosa para alcanzar el amor fraternal. Está dispuesta a pasar por todas las “diez plagas egipcias”, a cruzar el Mar Rojo (Yam Sof, Mar Final), y a aceptar la conexión mutua y la responsabilidad para acercarse al poder de la Luz que reforma llamada Torá en pos de la autocorrección y el alcance del amor de los seres creados, porque al hacerlo eventualmente alcanzará el amor del Creador.
¿Puedes imaginar, cuánto soporte y cuidado uno tiene que obtener de su entorno y desde Arriba para no huir con su egoísmo que se está volviendo más fuerte y siempre lo persigue? él debe entender que “el Creador los hizo uno en contra del otro”: existe ya sea “una vara o una serpiente” (otorgamiento o egoísmo) y no hay nada en medio, es uno o el otro.
(66932 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/19/12, Shamati # 59
Decide quién gobernará sobre ti

Tenemos que pasar por un largo proceso de clarificación. Desde el comienzo de la creación hasta su culminación, todo lo que hacemos es aclarar cómo podemos ser complacidos en relación a la fuerza dadora, a la fuente, al Creador.
Pasamos por algunas de nuestras clarificaciones inconscientemente, sin nuestras sensaciones y entendimiento, como una preparación para los estados que seguirán y requerirán de nuestro entendimiento y sensaciones. Esta es la misma manera en la que un niño crece o cualquier otro desarrollo sucede. Tienes que pasar por muchos pasos y todo tipo de cálculos y permanecer en ellos por bastante tiempo hasta que comiences a sentir que existe un nuevo nivel de sensibilidad, comprensión, y aclaración, y asciendes hacia un próximo nivel.
Más tarde, es como si la novedad de un nuevo paso fuera borrada y se deslizara fuera de nuestra memoria: nos acostumbramos a ello, y como sabemos un hábito borra el sabor. Una y otra vez, inconscientemente tratamos de avanzar y de movernos hacia adelante tanto como podamos hasta que surgen nuevas sensaciones y llegamos a nuevas conclusiones.
El mayor discernimiento es quién gobernará sobre nosotros: ¿el Creador o el Faraón, el bastón o la serpiente? Obviamente, en la superficie cada uno de nosotros está dispuesto a elevarse al nivel de la naturaleza otorgante del otro ¿Pero cómo llegamos a eso?
Ahí es donde tiene lugar la lucha entre el Faraón y Moisés o Aarón dentro de un ser humano. Esta sucede dentro de la persona. La disputa es acerca de ¿para quién hago el esfuerzo? Cuando se me ha dicho que no importa cuán fuertemente trate la persona, no ayudará, ¿Por qué debo molestarme en intentarlo?
Por otra parte, ¡está dicho “Nadie puede ayudarme excepto yo mismo” y “He laborado y encontrado!” El problema es que la persona es incapaz de realizar esos cambios, deben ser de naturaleza interna y tienen que ocurrir desde el interior. Sólo debido a cambios internos la persona se permite hacer una nueva ronda de cálculos. Cualquier cambio depende totalmente de la misericordia de Arriba: podría suceder o no. Pero nosotros tenemos que continuar trabajando, y nuestro trabajo es encontrar misericordia a los ojos del Creador que nos dio este apoyo. De hecho, esto realmente prueba la frase: “¡Laboré y encontré!” Es decir, nuestra petición no es una petición per se, sino una prueba de la intensidad de nuestro trabajo que está dividido en dos mitades. Una mitad es culminada por nosotros, la cual hace que la Luz, la otra mitad, venga de Arriba y haga la corrección. El bastón no debe ser tirado al suelo porque se convertirá en una serpiente, lo que significa que no debemos darnos por vencidos acerca de nuestro conocimiento; por el contrario, tenemos que mantenerlo en alto. “Fe por encima de la razón” significa el trabajo que llevamos a cabo con nuestro intelecto, con lo mejor de nuestras capacidades dejando que la Luz se manifieste y nos corrija.
(66935 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/19/12, Shamati # 59)

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