Las aclaraciones antes del ataque
Publicado en febrero 4, 2012 a las 7:15 am
Constantemente tenemos que preguntarnos si cada día nosotros comprendemos mejor: qué es la necesidad de redención, qué es la preparación para ella, y qué vasija espiritual tenemos que preparar para poder salir al desierto. ¿Tenemos una deficiencia de esta?
La deficiencia debería ser hecha de dos partes: Maljut y Keter. Maljut es la deficiencia, que es aquello de lo que carezco, y Keter es el respeto que tengo por esta deficiencia, que es mi evaluación de que este deseo tenga la mayor importancia.
Necesitamos un Masaj y la Luz retornante, en otras palabras, la capacidad de otorgar. Después de todo, el propio Masaj no es otorgamiento todavía, como tampoco lo es la Luz retornante, sino que son sólo condiciones. Pero nosotros los necesitamos, porque aparte de eso, no se requiere nada más de la vasija espiritual. El llenado vendrá de acuerdo al Masaj y a la Luz retornante.
Se llama llenado porque el Creador, la Luz de Jojma, está vestido posteriormente en el llenado; este será el resultado directo de la corrección de la vasija.
El Masaj y la Luz retornante son formados en los deseos y no pueden existir sin su profundidad y fuerza (Aviut). Por lo tanto, el amor no puede existir sin el odio, sin un deseo fuerte y profundo esto será imposible de superar. Esta es la forma en que debe ser construido: uno dentro del otro.
Por lo tanto, cuando estamos a punto de atacar, tenemos que ver si en realidad hemos revelado nuestro egoísmo, aquel que debemos atacar ahora. ¿A quién estamos atacando? No hay nada más que el deseo de recibir y el deseo de otorgar, y nosotros tenemos que aclarar esto antes de atacar.
(68292 – De la preparación de la lección diaria de Cabalá del 2/1/12)
No te detengas en el camino al amor
Publicado en febrero 4, 2012 a las 6:55 am
El propósito de la creación es alcanzar adhesión con el Creador. Descubrimos adhesión con el Creador, con la ayuda del atributo del amor. Esto es así porque el Creador revela al ser creado el atributo y la actitud llamada amor, que se expresan en la forma del bueno y benévolo.
Lo mismo ocurre en nuestro mundo, cuando amamos a otros, nosotros queremos hacerles el bien a ellos. Esto es un signo externo del amor. Pero si la persona carece del deseo de hacer el bien, quiere decir que no ama, sino que calcula qué es más ventajoso para él: da para recibir. Al amor está por encima de todos los cálculos. En primer lugar está el amor y, a continuación, como consecuencia, viene la entrega. El amor en sí mismo es lo que obliga a la persona a dar, porque uno es llenado con eso. Cuando yo amo y no puedo dar, sufro. Esto es así porque el amor vive mediante nuestros sentimientos cuando nosotros le otorgamos a la gente que amamos. Así que ¿por qué existe la Mitzva de alcanzar el amor del Creador? Esto no está claro por dos razones. Por un lado, ¿cómo yo podría querer esto? Por otro lado, ¿por qué es una obligación? ¿Puede alguien ser obligado a amar? ¿Por qué esta idea toma la forma de un mandamiento, de la Mitzva más importante? Incluso en nuestra vida, vemos que en este mundo, tú puedes obligar a una persona a hacer cualquier cosa, excepto amar. Si yo soy obligado, no puedo amar de ninguna forma.
Esto nos lleva a muchas preguntas, que dejaremos para los filósofos y en lugar de hablar sobre ello, buscaremos en el sistema. El sistema de la creación fue creado por la Luz superior, que nos llega desde la fuente del amor, del amor del Creador para el ser creado. Este amor es de por sí absoluto. Con el fin de llenarlo, la Luz superior se extiende desde la fuente en forma del bueno y benévolo y estabiliza al ser creado para que todos los procesos sean capaces de tomar plenamente su lugar en él. Esto se hace sólo desde el amor del Creador por el ser creado. En primer lugar tenemos que entender que todo lo que nos pasa a nosotros, las peores y más terribles cosas por las que la humanidad ha sufrido a lo largo de su historia corporal, y también en los niveles de los mundos espirituales, todas surgieron del amor absoluto del Creador para con nosotros. Nosotros tenemos que alcanzar la misma actitud por nuestra parte.
Esto es posible porque la Luz que nos desarrolla proviene exactamente de la misma fuente. Desciende a través de las Masajim (pantallas), los filtros, y comienza a influir en nuestro deseo de recibir más pequeño, el más pequeño grano de egoísmo, el más bajo, oscuro, y muerto. Poco a poco la Luz influye nuestra materia en los niveles superiores de la escalera del desarrollo y evoca a este grano el empezar a crecer. El deseo pasa por las fases del inanimado, vegetativo, y animado, hacia el nivel del hablante en la que se lleva a cabo el mismo ciclo, y así sucesivamente.
Todo esto viene del amor. Entonces, al final del proceso, nos guste o no, el amor vivirá entre nosotros. Sin embargo, este trabaja en dos líneas: la deficiencia y el llenado. Así es como nosotros avanzamos.
En primer lugar, el Creador tiene que crear progresivamente las deficiencias en nosotros, los deseos, de arriba hacia abajo, junto con los llenados de todos los niveles y de todos los estados. La diferencia entre estos niveles es de carácter cualitativo: Crecemos más sabios, adquirimos una mayor comprensión y sensaciones, y pasamos de ser células individuales a ser un cuerpo, a ser seres humanos. Luego, con el punto en el corazón, salimos hacia los niveles espirituales.
Todo esto nace del amor del Creador y no hay duda de que retornaremos a este. Entonces, ¿por qué se nos manda a realizar eso? ¿Por qué debería haber una demanda por un resultado predeterminado? El mandamiento es que no debemos dejar el camino, y constantemente debemos avanzar. Si nos empujamos hacia adelante voluntariamente, sin duda, alcanzaremos el amor.
(68213 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/31/12, “Introducción al Estudio de las Diez Sefirot”)
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