Sintiendo la fuerza que controla el destino
Publicado en marzo 29, 2012 a las 1:00 am
Todo nuestro trabajo es encontrar en nosotros mismos la oportunidad de sentir la fuerza que llena el mundo, que controla el mundo y nuestro destino, que nos lleva por la vida y determina todos los eventos en ella, lo que pasará con cada uno de nosotros cada minuto.Para ello, tenemos que profundizar constantemente en nosotros mismos, específicamente a través de nosotros mismos. No seremos capaces de encontrar nada en el mundo mecánico que nos rodea. Sólo a través del refinamiento de nuestros sentidos, aumentando nuestra sensibilidad interior, empezaremos a sentir las capas finas de la naturaleza, así como sus niveles de información. Estos niveles nos revelarán todo el programa de la creación, todo lo que debería sucedernos, y lo que ya ha sucedido, y nos elevará por encima de la sensación del tiempo, del espacio y movimiento mecánico, hacia un área completamente diferente.
Por lo tanto, tenemos que profundizar constantemente y buscar en nosotros mismos la sensación de esta capa de información, de esta fuerza que lo controla todo. Se le puede llamar la fuerza básica de la naturaleza, la fuerza superior de la naturaleza, o el Creador, ya que crea todo lo que contiene el programa de toda la creación. Para lograr esto, nos reunimos para aumentar el impacto entre nosotros y así ayudar a la unión de todos.
Empezamos a crear un nuevo órgano sensorial en un sentimiento colectivo, que es capaz de revelarnos la fuerza que nos rodea y lo penetra todo. Al estar en esa relación constante y correcta entre los demás y yo, me elevo por encima de mí, salgo de mi, así empiezo a sentir lo que está entre nosotros. Esto se convierte en lo más importante.
Pero todo lo demás es mío, como mi cuerpo bestial. Cuando yo deseo salir de mí mismo por completo, sentir lo que está por fuera de mí, ahí encuentro esta fuerza superior de la naturaleza.
Conectarnos con esto es la meta de nuestra existencia. Y todos queremos lograr esto.
(73747 – De la Convención en Vilna del 24 de Marzo del 2012, Lección 3)
No dejes cerrar la puerta
Publicado en marzo 29, 2012 a las 12:20 am
Pregunta: Una nueva puerta se abrió para nosotros en la Convención de Vilna. ¿Cómo puedo poner el pie y no dejar que la puerta se cierre?
Respuesta: En primer lugar, debemos tener miedo de perderla, estar impresionados con la grandeza del estado que hemos logrado y fortalecer nuestra impresión tanto como sea posible.
No pasaremos por esta puerta de inmediato. Tomará meses hacerlo. Después de todo, estamos entrando en un período de alumbramiento y el nacimiento ocurre de diferentes maneras: a veces tarda un par de días y a veces un par de semanas. De todas formas, no importa cuánto tiempo podamos necesitar, estamos hablando sobre un proceso que incluye dolores de parto, no sobre un evento que se logra de un solo golpe.
Estamos en el camino, y si deseas que el proceso siga desarrollándose, debes aceptarlo correctamente. Sigues tu camino no porque éste sea agradable y emocionante. No te preocupa el estado en sí mismo, lo principal es saber que esto le brinda el máximo placer al Creador. Tienes que girar el vector de la recepción hacia el otorgamiento.
Si agregas esta intención, avanzarás. Es cierto que, éste inmediatamente te dejará un sabor soso en la boca, pero garantizará tu progreso. Más tarde, probarás el verdadero sabor, pero ya en contacto con el Creador, en otorgamiento. Y ahora convocarás la Luz para realizarlo.
Pero si estás inspirado por sensaciones agradables, si estás contento de haber probado finalmente las delicias de la unidad con los amigos, este sentimiento tiene un sabor amargo de egoísmo y por lo tanto no se quedará contigo. Después de todo, necesitas avanzar, para que este estado se te quite. Recibirás una buena sacudida, te olvidarás de eso, seguirás buscando y enfocándote nuevamente, pero estarás más dispuesto a llenarte de intención, no de sensaciones.
(73724 – Desde la 4° parte de la lección diaria de Cabalá del 26 de Marzo del 2012, preguntas sobre la Convención)
La solución a la crisis
Publicado en marzo 28, 2012 a las 11:40 pm
La naturaleza no cambiará. Esta nos ha guiado durante miles de años en el desarrollo de nuestro egoísmo hasta el punto en el que nuestro egoísmo se volvió integral. No podemos hacer nada al respecto.
Esto está ilustrado por los recientes acontecimientos en Europa. Había una multitud de pensamientos y agendas sobre cómo dividir de nuevo a Europa, al mercado europeo, y la comunidad de naciones, de cómo separar y partir caminos para sobrellevar más fácilmente los problemas económicos de cada país.
Sin embargo, esto no fue posible, y como resultado Europa tomó la dirección hacia una mayor integración y profundización de las relaciones mutuas. Esta decisión se produjo, literalmente, en cuestión de los últimos meses, puesto que nadie lo había querido antes. Simplemente no se puede separar ni un solo país. La separación de Grecia, España o Portugal, de Europa costará mucho más, es más benéfico mantener por todos los medios la unidad. Esto está calculándose y decidiéndose en los más altos niveles.
Resulta que hemos llegado a ese estado en el que estamos obligados a estar interconectados correctamente y de manera integral. En cuanto a la forma de lograrlo, no lo sabemos. Pero, tal vez, si encontramos la manera de resolverlo, superaremos todas las crisis: la familiar, la económica, la educacional, la social, gubernamental y global.
Por lo tanto, el problema radica en el hombre: ¿Cómo podemos cambiar nosotros mismos para estar en homeostasis, en equilibrio con la naturaleza? El hecho es que la principal ley de la naturaleza es la ley del equilibrio. La naturaleza gravita constantemente hacia el equilibrio. Es la ley de la física.
El equilibrio es sostenido por la naturaleza en todos los niveles: en los niveles inanimado, vegetativo y animado. Y sólo el hombre rompe esta ley con su egoísmo excesivo: él consume más de lo que contribuye, contamina más de lo que la naturaleza puede reclamar, y así sucesivamente.
Esta violación de la ley del equilibrio es básicamente el problema de nuestra crisis actual.
¿Cómo podemos alcanzar el equilibrio? Puede hacerse sólo si empezamos a corregir al hombre mismo. Por lo tanto, el problema radica en el hombre, en su corrección. Además, este problema es grande y global. Si nosotros no deseamos ser similares a la naturaleza, si no queremos que consumir sólo según en la medida en que contribuimos, la naturaleza nos obligará a esto a través de las crisis.
Vemos que cada día cientos de miles de personas pierden su empleo porque no necesitamos la mayoría de la producción, esta era excesiva. Estábamos produciendo cosas absolutamente innecesarias o haciendo que se volvieran obsoletas más rápido para poder producir, vender y ganar más.
En última instancia, si nosotros mismos no reducimos la producción hasta el nivel necesario y razonable de manera que exista la sensatez, la naturaleza nos obliga a hacerlo a través de la crisis. Sin quererlo, nos encontramos sin estar preparados, siendo lanzados a la calle. Así vemos lo que está pasando con la humanidad entera.
El mundo está envuelto en una grave crisis. Si no la tomamos bajo control, entonces en el transcurso de este año veremos las terribles consecuencias que aun hay preparadas para nosotros. Cientos de millones de personas perderán sus puestos de trabajo, y no estamos preparados para ello.
¿Qué haremos con ellos si, por ejemplo, llegamos a un estado en el que de hecho no es necesario ningún exceso de producción? Con la tecnología moderna la gente no tiene que trabajar tanto. Como máximo, el 10% de la población puede proporcionarle alimentos, ropa, zapatos, y todo lo que es necesario a todo el planeta, si trabaja aproximadamente dos horas al día. ¿Qué hará la gente con el resto de su tiempo?
Aquí llegamos a una conclusión interesante: El hombre debe trabajar, pero no de forma manual y no para producir productos materiales, sino para producir el producto interno y espiritual. Él tiene que reformarse a sí mismo como una parte integral de la sociedad y de la naturaleza. Así él generará energía positiva y se pondrá en equilibrio a sí mismo, a la sociedad y a la naturaleza. Entonces, recibiremos de la naturaleza el correcto otorgamiento y estaremos interconectados con esto de manera correcta.
Muchos artículos científicos tratan este tema. Muchos expertos distinguidos con quienes se establecimos contacto, están trabajando en ello.
(73540 – De la Convención en Vilna del 22 de Marzo del 2012, Lección Preliminar
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