
Los estados de “Israel” y “las naciones del mundo” constantemente alternan dentro de una persona y este proceso no depende de él. Todo lo que él tiene que hacer es “inyectar la gasolina”, esforzarse hacia adelante con todo lo que tiene. Para ello, uno necesita una conexión fuerte con el grupo y el pensamiento incansable sobre el avance espiritual en la dirección del otorgamiento. Así es como se realiza el principio “Israel, la Torá, y el Creador son uno”, lo cual es el mandato del Creador.
Mientras más esfuerzos haga una persona, con mayor frecuencia alternan estos dos estados. Allí es cuando es importante no dejar que ninguno de los dos te saquen del camino, no desees permanecer en uno u otro estado, y no te atasques en ninguno de ellos.
Siempre hay que ver la meta por delante y aspirar directamente a ella, a pesar de que el camino es sinuoso y tortuoso. Cada persona es girada sobre su propia Reshimót, como si estuviera avanzando por un tobogán. No hay ningún lugar hacia donde escapar y tú sólo aspiras hacia adelante, sin hacer ningún cálculo en las curvas cerradas.
Tal vez tu quieres parar, experimentar el estado actual, estudiarlo y “masticarlo”. Pero eso nunca ayudará. Trata de pasar por todos los lugares a toda velocidad y no te preocupes si no estás familiarizado con el camino.
La única manera de entender algo es desde un nivel superior. Un niño no sabe qué etapa del desarrollo está pasando. Él sólo conoce las etapas anteriores. Es por eso que los niños mayores pueden ser instructores de los más jóvenes. Lo mejor es crear este tipo de interacción entre niveles adyacentes.
Por lo tanto, siempre aspiramos sólo hacia adelante, hasta el final de la corrección. Sólo allá revelaremos todas las raíces, todos los estados iniciales, intermedios y finales. Cuando se entrelacen en un todo, entonces revelarás el sistema en un instante y comprenderás todo. Hasta entonces no hay verdad en la que puedas confiar.
(De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 2 de Enero 2011, Escritos de Rabash)
Todos los mundos están entre nosotros

El Zohar, introducción, artículo “Itró” (Jetro): El Zohar explica el orden de la emanación de los Partzufím de Atzilút: Átik, AA, AVI, y ZA, como la fuente de todo, el Masáj de Máljut de Midát ha Din, usa el Partzúf Átik, opera en AA para ocultar la Jojmá ahí… Después, este explica que VAK de ZA se refiere a las seis cortinas y la cortina bordada, GAR de ZA.
Los autores del Libro del Zohar revelaron el orden de las relaciones entre ellos y dentro de la conexión entre sí, revelaron los Partzufím, los mundos, las cualidades y los discernimientos interiores. Todo esto está presente entre una persona y las otras.
Cuando a una persona les parece que los demás que están conectados, esto es llamado “el mundo del Infinito”. Si él los ve como conectados parcialmente, se llama Partzufím, que están por encima de él. Así es como hablan el uno con el otro, mostrando cada cualidad y llamándola “Rabí Iósi, Rabí Jiiá, Rabí Elazár, Rabí Shimon“, así como otras imágenes de la naturaleza.
Todos estos son estados por los cuales pasan nuestras almas en el proceso de sus correcciones. Sé por experiencia propia lo difícil que es para una persona representar una imagen muy simple en su imaginación: de que no hay nada aparte de las almas separadas. Su división total es percibida por ellas como nuestro mundo. Su unificación parcial, la inclusión de los deseos entre sí en el principio “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” crea la sensación del Mundo Superior en las almas.
Su unidad total es percibida por las almas como el Mundo del Infinito, la unidad sin límites, ilimitada y, en consecuencia, el llenado total de la Luz.
(De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 2 de Enero 2011, El Zohar)
No hay comentarios:
Publicar un comentario