El camino a la armonía y a la seguridad real.
Si nos analizamos honestamente, lo que pasa con nosotros en este mundo, para qué estamos viviendo, en qué forma, cómo gastamos nuestras vidas y con qué propósito, podríamos reducir nuestro consumo de recursos naturales a las necesidades básicas.Si no hay nada que puedan hacer estos siete mil millones, ellos deben ir a la escuela. Esto significará que ellos están ganando “la vida“. ¿Quién dijo que es necesario trabajar 15 horas al día? Mira cómo viven algunas tribus primitivas, la cantidad de tiempo que dedican a preparar la comida y el descanso. Pero todo lo que hacemos es trabajar, toda nuestra vida.
Realizamos acciones innecesarias. Vivir no significa cubrir la totalidad de 24 horas durmiendo-comiendo-trabajando. ¿Cuál es el valor de una vida así? Todos aquellos a quienes no pueda dárseles un trabajo que hacer, deben sentarse a leer libros cabalísticos. Esto será su “ganancia” la Luz que Reforma para todos.
Aquellos que deseen estudiar deben hacerlo, mientras que aquellos que desean trabajar deben trabajar. Hay gente que puede trabajar sólo con sus manos, y existen los opuestos, aquellos que sólo pueden producir ideas y no son atraídos por el trabajo manual.
Cada uno tendrá una ocupación porque él o ella se fusionarán con el Creador y por lo tanto canalizarán la fuerza vital para nosotros. ¡Así que dejemos que lo hagan! Que no hagan otra cosa que sentarse con los demás, estudiar y analizar su relación con el Creador. De tal modo, estarán proveyendo a todos con la fuerza de la vida, en vez de comida, ropa y todo lo demás. Y entonces, toda la población del mundo tendrá todo lo que necesita.
No hay necesidad de nada además de lo necesario. Esta es la manera de trabajar, la disposición correcta. Entonces, podemos tener otros miles de millones de personas en el mundo: Si ellos están trabajando en hacer la conexión con la Luz Superior, con el Creador, habrá abundancia total en el mundo.
Y este es el único camino a la armonía y a la seguridad real.
(36858 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/2/2011, Lección sobre el dinero)
Alcanzado la desesperación total
Todas nuestras plegarias sólo pueden ser por el deseo de otorgar. Pero cuando un deseo no se vuelve realidad en mucho tiempo, la persona alcanza la desesperación porque ella sigue existiendo con los deseos de disfrutar.
Si yo he tenido deseos de otorgamiento, no debo desesperarme. Debo llenarme al anticiparlo. Pero, ya que mis deseos son egoístas, mi aspiración por otorgar no me llena.Así es como la persona cae. Se dice: Ay de aquel que abandone sus esfuerzos antes de haberlos completado. Es en esta situación cuando el grupo tiene que ayudar a la persona a soportar para que ella sea capaz de adicionar otra gota por encima de esa barrera de la desesperación que ella ha alcanzado, sin importar cuán incapaz de hacerlo sea la persona. Este es precisamente el lugar donde ella tiene que adicionar un poco más de esfuerzo, en el mismo lugar donde parece que ella ha alcanzado la desesperación total, usando la fuerza adicional que ella recibe del entorno.
Estas adiciones son las que construyen el callejón hacia el mundo espiritual. Después de todo, ellas nos despiertan una plegaria adicional, la cual es respondida por la Luz que viene y convierte el deseo en uno de otorgamiento.
¡Entonces nosotros comenzamos a disfrutar el otorgamiento, en el cual nunca puede haber desilusiones! No hay ninguna restricción en el mundo del otorgamiento. ¡El mundo entero está frente a ti, adelante, llénate sin ningún límite, infinitamente! ¡Haz lo que quieras hacer!
Después de todo, si tu intención es otorgar al prójimo, entonces no hay restricciones para ti.
(37149 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/6/11, Escritos de Rabásh)

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