Limpiando
Publicado en 3 marzo, 2013 a las 4:00 pm
Baal HaSulam, “Introducción al Libro del Zóhar”, ítem 2: Con el fin de aclarar todo eso, nosotros tenemos que hacer algunas averiguaciones preliminares. Y no, Dios no lo permita, donde está prohibido hacerlas, en la esencia del Creador, de la cual no tenemos pensamiento o percepción alguna, y por lo tanto ningún pensamiento o manifestación de Él, sino donde la indagación es una Mitzvá (mandamiento / buena acción), la averiguación de sus obras. Es como nos manda la Torá: “Conoce al Dios tu padre, y sírvele a Él”, y como se nos dice en el poema de unificación, “Por Tus acciones Te conocemos”.
Al principio de la “Introducción al Libro del Zóhar“, Baal HaSulam eleva las cinco preguntas más importantes que la persona enfrenta en su camino hacia la espiritualidad, y luego añade las averiguaciones preliminares destinadas “a limpiar las cosas”. Después de todo, mis preguntas están acompañadas de confusión y están rodeadas de basura y “malezas” que me impiden la comprensión, el claro examen, el situar cada cosa en su lugar, y la capacidad de diferenciar las cosas.
Es como si yo buscara en un lugar sucio y confuso, así que lo primero que debo hacer es limpiarlo y averiguar qué es exactamente lo que estoy buscando, dónde exactamente, por qué, y de acuerdo a qué normas. Esto significa que hay muchas condiciones adicionales que tengo que descubrir con el fin de aclarar mis preguntas y encontrar las respuestas y el llenado para ellas.
Así que primero nos deshacemos de todo lo redundante; simplemente nos deshacemos de esto, y no tenemos contacto alguno con el Creador mientras buscamos. El Dador permanece allí, fuera de nuestro alcance porque Él no se inviste en la materia de nuestro deseo para que no podamos estudiarlo. De la “Introducción al Libro del Zóhar” sabemos que podemos estudiar e investigar sólo la materia y la forma investida en la materia; si nosotros podemos investir nuestra materia con la forma del dar, entonces a partir de ella, es decir a partir de las acciones del Creador “por Tus acciones Te conocemos”, podemos estudiarlo.
Se trata de las acciones que Él realiza en mí por haberme creado. De ese momento en adelante, empiezo a trabajar en los cambios internos, después de haberme conectado con Él, hasta que yo alcance todo el proceso, hasta el final de mi corrección. Así llego a conocerlo mejor, y Él opera en mí cada vez más. Al final de mi corrección, yo alcanzo exactamente la misma forma de Él y el superior se inviste en mí completamente.
Así, “por Tus acciones Te conocemos”, yo no lo conozco a Él, sino Su imagen que se inviste en mí por medio de Sus acciones. Este es el origen de la palabra “Bore, Creador”, que significa “Bo Reh – ven y ve”.
De esta manera nosotros resolvemos muchos problemas que teníamos: Inmediatamente dejamos de “flotar en las nubes”, en un intento de estudiar al superior y “bajamos a la tierra”, a la base de todo. Esto se debe a que lo más importante para nosotros es descubrir al Creador.
Todas nuestras otras acciones están dispuestas alrededor de eso, toda nuestra vida, toda la realidad. Todo esto es sólo para que el ser creado descubra al Creador.
Así que nosotros tenemos que recordar que estamos limitados de nacimiento por nuestra forma misma. Sólo a través de las acciones del Creador podemos conocerlo a Él, ya que se nos dice: “por Tus acciones Te conocemos”. Este enfoque resuelve muchos problemas filosóficos, y además, me ajusta en la dirección correcta, mostrándome que soy yo quien tiene que cambiar y no el Creador. Tengo que actuar con el fin de descubrir Sus acciones; todos los comienzos están dentro de mí. Yo soy el elemento cambiante en el sistema. Esta es la cosa más importante.
No estamos hablando de Atzmutó, de Ein Sof (Infinito), de la eternidad, de la plenitud, de lo absoluto. Sólo soy yo quien descubre el Creador de acuerdo a los cambios que ocurren dentro de mí; esto aclara las cosas de la confusión y la basura habitual y nos acerca a la implementación correcta.
Pregunta: ¿Por qué alcanzamos al Creador por medio de Sus acciones, como se nos dice: “Te conocemos por Tus acciones?”
Respuesta: Si me hablas acerca de tu madre, yo probablemente escucharía lo buena cocinera que es y cómo cuida ella de ti. ¡Tú me cuentas acerca de sus acciones, pero en realidad no me hablas de ella! Trata de quitar las acciones de la historia y verás que es imposible.
Pregunta: ¿Cuáles son las acciones del Creador?
Respuesta: Tú eres Su acción. Este es Su acto; así es como estamos hechos, somos incapaces de alcanzar algo excepto por Sus acciones. Sólo sus acciones y no Su esencia es lo que vemos y sólo acerca de Sus acciones hablamos.
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De la 4° parte de lección diaria de Cabalá del 2/27/13, “Introducción al Libro del Zóhar”
De la 4° parte de lección diaria de Cabalá del 2/27/13, “Introducción al Libro del Zóhar”
No vivamos en una mentira
Publicado en 3 marzo, 2013 a las 2:00 pm
Los Escritos de Rabash, vol. 1, artículo 19, “El asunto de la alegría”: Y ahora él no quiere que el Creador le dé algo. Así que él no está pidiéndole algo al Creador. Y todo su objetivo ahora es sólo desear agradecerle al Creador. Resulta que él ahora tiene adhesión con el Creador porque está ocupado con el otorgamiento. Así que debido a eso, desde el interior de la adhesión, el estado de alegría y plenitud se atrae hacia él desde la fuerza con la que él está ahora en adhesión con el todo.
Pero, cómo es posible adherirse en plenitud. En mi interior yo siento todas las deficiencias y no hay adhesión en el todo. Yo estaría dispuesto a adherirme al todo como un bebé que se adhiere a su madre, pero lo que se me ha revelado es una imagen opuesta, totalmente incompleta: carente de todo, no hay nada, la “línea de izquierda” en su forma más extrema. Y entonces, “por encima de mi razón”, yo me adhiero al Creador. Esto es llamado “Dvekut, adhesión” al todo. A pesar de este opuesto pleno y completo en mi mente y corazón, yo me elevo hasta la plenitud, y en la equivalencia, yo lo revelo a Él.
La sensación de plenitud puede cabalgar solo sobre la sensación de falta de plenitud. No puede haber una sin la otra. Simplemente, estas dos cosas extremas no se me revelan juntas, en vez de ello ocurren de manera intermitente: una vez es de noche y una vez de día, una vez es por la tarde, y una vez por la mañana… Así es como yo ruedo entre ellas hasta que todas estas cosas se conectan en un estado en el que todos los componentes apoyan unas a las otras: “Y no hay diferencia entre “noche” y “día” y “la oscuridad iluminará como la luz”, y entonces habrá para mí un día que sea todo bueno, “24 horas” de plenitud.
Pregunta: Pero, ¿qué plenitud hay si dentro de mí hay una guerra?
Respuesta: Por el contrario, yo no siento la guerra, más bien siento placer, porque sólo de esta forma me elevo por encima de las dudas y me encuentro en otorgamiento. Precisamente este ascenso por encima de mi resistencia interior, por encima de la colisión dentro de mí, está demostrándome que yo vivo en la verdad y no en una mentira.
Pregunta: ¿Cuáles son las señales de esta plenitud?
Respuesta: Eso no me hace falta nada excepto este estado. En mis vasijas yace el Tzimtzum Alef (la primera restricción) y el vacío total, las tinieblas, como un “agujero negro”, y por encima de él, yo ensamblo y estabilizar la plenitud donde se vierte la luz, donde todo lo que soy se encuentra en otorgamiento.
De esta manera toda mi oscuridad, todo mi “agujero negro”, si lo utilizo correctamente al elevarme por encima de él, de repente se convierte en una fuente de Luz del Infinito.
Yo necesito este dipolo de dos opuestos; de menos (-) infinito y de más (+) infinito. Sólo en estas condiciones estoy seguro de aferrarme a la verdad. Por el contrario, si el más no está ensamblado por sobre el menos, entonces esta no es la “línea media”, y yo simplemente no tengo criterios para medir. La alegría siempre se comprueba con respecto la deficiencia, la plenitud con respecto a la falta de plenitud. Y sólo desde dentro de la oscuridad, yo alcanzo la Luz
(101327)
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/25/13, Los Escritos del Rabash
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/25/13, Los Escritos del Rabash
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