Pregúntale a Hamán y haz lo contrario
Publicado en 28 febrero, 2013 a las 9:45 pm
Rabash, “Y Él meditará en Su Torá (Enseñanzas)”: Y así leemos en el Meguilá “y después de todo esto el rey elevó a Hamán“. Literalmente es difícil de comprender, después de todo, luego de lo que hizo Mordejai, lo cual era bueno para el rey, el rey debía elevar a Mordejai y no a Hamán y esto debe ser explicado…
Cuando la persona no puede ver el verdadero rostro de su mal, es decir la verdadera forma de Hamán, entonces la persona no puede orarle al Creador a fin de que Él la salve del mal. Sólo cuando la persona ve la grandeza de Hamán, quien quiere matar y destruir a todos los judíos, es decir que Hamán quiso destruir todo aquello que perteneciera al judaísmo, lo cual no le permite a ella hacer nada relacionado con la Santidad, entonces ella puede elevar una verdadera plegaria. Así se cumple el verso “El Creador la ayuda”.
Sólo si nosotros anhelamos la unidad como Mordejai que evocó el anhelo por la unidad al descubrir la conspiración contra la unidad y matarla (dos de los cortesanos del rey quienes lo traicionaron), entonces se evoca a Hamán. La inclinación al mal hace frente a la inclinación al bien, el deseo de recibir encara al deseo de otorgar y comienza dentro de la persona una lucha entre ellas.
Solo al elevar y potenciar la fuerza buena crece la fuerza del mal y en consecuencia nosotros elevamos el bien otra vez y el mal también crece. Este proceso continúa hasta que nosotros alcancemos un estado en el cual tengamos que tomar una decisión en esta lucha. No podemos pedir la buena inclinación ya que ésta no necesita nada, no quiere nada, sino solo otorgar en cada oportunidad que obtenga. De modo que siempre pidamos la inclinación al mal y entonces hagamos lo opuesto.
Esto es llamado trabajar con fe por encima de la razón. Sabemos cuánto siente y sigue nuestro deseo de recibir la fe por encima de la razón. De lo contrario no tenemos forma de imaginar qué es el mundo espiritual, qué significa estar por encima de mí mismo, qué significa otorgar. Pero sabemos que es lo opuesto a nuestro deseo egoísta de recibir, el cual conocemos muy bien.
¡Así que cuando el deseo de otorgar crece, nosotros tenemos que elevar el deseo de recibir y preguntarle qué debe hacerse y luego hacer lo contrario! Así funciona.
Es por esto que nosotros no vemos la imagen del bien, no tenemos una imagen por la cual podamos parecernos al Creador. El único modo es formar una imagen opuesta al deseo de recibir. Por eso se nos dio un entorno que debe ayudarnos a convertir el deseo de recibir, es decir la intención de recibir en una intención de otorgar. A esto se le llama “arrepentirse” para retornar al Creador, la elevación de Maljut a Bina.
Nosotros no tenemos idea de lo qué es la imagen del bien sino sólo que es opuesta al mal.
[101340]
De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 25 de Febrero del 2013
Material Relacionado:
El sombrero correctoLa respiración del próximo nivelPidiendo la corrección desde nuestro propio libre albedrío
Cuando la persona no puede ver el verdadero rostro de su mal, es decir la verdadera forma de Hamán, entonces la persona no puede orarle al Creador a fin de que Él la salve del mal. Sólo cuando la persona ve la grandeza de Hamán, quien quiere matar y destruir a todos los judíos, es decir que Hamán quiso destruir todo aquello que perteneciera al judaísmo, lo cual no le permite a ella hacer nada relacionado con la Santidad, entonces ella puede elevar una verdadera plegaria. Así se cumple el verso “El Creador la ayuda”.
Sólo si nosotros anhelamos la unidad como Mordejai que evocó el anhelo por la unidad al descubrir la conspiración contra la unidad y matarla (dos de los cortesanos del rey quienes lo traicionaron), entonces se evoca a Hamán. La inclinación al mal hace frente a la inclinación al bien, el deseo de recibir encara al deseo de otorgar y comienza dentro de la persona una lucha entre ellas.
Solo al elevar y potenciar la fuerza buena crece la fuerza del mal y en consecuencia nosotros elevamos el bien otra vez y el mal también crece. Este proceso continúa hasta que nosotros alcancemos un estado en el cual tengamos que tomar una decisión en esta lucha. No podemos pedir la buena inclinación ya que ésta no necesita nada, no quiere nada, sino solo otorgar en cada oportunidad que obtenga. De modo que siempre pidamos la inclinación al mal y entonces hagamos lo opuesto.
Esto es llamado trabajar con fe por encima de la razón. Sabemos cuánto siente y sigue nuestro deseo de recibir la fe por encima de la razón. De lo contrario no tenemos forma de imaginar qué es el mundo espiritual, qué significa estar por encima de mí mismo, qué significa otorgar. Pero sabemos que es lo opuesto a nuestro deseo egoísta de recibir, el cual conocemos muy bien.
¡Así que cuando el deseo de otorgar crece, nosotros tenemos que elevar el deseo de recibir y preguntarle qué debe hacerse y luego hacer lo contrario! Así funciona.
Es por esto que nosotros no vemos la imagen del bien, no tenemos una imagen por la cual podamos parecernos al Creador. El único modo es formar una imagen opuesta al deseo de recibir. Por eso se nos dio un entorno que debe ayudarnos a convertir el deseo de recibir, es decir la intención de recibir en una intención de otorgar. A esto se le llama “arrepentirse” para retornar al Creador, la elevación de Maljut a Bina.
Nosotros no tenemos idea de lo qué es la imagen del bien sino sólo que es opuesta al mal.
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De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 25 de Febrero del 2013
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Los secretos de la lectura del Zóhar
Publicado en 28 febrero, 2013 a las 8:12 pm
Pregunta: ¿Es verdad lo que la gente dice que cuando miramos las letras del libro del Zóhar escrito en arameo, éste nos conecta automáticamente con la Luz aunque no entendamos el idioma?
Respuesta: Nada ocurre automáticamente. Esto puede compararse a un bebé que nace y vive en este mundo y crece porque lo cuidan ya que él se anula ante los adultos. Este es un atributo innato, y, por medio de éste, él habilita a los padres a que lo cuiden, y él crece.
Si la persona se anula durante el estudio mientras leemos El Libro del Zóhar, ella está bajo la influencia y el cuidado de los amigos, incluso si no entiende ni siente nada, pero se pone a sí misma bajo la influencia de las Luces, de los amigos, y de la mayoría de la sociedad que trabaja con esto. Sin embargo, ella necesita tener aquella intención. Incluso si se olvida de esta, aun así necesita sentir que ella pertenece.
Pregunta: ¿Cómo podemos seguir el texto durante la lectura del Libro del Zóhar y mantener la intención correcta al mismo tiempo?
Respuesta: Lo principal es la intención, y el texto es importante según la medida en que la persona puede atribuirlo a la intención correcta. Gradualmente, ella empieza a ver en él el significado correcto de las palabras: un “niño”, “sabios”, Sefirot, Maljut y Bina. Ella lo verá. Bajo la influencia de la Luz que Reforma que opera muy lentamente, gradualmente, paso a paso, la persona empezará a sentir distintas impresiones. Ella sentirá la conexión con lo que lee.
Pregunta: ¿Cuál sería nuestro enfoque durante la lectura del Libro del Zòhar o qué debería cambiar en éste para que la Luz nos influya y nos cambie?
Respuesta: Nosotros debemos conectarnos. La persona debe sentir que está en un grupo unido como un escuadrón de comando, como en un todo que está hecho de partes separadas. Debe sentirlo naturalmente. De lo contrario, sus intenciones nos son las intenciones correctas.
Entonces, ya que la persona siente toda la realidad conectada a ella, quiere pertenecer al Creador junto con ésta, conectarse y adherirse a Él. Entiende que esto ocurre como resultado de su cambio interno y busca esto.
[101217]
De la 2° parte de la Lección diaria de Cábala del 21 de Febrero del 2013, El Zóhar
Material Relacionado:
Libros con un trasfondo espiritualSoy lo suficientemente listo como para no ser demasidado listoLa sociedad futura está naciendo entre nosotros

Si la persona se anula durante el estudio mientras leemos El Libro del Zóhar, ella está bajo la influencia y el cuidado de los amigos, incluso si no entiende ni siente nada, pero se pone a sí misma bajo la influencia de las Luces, de los amigos, y de la mayoría de la sociedad que trabaja con esto. Sin embargo, ella necesita tener aquella intención. Incluso si se olvida de esta, aun así necesita sentir que ella pertenece.
Pregunta: ¿Cómo podemos seguir el texto durante la lectura del Libro del Zóhar y mantener la intención correcta al mismo tiempo?
Respuesta: Lo principal es la intención, y el texto es importante según la medida en que la persona puede atribuirlo a la intención correcta. Gradualmente, ella empieza a ver en él el significado correcto de las palabras: un “niño”, “sabios”, Sefirot, Maljut y Bina. Ella lo verá. Bajo la influencia de la Luz que Reforma que opera muy lentamente, gradualmente, paso a paso, la persona empezará a sentir distintas impresiones. Ella sentirá la conexión con lo que lee.
Pregunta: ¿Cuál sería nuestro enfoque durante la lectura del Libro del Zòhar o qué debería cambiar en éste para que la Luz nos influya y nos cambie?
Respuesta: Nosotros debemos conectarnos. La persona debe sentir que está en un grupo unido como un escuadrón de comando, como en un todo que está hecho de partes separadas. Debe sentirlo naturalmente. De lo contrario, sus intenciones nos son las intenciones correctas.
Entonces, ya que la persona siente toda la realidad conectada a ella, quiere pertenecer al Creador junto con ésta, conectarse y adherirse a Él. Entiende que esto ocurre como resultado de su cambio interno y busca esto.
[101217]
De la 2° parte de la Lección diaria de Cábala del 21 de Febrero del 2013, El Zóhar
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El primer nivel de la eternidad
Publicado en 28 febrero, 2013 a las 7:02 pm

Sin embargo, si no hay tal chispa en el hombre, sino que todas las chispas de su esencia se invisten en otorgarle contento al Creador de ellos, entonces no están ausentes ni muertos. Porque aun cuando el cuerpo haya sido anulado, sólo está anulado con respecto a la auto gratificación, en la cual el deseo de recibir está investido y sólo puede existir en éste.
Sin embargo, cuando él logra la dirección de la Creación y el Creador recibe placer de él, puesto que Su deseo ha sido cumplido, la esencia del hombre, que se inviste en Su contento, se le concede la eternidad completa, como Él. Así, él ha sido recompensado con la libertad del ángel de la muerte.
El deseo de recibir sólo debe deshacerse de la intención de recibir para sí mismo, pero el deseo mismo nunca se refina ni desaparece, sino que adquiere la intención de, “con el fin de otorgar”. Si la persona puede cumplir con esta condición internamente en su nivel mínimo, en el primer grado, si ella quiere que esto suceda, entonces la Luz viene a ella e ilumina sobre ella, y la hace merecedora del primer nivel llamado la reunión ante el Monte Sinaí.
Con el fin de hacer eso, ella debe aceptar todas las condiciones, elevarse por encima de todo el endurecimiento del corazón, de todas las preocupaciones, y de todas las interrupciones que se le enviaron con el fin de atribuir todo al dominio del Creador, y ascender a “no existe nadie además de Él”, y decidir que es Él bueno y benevolente, aceptar todo esto en fe por encima de la razón y anular todo lo que le pertenece a ella para aspirar tanto como pueda al Creador.
Si la persona desea desprenderse de todas sus cosas en este mundo, no porque sean desagradables o amenazantes como lo fue durante el tiempo de preparación, sino por el contrario: cuando ella ya puede recibir toda la bondad, pero aun así lo entrega todo y lo atribuye al Creador, entonces la Luz viene y construye en ella el primer nivel de otorgamiento, de Lishma (en su nombre). Esto es llamado la recepción de la Torá puesto que, por primera vez, ella ve cómo la Luz en ésta, reforma.
[101214]
De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 21 de Febrero del 2013
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