LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

LEY DEL DESARROLLO GRADUAL

2.8.12

De la Sensación A La Razón, Del Placer A la Verdad

El mundo está gobernado por una fuerza de otorgamiento. Esta fuerza es llamada el Creador puesto que Él creó la cualidad opuesta a Sí mismo, el deseo de disfrutar, con el fin de elevarlo a Su nivel. De esta manera, este deseo puede llevarse a sí mismo a la perfección.
Es por ello que todo nuestro trabajo consiste en alcanzar el atributo de otorgamiento. Sin embargo, nosotros no desaparecemos en eso, sino que cambiamos la forma de nuestro deseo, el material inicial, lo llevamos al otorgamiento. Este continúa actuando con su fuerza y poder feroces, con los que antes acostumbraba pensar sólo en sí mismo y se revela como un sistema egoísta, sucio, opuesto al otorgamiento, pero ahora este deseo se corrige a sí mismo y corrige la forma de su acción. Ahora, en vez de recibir, desea otorgar.
Este cambio se produce debido a la Luz que Reforma. Sin embargo, hasta que ocurre un cambio tal dentro del deseo de disfrutar, éste no entiende en absoluto de qué se habla aquí, puesto que está completamente situado en cualidades egoístas, es decir, en pensamientos y deseos de uno mismo.
El cambio que atraviesa es realmente un nuevo nacimiento, algo similar a la forma en la que se desarrolla algo a partir de una gota de semen en la que no hay nada aparte de la información interna acerca de una futura persona, y al final, esta se convierte en una personalidad independiente que piensa, entiende, siente y responde por sus actos. ¿De dónde viene todo esto? ¿Simplemente del vacío? Sin embargo, en la misma forma, ocurre nuestro nacimiento espiritual.
Este proceso es incomprensible para nosotros y está oculto de nosotros. Hasta que no experimentemos cambios serios, no enteremos completamente cómo está realizándose todo eso en la materia, cómo trabaja la Luz, cómo cambia ella nuestras cualidades, y que nos queda de cada uno de los niveles que hemos ascendido.
El hombre se confunde y no entiende dónde está él realmente. Se nos dice que el Creador es el primero, y que también Él es el último. Así que, ¿dónde está el ser humano en todo esto? ¿Puede ser que esté al menos en el medio? Hay un estado inicial del mundo del Infinito, y hay un estado final, el camino de vuelta hasta el Infinito, y nosotros estamos en el camino, en algún punto intermedio entre el primero y el último.
Además, ¿qué podemos agregar que provenga de nosotros mismos a las acciones del Creador, con quien todo comienza y termina? Sólo podemos acelerar nuestro desarrollo para demostrar que queremos avanzar para ser similares al Creador y para no ser empujados desde atrás por el sufrimiento.
El Creador ha creado un deseo de disfrutar dentro de mí que siente el bien y el mal en relación a sí mismo, y, ahora, ¡con la ayuda de estas buenas y malas sensaciones, Él puede controlarme! Sin embargo, si yo estoy controlado sólo por mis sensaciones agradables y desagradables, entonces estoy actuando como un animal. Si quiero seguir adelante con esa misma meta por medio de mis propios esfuerzos, entonces necesito sentir su importancia, recibir la fuerza del desarrollo actuando en contra de mi naturaleza.
Yo debo elevarme por encima de la percepción egoísta de bueno y malo hacia la percepción de verdad y mentira, y considerarlas como si fueran bueno y malo. Estas fuerzas deben tirar de mí hacia adelante, después de haber sustituido el placer y el sufrimiento con ellas mismas, por medio de los cuales he sido empujado desde atrás. Esto se denomina el nivel de un humano, no de un animal.
Eso es posible lograrlo sólo por medio de un entorno que infunda en mí tales valores, tal importancia de la verdad y la falsedad que me proporcionen la fuerza necesaria para mi desarrollo. Sin embargo, para que eso suceda, yo tengo que escuchar a mi entorno, es decir que todo mi trabajo en el alcance del Creador y en el logro de la meta de la creación, en elevar la sensación natural del bien y del mal hacia la razón, desde el nivel animal hacia el nivel humano, desde la percepción del placer y el sufrimiento hacia la percepción de la verdad y la falsedad, todo esto es el trabajo con el entorno.
Mi meta es encontrar un entorno que tenga estas metas y valores, y sentirme impresionado por él. Gracias a este, yo recibiré la fuerza para desarrollarme como un ser humano y no como un animal, puesto que un animal se mueve sólo porque ve un saco de grano frente a él, o si recibe golpes desde atrás. Sin embargo, un ser humano considera que el placer y el sufrimiento son la aproximación y el alejamiento de la cualidad de otorgamiento, la verdad y la falsedad.
(84157)De la Lección Diaria de Cabalá del 27 de Julio del 2012, Shamati # 13, “La Plegaria Dieciocho”

Abre Las Puertas Del Otorgamiento

Baal HaSulam, Carta 38: En tiempos antiguos, un alcance del Creador tenía que estar precedido por todas las siete ciencias externas y horrible auto tortura. Y a pesar de todo eso, unos pocos hallaron gracia ante los ojos del Creador. Sin embargo, puesto que nosotros hemos recibido las enseñanzas del Arí y los servicios del Baal Shem Tov, este está realmente disponible de igual manera para todos y las etapas de preparación antes mencionados ya no son necesarias.
No sabemos cómo y en qué medida un tiempo del mundo material se corresponde con un tiempo espiritual en los procesos de descenso y ascenso posterior, en los cuales las vasijas, los deseos, comienzan a reunirse en un todo. Pero, por supuesto, cuanto más nos acercamos a la finalización, las personas son más capaces de abrir las puertas de la santidad, las puertas de otorgamiento. Ellas recurren a la ayuda de los antepasados que exploraron a fondo el sistema espiritual, estableciéndose a sí mismos y fijando las conexiones en él. Así que, paso a paso, dando vueltas en círculos, una tras otra, las generaciones ascienden los escalones de la amplia escalera. Cada uno de ellos va más allá, y algunas personas hacen que las generaciones asciendan a unos pasos en la fila. Este es un proceso complicado.
En la etapa actual, el impulso hacia la revelación del Creador abraza por completo a las masas. Sin embargo, debemos entender la inmutabilidad de las leyes espirituales. El Creador no las sacrifica, y por lo tanto, nosotros también tenemos que cumplir los términos del ascenso, aunque en un nivel diferente, de acuerdo con el estado actual. Aquí viene la garantía mutua, el rechazo del egoísmo, y el esfuerzo en la línea derecha para elevarnos por encima de la línea izquierda en unidad y cohesión, tratando así de construir un modelo del mundo superior según la medida en que seamos capaces de entenderlo. Así que seguiremos adelante.
Baal HaSulam nos da un ejemplo de un rey que necesita llevar su tesoro de un lugar a otro. Todos sus súbditos son egoístas y serían incapaces de resistir la tentación y sin duda robarían alguna cantidad de dinero superior que excediera su capacidad de resistir. Por lo tanto, el rey da un centavo a cada uno, el cual no tiene sentido robar, porque ante sus ojos es más valioso el prestigio real. Así, ellos mueven el tesoro sin perderlo.
Y nosotros también somos así. Aunque no es el “hecho más digno de nuestra biografía”, sin embargo es un hecho. Esperemos que seamos capaces de llevar nuestro centavo, y en primer lugar, que reconozcamos esto como el punto de partida. La mayor parte de nuestro trabajo está dedicada a eso, a averiguar cuál es nuestra meta y qué significa “encontrar gracia ante los ojos del Creador”, es decir otorgarle a Él, y cómo llegar a dicha petición, elevándola por encima de todo lo demás. Después de todo, al superar estos asuntos, creamos un anhelo por el Creador y construimos Su imagen.
Todo esto puede hacerse por medio de muchos ministros del Rey que llevan partes de Su tesoro a través de muchas etapas intermedias, como circuitos, de un estado a otro. De hecho, hay un gran camino por recorrer si lo aceptamos como un precepto del Rey. Después de todo, Él disfruta de cada pequeño paso que damos, de cada estado, como disfrutan los padres viendo los esfuerzos de sus hijos.
Es necesario mantener el rumbo, pero también es necesario acordarnos de la alegría del Rey y de tratar de agradarle a Dios en cada etapa, aquí y ahora, incluso en el más mínimo detalle, en el nivel más bajo. De hecho, no hay nada considerado bajo ante Sus ojos. Él me envía todos los estados. Y si de alguna manera yo trato de darle placer a Él, eso es suficiente.
Es por eso que la gente que va en la dirección correcta en el camino siempre siente alegría y ascenso. Tenemos que observar: ¿De dónde deben provenir nuestros descensos, si todo está arreglado desde arriba? El Creador crea cada estado, y sólo una cosa depende de mí: responder con comprensión y sentimiento, o al menos con la conciencia de que el Creador está detrás de las circunstancias actuales. Entonces yo puedo asegurarme de darle a Él cada segundo.
De hecho, no hay estados despreciables ni desagradables en nuestro trabajo, si los tomo internamente de las manos del Creador, que me enseña. Al igual que el esclavo, de otra parábola de Baal HaSulam, que libró una guerra contra el ministro del rey quien deliberadamente se presentó con diferentes disfraces enemigos. Aquí tenemos la misma historia, y lo más importante, no olvidemos que todos nuestros estados en cada momento de la vida vienen del Creador. Si alcanzamos este nivel, entonces seremos capaces de percibir qué está pasando y reaccionar de forma adecuada.
Tratemos de unirnos con el espíritu de nuestros antepasados: Arí, Rabash, Baal HaSulam, y otros. No nos olvidemos de eso y ayudemos a que los demás dediquen cada momento al servicio del Creador.
Esto es posible. Ustedes ya son capaces de muchas cosas. Ustedes han dado algunos grandes pasos, y ahora el asunto está en algo más, en el orgullo. Por supuesto, éste también proviene del Creador, y aun así, ¿cómo hacemos para no entregarnos a él?
(84047)
De una Conversación durante la Comida en Conmemoración de la Muerte del Arí del 25 de Julio del 2012

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